La narración oral como herramienta pedagógica en la
promoción de la ficción breve
Claudia Zuriaga Bravo
1
Universidad Internacional del Ecuador
Ivo Leonel Pereira Díaz
2
Universidad Pedagógica Rural “El Mácaro”, Venezuela
Resumen
La literatura ha representado para muchos estudiantes la asignatura menos atractiva, casi
siempre es relegada por aquellas en las que hay un nivel de actividad mayor, en las que
el cuerpo en su totalidad está en constante movimiento (deportivas, manuales, lúdicas).
El estudiantado manifiesta un gran desinterés por la lectura y la escritura, porque
encuentra que la metodología de enseñanza es “aburrida”, “obsoleta” o simplemente
“clásica” con la impartición de textos que solo tienen como objetivo una convencional
comprobación del acto lector, por lo que no existe entre lector y texto una vinculación
más profunda, más reveladora o significativa. Una relación que desemboque en una
búsqueda de otras referencias, de otros paisajes, otras visiones sobre un mismo o varios
temas. Este estudio tiene como objetivo facilitar un puente teórico y práctico entre los
estudiantes y el texto breve, a través de la narración oral como una herramienta clave en
este proceso. Ante esta problemática surgen dos interrogantes ¿Cómo acercar
positivamente a los estudiantes al discurso literario? ¿Cómo contagiar el gusto por la
disciplina literaria? Puede que, la respuesta a ambas cuestiones sea difícil de encontrar,
pero, la narración oral, como un medio entre el acercamiento y la comprensión de estos
textos es un camino ideal para comenzar a fomentar el deseo por la literatura, o en este
caso, por la ficción breve.
Palabras clave: texto, oralidad, literatura, discurso literario, estudiantes.
Abstract
The literature has represented for many students the least attractive subject, those in
which usually relegate it there is a higher level of activity, in which the body as a whole
is in constant motion (sports, manuals, games). The student shows a great disinterest in
reading and writing, because they find that the teaching methodology is “boring”,
“obsolete” or simply “classical”. Delivery of texts that only aim at a conventional
verification of the reading act. There is no deeper, more revealing, more meaningful link
between reader and text. A relationship that leads to the search for other references,
other landscapes, other visions on the same or several topics. Two questions arise: How
to positively approach students to literary discourse? How to spread the taste for literary
discipline? It may be that the answer to both questions is difficult to find, but oral
narration, as a means between the approach and understanding of these texts, is an ideal
way to start fostering the desire for literature, or in this case, the short fiction. When one
speaks of oral narration, one speaks of the exploration of the body, of the accumulation
of gestures and expressions that integrate orality, not only with the act of saying, but not
saying. Narrating a text implies that the subject connects with the characters, with the
events surrounding those characters, with their conflicts and interests. Rate text with
voice.
Keywords: Text, orality, literature, literary discourse, students.
Introducción
Desde tiempos inmemoriales, la necesidad de contar las cosas ha estado presente en la
vida del hombre. Relatos ancestrales, mitológicos y oníricos aparecen en momentos en
los que ninguna de estas categorías tenía un nombre aún. Se trataba del recurso que los
humanos empleaban para que ese mensaje llegara al otro, porque narrar los
acontecimientos representaba, de algún modo, el registro de los sentimientos, las
emociones, la historia misma. ¿Cómo es que conocemos tantas leyendas y cuentos de
épocas que no vivimos? Pues gracias a la tradición oral que, se ha encargado de la
transmisión generacional, hombres que les cuentan a otros todo lo que han vivido,
imaginado o soñado. Las explicaciones que les han atribuido a eso que no tiene
descripción lógica o procedencia demostrable. Los términos que han atribuido a sucesos
de índole extra normal o espiritual, etc. Probablemente, muchos de los libros de textos
que hoy circulan en las ciudades del mundo o que ornamentan las tantas bibliotecas
existentes contienen una información que ha sido inventada y jamás cuestionada. Y es
que transferir un mensaje a través del famoso, boca a boca, también tiene sus
desventajas. La credibilidad es una de ellas.
Este apartado de naturaleza pedagógica tiene como norte promover la ficción breve a
través de la narración oral. Es preciso identificar las causas por las cuales la literatura
dentro del programa académico de cualquier institución resulta aburrida o poco
valorada, en la siguiente aseveración, Fernández (2000) describe con precisión una de
las causas principales de ese desinterés:
La principal dificultad estriba, sin duda, en el escaso hábito lector de una
mayoría de los alumnos de bachillerato, que traen, por consiguiente, un
bagaje de lecturas literarias bastante pobres. Sus capacidades como lectores
competentes de literatura (con un criterio mínimamente riguroso) tienen que
formarse casi desde cero, desde unos presupuestos muy básicos (p.10).
