
REVISTA CIENTÍFICA UISRAEL
QUITO-ECUADOR
2025
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REVISTA CIENTÍFICA UISRAEL – VOL. 12 NÚM. 3 – SEPTIEMBRE DICIEMBRE 2025
de optimizar los métodos, técnicas y herramientas” (p.261) es decir, las estrategias son
procedimientos en el cual los profesores y estudiantes organizan las acciones del proceso
formativo de manera consciente. De la misma forma, Ordóñez (2022) consideró que “la
gamicación es una estrategia didáctica, que permite al docente proporcionar un proceso de
aprendizaje-enseñanza a través de juegos el cual nos permite indagar, conocer, razonar, participar
en el proceso”.
Al relacionar las dos ideas de los autores, se destacó que la importancia de las estrategias
didácticas como herramientas son fundamentales para optimizar el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Al incorporar elementos lúdicos y motivadores propios de los juegos, como la
gamicación permite a los estudiantes participar activamente en su propio aprendizaje. La
elección de la gamicación como estrategia se justica por su potencial para transformar el aula
en un entorno dinámico y atractivo, donde los estudiantes se sienten motivados a aprender y a
alcanzar sus objetivos.
De esta manera, un ejemplo de estrategia gamicada es la aplicación ta-tum que utiliza un sistema
de recompensas propias de los videojuegos, el cual motiva a jóvenes y niños hacia la lectura.
1.2. La práctica docente y el fomento de la literatura infantil y juvenil.
La práctica docente es imprescindible en el fomento de la literatura pues los docentes al ser
mediadores entre el conocimiento y los estudiantes, creando un entorno que los motive a leer. Es
así que, se considera importante mencionar los siguientes aspectos que un docente debe poseer
para generar en sus estudiantes interés por la literatura infantil y juvenil.
Un docente debe tener hábitos lectores, ya que si el docente no presenta hábitos lectores no podría
incentivar a sus estudiantes a leer o a guiarlos en el proceso de la lectura. (Applegate 2004, como
se cita en González, 2022) “arman que la lectura tiene poca presencia en la vida de los docentes,
(…) limitando su ejercicio a exigencias laborales”. Sin embargo, el docente puede compartir con
sus estudiantes tiempos destinados para las lecturas, mediante la gamicación en la cual puedan
participar los estudiantes como el docente a partir de un trabajo colaborativo. El docente debe
conocer e implementar el uso de las herramientas tecnológicas, que ofrecen recursos que pueden
usarse para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según Carvajal (2020) ¨Los recursos
tecnológicos pueden formar una disciplina que puede potencializar los procesos educativos como
el de la lectura a través de la implementación (…) de herramientas tecnológicas que abarcan las
redes sociales, programas, aplicaciones, internet, omática, entre otras. ¨ (p.45). Es así como las
TIC pueden hacer que las clases sean más atractivas y motivadoras para los estudiantes, al ofrecer
entornos virtuales enfocados en la literatura como la aplicación ta-tum que es un espacio virtual
que permite a la comunidad educativa tener un acercamiento positivo al hábito de lectura puesto
que crean nuevas experiencias más interactivas; además, los docentes tendrían más facilidad de
controlar estos espacios.
Finalmente, un docente debe presentar habilidades investigativas, de acuerdo con García (2015)
“frente a los constantes cambios cientíco-tecnológicos, (…) se impone la necesidad investigativa
para la generación de nuevos conocimientos que permitan enfrentar los retos y desafíos que