La idea surge a raíz de una tesis anterior en la que se trabajó con relatos breves, para
incentivar en estudiantes de bachillerato el estudio de textos narrativos que conocieran
por medio de esta tendencia literaria la estructura, las características y la importancia de
estos textos en la vida diaria. Y aunque los corolarios arrojados por este trabajo fueron
positivos en su totalidad, se pudo notar que, muchos de los chicos disfrutaban más la
lectura cuando ésta se hacía en voz alta y en grupo, haciendo uso de su cuerpo para
escenificar algunas escenas descritas en los relatos. Posteriormente, cuando el docente
realizaba preguntas sobre lo leído, era revelador comprobar cómo el estudiante podía
formular planteamientos, predicciones y conclusiones sumamente innovadoras y
coherentes. Es decir, el acercarse de manera más activa y personal al texto los llevaba a
descubrir otras cosas que el argumento no contenía, o al menos expresaba
explícitamente. Mostraban más interés y entusiasmo cuando se les pedía que
dramatizaran el texto, mientras en paralelo se efectuaba la narración del mismo.
¿Por qué promover la ficción breve? ¿En qué puede ser de utilidad narrar estos breves
relatos sobre seres desconocidos y eventualidades imaginarias y/o reales? La diferencia
entre leer un texto de larga extensión a uno de menor proporción, reside en el tiempo
invertido, y es de esto, justamente, de lo que escaseamos muchos humanos en la
actualidad. Si se le pide a alguien que lea una novela de trescientas páginas (lector no
asiduo) es probable que rechace la solicitud, aunque, se tendrían que evaluar otros
criterios, tales como: temáticas, intereses culturales o políticos, recompensas, premios,
etc. Pero si se le presenta un texto de menos de cien palabras, hay mayor garantía de que
lo lea. La literatura ofrece la posibilidad de construir otras realidades, de mejorar las
existentes, de generar cambios de conciencia, fomentar la discusión y problematización
del ser. Si se incluye el acto de narrar, será más divertido para el estudiante.
1.1 El relato breve: una breve visión dialéctica
En clases de literatura, un profesor recordaba una mítica locución del escritor
norteamericano Edgar Allan Poe, quien decía “es necesario que una historia que
pretendiera permanecer por largo tiempo en la mente de los lectores, tuviera una
extensión suficiente como para ser leída y de corrido durante el lapso de una hora” con
mucha diplomacia, sugirió la idea de que la brevedad resulta beneficiosa siempre y
cuando se logre condensar en ello todo el misticismo y encanto de lo propiamente
literario.
Pero, acercándose a una definición más idónea, Lomas (1999) propone lo siguiente:
Es un tipo específico de texto cuya función es informar sobre acciones o
hechos reales o imaginarios. Tiene una estructura temporal (introducción,
desarrollo, evaluación y reacción, desenlace y moraleja) y utiliza todo tipo
de formas lingüísticas que expresan la idea de tiempo. El texto narrativo por
excelencia es la narración oral informal, ya que es la forma humana más
elemental de transmisión y conservación de la cultura y de la experiencia
humana. Otros textos narrativos son las novelas, los cómics, los cuentos, las
sinopsis, las noticias, los reportajes, las crónicas, las películas, las series de
televisión, algunos relatos publicitarios. Finalidad de entretener o deleitar al
lector o al espectador (p.42).
El relato corto ha suscitado diferentes debates desde su aparición, posturas que aún no
saben cómo caracterizarlo, cómo definirlo o en dónde ubicarlo. Veamos la siguiente
mirada de Mª Teresa Pérez Tapia:
El microrrelato es un subgénero narrativo que comprende los más breves
relatos de ficción. Empieza a producirse con cierta regularidad desde los
inicios del siglo XX, antes de ser incluso considerado como tal. Autores de
todas las nacionalidades se dejan seducir por el reto técnico de la
minificción y, en especial, los hispanoamericanos y españoles. Las
dificultades para sistematizar el género provienen de la propia naturaleza de
estos textos: anticonvencional, libérrima y versátil. A pesar de ello, pueden
señalarse algunas características comunes a un número significativo de
micro relatos (p.01).
La extensión narrativa suele ser el distintivo, la reducción de elementos u ornamentos
típicos en los cuentos o novelas tradicionales se ven suprimidos en su totalidad. En
cambio, son relevantes aspectos como el encabezado que sustenta la historia, la voz que
relata, el camino estilístico, las formas de conflictuar al lector con finales invasivos o
impredecibles. El escritor hace uso de diferentes descripciones literarias (retrato,
autorretrato, etopeya, prosopografía, caricatura, etc.) para disuadir o causar estupor en
quien lee.
Epple (1989) opina al respecto que “lo que distingue a estos textos como relato es la
existencia de una situación narrativa única, formulada en un espacio imaginario y en un
proceso temporal, aunque algunos elementos de esta triada (acción, espacio y tiempo)
estén simplemente sugeridos”. Entonces, el relato breve puede estar constituido por una
única versión del cuento y a su vez por la sugerencia de muchas, aunque nunca se
explique o se dé detalles de ninguna de ellas. En estas narraciones prima la elipsis como
un recurso casi obligatorio, para poder ir directo al grano o simplemente para simplificar
la duración de los acontecimientos.
Por su parte, Zavala (2006) tiene otro discernimiento, y expresa que ese texto breve en
el que se potencia al máximo la intensidad mediante una gran concentración expresiva
del lenguaje: la ironía, el humor, el juego intelectual, literario, lingüístico, el misterio, la
sorpresa, son ingredientes esenciales que nunca deben faltar en su estructura.
La idea de ruptura con la narrativa clásica es persistente y tiene argumentos a favor. El
lector que decida acceder a esta aventura literaria, disfrutará de otro cosmos narrativo.
Evidenciará las múltiples vías para contar algo y jugar con las percepciones, los sentidos
y las emociones. Cada cuento corto representa una invitación docta para el alma. Un
reto para el pensamiento que, busca apremiar los tiempos que transcurren.
Para finalizar con esta revisión teórica, se añade a esta nómina de definiciones lo
siguiente:
El cuento es, por lo general, una historia sencilla, con una sola veta narrativa
que sigue una cadena de situaciones nucleares, en forma lineal y sucesiva,
sin detenerse mucho en los motivos libres (…). El cuento es, pues, una
narración sencilla, de corta extensión y de desarrollo generalmente lineal,
progresiva o regresivamente, que suele desarrollar una anécdota, cuyo final
suele ser sorprendente y, a veces, fuera de la línea narrativa que se ha
seguido en el discurso (…) suele tener pocos personajes y estos asumen
generalmente un carácter funcional, por lo que no suelen tener una
presentación minuciosa, tanto por lo que se refiere a su descripción física,
como a su posible estudio psicológico (Bobes, 1993: 40-41).
Entonces, para que un relato pueda clasificarse como: micro, nano, corto, breve,
mínimo, es necesario que cumpla estos requerimientos estructurales o desestructurados.
Un buen relato breve nunca tiene más de dos personajes, casi siempre es egoísta y
agresivo en su emanar.
1.2 Origen de la narración oral
“No es un invento reciente la nana o canción para dormir al niño; el simple fraseo o
tarareo de sílabas “inexpresivas” en su unidad pudo constituir el inicio de tal tradición
que continuará durante siglos. Ese hecho puede mostrarse en cualquier cultura y época
histórica. Quizás fue el origen de la expresión artística intercomunicativa del adulto con
el niño y de los niños entre sí” (Rafael Cadenas, 2002).
La narración oral sienta sus bases en el principio de los tiempos, desde que la
humanidad se ha constituido como tal, como un grupo de individuos que necesita darle
forma al cosmos, reglas al caos o explicación a lo celeste. El mundo necesitaba de
“algo” que estableciera un vínculo de eternidad, de instituir la lengua como el registro
de la existencia y la comunicación. Por eso, en lo anteriormente señalado, se cree que,
ese incipiente sonido producido por un niño puede considerarse parte de la tradición, o
lo que la generó. Existe en la mente y en el corazón del hombre la preocupación por
narrar todo aquello que ve, lejos de contar con el nacimiento de la escritura como una
segunda vía, la oralidad representó ese alfa, en esto de conservar el conocimiento y la
información. No se puede obviar el hecho de que, el quehacer pictórico y escultórico,
artístico en su mayoría, acompañó la necesidad de manifestar la vida y su enigma.
Rafael Cadenas expresa al respecto que “el mundo va conformándose para el hombre
según la imagen del lenguaje, y cada nueva precisión idiomática es al mismo tiempo un
aumento, un enriquecimiento de su mundo. Esto no se refiere sólo al mundo externo,
sino también al interno, espiritual y anímico. Así como el mundo externo va
estructurándose en el niño al aprender éste a designarlo, a captarlo idiomáticamente, así
también se estructura y se forma su fuero íntimo por medio de la expresión idiomática”,
Desde que nacemos, estamos insertos en un núcleo social específico, al menos,
biológicamente hablando, y de no poseer ningún tipo de deficiencia motora o
anatómica, esta es una realidad. Estamos en constante presencia de signos, códices,
palabras, mensajes y estímulos, que de alguna forma alimentan nuestra lengua, y esta
por sí sola puede resultar muy ambigua o provocar diferentes reacciones, recordando
que el aspecto cultural también incide significativamente en cómo percibimos todo lo
acontecido ante nuestros ojos y oídos. La oralidad no solo consiste en hablar y ya, casi
siempre el cuerpo es un respaldo de cada expresión, frase u oración que se dice. Los
brazos y el rostro también comunican y también se educan, para que su utilización en la
oralidad no solo tenga peso, sino que lo expresado, sea dicho asertiva y eficazmente.
Tenemos un gesto para acompañar casi todo, para saludar, para despedir, para indicar la
ubicación de los objetos, para manifestar dolor, estrés, ansiedad, dolor. Ningún ente de
la especie humana escapa de su alcance y en cada cultura hay variaciones y
modificaciones para cada intención comunicativa.
Barrera (1994) afirma que ha sido muy difícil demostrar que existan otras especies,
distintas de la humana, capaces de operar comunicativamente sobre la base de sistemas
lingüísticos similares a las lenguas naturales. Ya la psicolingüística antropológica y
experimental han demostrado fehacientemente que el lenguaje hablado es una facultad
privativa del hombre.
Entendiendo lo señalado hace un instante, el ser humano podría considerarse
privilegiado por poseer las capacidades cognitivas del lenguaje. En él recae la
responsabilidad de perfeccionarlo y evolucionar según el desarrollo global de nuestra
sociedad.
De acuerdo con el autor Rafael Cadenas, la narración oral es todas aquellas
manifestaciones espontáneas que el individuo emana de su ser, como inquietud y
necesidad de comunicarse con sus semejantes a través de la palabra. La narración oral
es muy amplia, se manifiesta a través de una gran riqueza temática, ya sea como prosa o
como verso.
Es sumamente importante trabajar desde la oralidad, no solo los textos narrativos cortos,
sino cualquier tipología textual, ya que, sus beneficios en el ámbito social son muchos y
valiosos para desempeñarse, sobre todo, en aquellas disciplinas donde intervenga la
comunicación y el contacto con el público. El enriquecimiento de vocabulario, la
amplitud temática que se puede alcanzar al estar en permanente reunión con diversas
temáticas y situaciones, el desenvolvimiento a nivel gestual y expresivo, que acompaña
de manera obligatoria cualquier discurso humano.
Es interesante leer también la concepción que plantea Garzón Céspedes, F. (2011,
p.134):
La narración oral es un acto de comunicación donde el ser humano, al narrar
a viva voz y con todo su cuerpo, con el público (considerado un
interlocutor) y no para el público, inicia un proceso de interacción en el cual
emite un mensaje y recibe respuesta, por lo que no sólo informa, sino que
comunica, pues influye y es influido de inmediato, en el instante mismo de
narrar, para que el cuento oral crezca con todos y de todos, entre todos.
Es importante aclarar dos puntos importantes, y que como bien dice Isabel Tejerina
(2010, p.51), se han extendido como confusión aceptada, “contar los cuentos no es lo
trial que leer los cuentos en alta voz” y “contar cuentos es una actividad básicamente
escolar y destinada a los niños pequeños. Un error y una pena”. Es cierto que a lo largo
de los años se ha creído que la narración oral es cosa de niños, porque los padres
acostumbran a que sus hijos se duerman mientras escuchan fábulas, leyendas, cuentos y
episodios literarios, pero no, no es exclusiva para ciertas edades y condiciones. Leer y
contar son acciones relacionadas, pero perfectamente disimiles también. En la primera
solo se está reproduciendo lo que las grafías del texto señalan, en la segunda, se está
empleando el cuerpo y la voz en simultáneo.
A lo que Barba Téllez (2003, p.) manifiesta al respecto:
En la narración oral intervienen recursos psicológicos (personales),
procedimientos y medios comunicativos intencionados en una situación
comunicativa real, y su esencia se refleja en la elaboración de los mensajes,
en su significación social y en la forma artística de comunicarlos, lo que
obliga al narrador oral no solo a circunscribirse a los elementos lingüísticos
formales de la narración, sino que necesita descubrir y establecer relaciones
entre estos elementos y los referentes sociolingüísticos, axiológicos y
creativos, propios del proceso comunicativo en que los referentes
sociolingüísticos abarcan el estudio de los elementos socioculturales,
expresados en los mensajes de las producciones narrativas en la utilización
del lenguaje, en los medios comunicativos verbales y extraverbales, propios
de la situación comunicativa que se crea a partir de la narración oral, y en la
comprensión, análisis y producción de nuevos textos.
Es relevante mencionar que, el acto en sí de narrar, es sumamente complejo. No se trata
de fingir, emular o parodiar en suma simplicidad. Cuando un narrador se expone, debe
alimentarse de lo que sucede a su alrededor en ese momento, ver con ojo de lupa esos
detalles que parecen ocultos para el mundo. Debe estar preparado para modificar su
Docente
Selección de textos
Uso de recursos
El emplazamiento que toma el
profesor de aula es ausente y
despreocupada: trial, ordena,
revisa, evalúa. No participa más allá
de su horario, no interactúa con su
grupo, fomentando la
retroalimentación.
Los textos siempre obedecen a lo
establecido por otros. (Cánones
literarios, consensos entre colegas y
personalidades del medio) textos
clásicos, antiguos,
descontextualizados.
La pizarra sigue siendo una
camisa de fuerza, un destino seguro.
No hay empleo de componentes
tecnológicos o lúdicos, que inviten
al uso de otros sentidos y otras
herramientas.
discurso y agregar eventos que enriquezcan el relato. Una escena en el papel es siempre
una nueva en la oralidad, su ritmo y su intencionalidad se ven afectadas por el medio en
el que se encuentre el narrador. Por esto, resulta emocionante y aleccionador
experimentar con el cuerpo, elucubrar posibilidades.
Y para concluir este sucinto apartado, se cree importante señalar los argumentos o la
justificación de la intención. ¿Por qué contar cuentos? La repuesta se halla en el
siguiente texto de George Jean:
Las historias y los relatos de antaño son una fuente inagotable de placer y de
sabiduría. Su pervivencia está ligada a la selección de la versión más
genuina y a su análisis y estudio con todos los recursos de las ciencias
humanas. Su vigencia se vincula también al uso de prácticas creativas para
recrear viejos mitos y crear nuevos cuentos desde el imaginario moderno.
Constituye además un poderoso instrumento de educación, sobre todo
implícita, debido al intercambio de lo subjetivo y de la realidad en el mundo
imaginario y porque en su recepción se integra de modo individual el
mundo exterior y el interior.
No hay mayor tesoro que aquello que aporta a tu educación, que hace que avances
cultural y espiritualmente, y en cada relato que leas o escuches hay algo que aprender,
algo que nos hace cambiar o nos inquieta por dentro. La literatura también tiene ese
poder, el poder de remover, para que el contexto se vea configurado por la imaginación,
la transformación interior y el resplandecimiento de nuevas miradas. Lo que se narre, no
se quedará en el aire, minando espacios conocidos o nutriendo memorias. Todo aquello
que se cuente, en menor o mayor medida, hará vida en algún recipiente atento.
1.3 La promoción como estrategia de enganche y acercamiento al texto literario
De no ser que venda el mejor plato de comida al más asequible precio, nunca será fácil
vender algo a alguien. Se debe estudiar con profundidad el producto, sus bondades y
deficiencias, sus valores, su utilidad, su tiempo de duración, su vigencia y caducidad.
Todo es importante cuando se trata de que el otro compre y quede satisfecho. Así
mismo, la literatura, como materia, asignatura o ciencia, también puede y debe ser
vendida. Ahora, ¿Quieres ser un buen vendedor o uno al que solo le interesa el dinero?
La idea es que tanto el comerciante como el comprador obtengan ganancias y de esto se
trata esta propuesta. Hasta ahora, según la experiencia y el resultado de algunos
estudiantes egresados de universidades públicas y privadas, la literatura no ha sido el
producto de mayor demanda. ¿Qué se está haciendo mal? En la Tabla 1 se presentan
algunos aspectos.
Tabla 1.
Datos sobre el procedimiento para enseñar convencionalmente la literatura en las aulas
Fuente: elaboración propia
Mientras la dinámica de difusión y promoción de la literatura continúe siendo escasa y
rutinaria, un curso más dentro de un programa de estudios, su impacto seguirá siendo
mínimo y a veces, inexistente. Si el docente no se compromete a cambiar las formas, los
recursos y las historias, su materia no tendrá ningún valor trascendental para el
alumnado. María Delia Vivante, en el apartado de la dedicatoria que hace en su libro
“Didáctica de la Literatura”, dice que, “los estudiantes están en peligro de perder la
oportunidad de descubrir el lenguaje como materia prima para crear arte, de encontrarse
con la belleza hecha de palabras, con su música, con su capacidad de elaborar nuevas
imágenes. Está en peligro de perder el agua que calma la sed del espíritu, el deleite
estético que brinda la literatura”. Si aún no se entiende la importancia de llevar esta
disciplina a otro nivel, entonces el sentido de este trabajo es absurdo.
¿Cómo promocionar de la forma correcta la literatura? Pues bien, primero, el profesor a
cargo de esta área debe comprometerse con la permanente reflexión, el único camino
para autoconocerse, detectar errores, idear propuestas y planes, cambiar y transformar
los espacios viciados por la usanza y la desidia escolar. Su compromiso debe ser férreo
y debe al menos durar todo el periodo académico. Escuchar a sus estudiantes, saber qué
aspiran del curso de literatura, qué géneros han leído o sobre qué les gustaría leer. Por
medio de un sencillo instrumento se puede diagnosticar y adquirir mayor información
del grupo. Una vez se tienen los resultados de este diagnóstico, el docente debe
planificar un conjunto de actividades que tengan como objetivo enamorar al estudiante
de los textos literarios. Actividades que incluyan la escritura y la lectura grupal, el
compartir la experiencia lectora con los demás, la libre selección de novelas, cuentos o
poesía. Hacer uso de otros formatos y recursos para presentar los textos, sus análisis y
otros derivados, tales como: pergaminos, teléfonos celulares, diapositivas, teatro
ambulante, Café Concert, entre otros. No se puede imponer límites a la literatura, el
papel no puede ser la única opción para presentarla.
La idea de unir la narración oral y el relato breve, es que se pueda desarrollar en tiempo
real dos capacidades importantes en la vida de todo ser humano:
•
Comunicar de forma asertiva y clara cualquier información.
•
Comprender el texto en su dimensión escrita; desglosarlo, disfrutarlo,
interpretarlo.
El estudiante tendrá la posibilidad de conocer otra forma de degustar los textos
narrativos. Desde hace unas décadas, la ficción breve se ha hecho un hueco entre
nosotros, con su perentorio modo para reducir tramas, líneas de tiempo, personajes,
argumentos, acciones. Ha cautivado a muchos acérrimos de la literatura, con esa
brevedad que a veces asusta, pero que muy buen sabor de boca deja después de dos o
tres lecturas. Estos relatos podrían transgredir la estructura clásica de la narrativa. No
hay presencia de desarrollo extenso de los personajes, no hay definición certera en ellos,
arquetipos o costumbrismos literarios. La ausencia de una voz narradora determinada
puede resultar innovadora para algunos estudiantes, ya que hay mayor libertad en la
composición y el uso de los giros y cruces argumentales. En estos relatos todo es de
sopetón, el misterio comienza en el título y se resuelve en la última línea.
Cuando se trata de caracterizar la minificción es justo decir que, existen polaridades,
opiniones, nomenclaturas, entre otras posiciones sobre cómo debe ser un relato breve. A
continuación, se enumerarán las características propuestas por Zavala (1993):
•
Brevedad
•
El título es pertinente y necesario para completar el sentido del relato.
ECONOMÍA/ REDUCCIÓN/ SÍNTESIS DE LA HISTORIA NARRATIVA
Dispositivo técnico narrativo:
-La acción se singulariza (nuclearización diegética), lo cual conduce a la supresión de
cualquier tipo de acciones y acontecimientos secundarios o no determinantes.
-El tiempo narrativo se condensa, multiplicando el recurso de la linealidad temporal y de
lo elíptico.
-Reducción de la categoría personaje en el desarrollo de la acción y de la caracterización
actoral, así como de la difuminación o inexistencia de las formas y procedimientos
singulares de la caracterización del mismo.
-Mayor utilización del modo narrativo, frente a técnicas decelerativas como el diálogo,
la pausa o la descripción.
-Se generaliza la minimización del diseño y de la configuración espacial.
•
Suelen ser variopintos en las temáticas que abordan y en el discurso explorado
(filosófico, político, social, educativo, religioso).
•
Presencia de la intertextualidad.
•
Cruce de géneros discursivos.
Por su parte, Rojo (1997) describe otros rasgos, oportunos e interesantes de conocer:
•
Economía del lenguaje.
•
Juegos de palabras.
•
Hibridación literaria (fábulas, aforismos, alegorías, parábolas, proverbios y
mitos).
•
Presentación de situaciones y eventos de naturaleza paródica.
En la siguiente Tabla 2 se presenta el resumen de los diferenciadores que establece
Francisco Álamo en su investigación.
Tabla 2.
Economía, reducción, síntesis de la historia narrativa
Fuente: elaboración propia
Metodología
Este estudio está dentro de los parámetros que plantea la investigación cualitativa que,
según los autores Blasco y Pérez (2007: 25) estudia la realidad en su contexto natural y
cómo sucede, sacando e interpretando fenómenos de acuerdo con las personas
implicadas. Utiliza variedad de instrumentos para recoger información como las
entrevistas, imágenes, observaciones, historias de vida, en los que se describen las
rutinas y las situaciones problemáticas, así como los significados en la vida de los
participantes.
Los datos seleccionados para completar este estudio se obtuvieron de una investigación
anterior que buscaba recabar documentación histórica sobre el origen y concepción del
microrrelato. Tal como lo sugiere Taylor y Bogdan (1987); la investigación cualitativa
es inductiva. Los investigadores desarrollan conceptos y comprensiones partiendo de
pautas de los datos y no recogiendo datos para evaluar modelos, hipótesis o teorías
preconcebidos. Los investigadores siguen un diseño de investigación flexible,
comenzando sus estudios con interrogantes vagamente formuladas.
También se construyó a través de diversos materiales fotográficos y audiovisuales que
sirvieron de referencia para realizar algunos comentarios y juicios.
Grupo 1
Grupo 2
Grupo 3
Grupo 4
Grupo 5
Filosofía
Psicología
Biología
Política
Medicina
Resultados
Con este estudio, se propone lo siguiente. El primer encuentro del estudiante con un
relato breve resulta siempre un momento grato para cualquier docente, ya que, su
asombro y agrado demuestran que la literatura, como asignatura, tiene múltiples
caminos para seguir ofreciendo resultados y conclusiones satisfactorias. El joven
pregunta: ¿Cómo un escritor puede conseguir en tan pocas líneas crear un cuento?
¿Cómo puede decir tanto en tan poco espacio, en tan pocos escenarios? y entonces se
halla envuelto por el misterio y el regalo de la narrativa. Invitarles a escribir uno, nunca
estará de más.
1.1 El club de las voces inmediatas
La propuesta consiste en el siguiente constructo: cada docente de literatura de la
institución a la que pertenezca debe seleccionar un lugar o espacio que esté en
condiciones para ser utilizado por la población estudiantil. Un recinto destinado a las
actividades literarias. Posteriormente, en una hoja blanca debe llevar un registro del
grupo que estará participando asiduamente en el club. Describir a profundidad los datos
de cada narrador. Se puede emplear un formato en el que se describa un perfil detallado
(fotografía, aptitudes, cualidades, personalidades, intereses artísticos, etc.). Una vez se
cuente con esta información, y se tenga el espacio adecuado, el docente dividirá al
grupo en cinco (Tabla 3) y a cada uno asignará una vertiente discursiva, desde la
filosofía hasta la biología, y a su vez, invitará al grupo a buscar un relato breve que
tenga que ver con ese tema.
Tabla 3.
Distribución de los Grupos y sus Temas correspondientes
Fuente: elaboración propia
Se realiza la selección según una disciplina distinta, para que el estudiante pueda ver
cuán variada y amplia es la mirada de un escritor y que se puede escribir sobre cualquier
cosa y al mismo tiempo pueda ser narrada oralmente. Cada grupo debe seleccionar en
alguna antología de narrativa breve, un texto que tenga que ver con su disciplina. Debe
reunirse previamente, para hacer una lectura del mismo y discutirlo entre los
participantes. Deben escribir en una hoja o en su teléfono móvil, sobre qué trata el
relato, cómo nos afecta, con qué otra historia podríamos relacionar esos eventos o esos
problemas que afronta el personaje o los personajes, qué nos sugieren las imágenes
retóricas y qué intención podrían tener dentro de la historia. En esa superficie pueden
anotar cualquier apunte que surja de esa primera ojeada. Se contará con un día
semanalmente para realizar el encuentro del grupo, una vez estén todos reunidos, cada
participante debe decidir a quién interpretará en el acto narrativo, con quién se sienten
identificado y si es posible argumentar esa decisión. Contarán con al menos 10 minutos
para hacer un ensayo a solas, posteriormente, deben presentarse ante el resto de los
compañeros y narrar el relato seleccionado.
No deben inventar diálogos, solo limitarse a narrar lo que el relato contiene. Incluso, la
primera narración pública puede ser inexpresiva y sin ningún tipo de entonación teatral.
Una vez terminada, el docente dará sus apreciaciones y compartirá sus conclusiones con
el grupo. La segunda lectura pública se realizará con una semana de preparación, y en
esta ocasión, los estudiantes añadirán a la narración los diálogos y sucesos que deseen,
modificarán a su antojo la historia, siempre y cuando se respete la estructura del relato
elegido. Pueden incorporar algún elemento de vestuario y escenografía, si esto
enriquece la historia o potencia la intervención de algún personaje relevante. Se ubicará
el grupo participante delante de sus compañeros en un círculo espacioso que permita el
desplazamiento de los narradores. Esta actividad puede contribuir con la calificación del
curso o simplemente ser un club de recreación y aprendizaje. El nombre del club lo
pueden construir entre todos los participantes. Una vez finalizada todas las narraciones,
el docente debe dar a manera de taller, una clase sobre narración oral, en donde puede
hablar del origen de este acto humano, su importancia en las civilizaciones antiguas y en
la actualidad, su impacto en otros ámbitos sociales. Esto servirá como bagaje para que
los estudiantes mejoren sus prácticas narrativas.
1.2 Acciones y capacidades personales de los narradores
El buen narrador es aquel que cuenta tan bien que consigue que los espectadores se
sientan parte de su mundo ficcional. No se distinguen realidades, los límites del espacio-
tiempo son transgredidos según las dimensiones a las que conduzca la persona que está
narrando. Muchas de estas capacidades y recursos, los hemos puesto en práctica de
manera inconsciente, pero si se tiene conciencia de ello, el resultado será más creíble y
llevadero. El conjunto de acciones con las que cumple un narrador son casi siempre la
muestra de la experiencia y la observación. El proceso es el siguiente:
1. Selecciona el relato
2. Estructura el relato
3. Evoca y recrea imaginariamente las acciones a narrar y las circunstancias en que
ellas tienen lugar.
4. Comparte el relato con el público, contando para ello con recursos tales como:
-Su lengua (las palabras y sus reglas combinatorias).
-Su expresión gestual o corporal (incluyendo la mirada).
-Su expresión vocal.
-Su capacidad para interactuar con el público.
-Su capacidad de representar personajes.
-Su capacidad de utilizar significativamente el espacio.
-Su capacidad de utilizar objetos auxiliares para la representación simbólica del
mundo.
No hay pretensión de que el narrador sea o se transforme en un actor. Se trata de
potenciar las habilidades naturales para imitar al otro, en su desenvolvimiento, en su
proceder, en su tono o timbre de voz, en su manera de caminar, de dirigirse
lingüísticamente, etc. Todos, alguna vez en la vida, hemos parodiado a algún conocido o
a alguien del medio artístico, hemos tratado de parecernos a él, a través del mimesis
conseguimos encarnar la otredad y jugar a representar ese papel. Es justo esto, lo que
cada estudiante del curso de literatura debe llevar a cabo en ese club, divertirse
narrando, haciendo uso de los relatos breves, mejor excusa para promocionar la
literatura, no existe.
Conclusiones
Es un hecho, la literatura no puede morir, y no se trata solo de su antagonismo en las
aulas educativas, se trata de la literatura para la humanidad, si se permite que se trate
como la cenicienta del cuento y no se le da el sitial merecido, estaremos ante la
extinción de más seres brillantes y creativos, seres capaces de causar la revolución, la
revuelta o la preocupación en su comunidad o en su entorno. Porque la literatura no es
sinónimo de libros históricos o artísticos, puestos en una repisa que nadie visita y a la
que todos desprestigian. La literatura es el mayor registro de las vivencias que pueda
haber, el reconocimiento de la pluralidad y la diversidad, de que en una hoja todos,
absolutamente todos, pueden convivir en plenitud armónica.
El papel que el docente debe desempeñar en la actualidad tiene más de facilitador, que
de clásico consignatario de conocimientos y lecciones. Compromiso, sensibilidad,
empatía, estas tres distinciones deben ser el lema de cada profesor. Un docente de
literatura en este siglo, debe estar preparado para fortalecer las virtudes de su grupo
desde cualquier hallazgo sugerido.
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