Importancia del currículo, texto y docente en la clase
de matemática
Fabián Eugenio Bravo Guerrero
Universidad de Cuenca
fabianbravo@yahoo.com
https://orcid.org/0000-0002-0372-2071
Resumen
El ajuste curricular realizado en el Ecuador en 2016 responde al paradigma
constructivista, los textos que guían al docente de matemática propuestos por el
Ministerio de Educación también están desarrollados acorde a esa visión, entonces, el
docente debe desarrollar una clase activa y reflexiva, apoyado en una serie de recursos
propuestos en el ajuste curricular. La educación debe tener todos sus elementos bien
armonizados para que el estudiante tenga los resultados de aprendizaje adecuados, se
plantea el objetivo de analizar la relación entre tres elementos: diseño curricular, texto
guía y el docente. En esta investigación se aplica la metodología de revisión documental
para analizar cómo el ajuste curricular idealiza la relación entre estos elementos, y cuál
es la realidad. En la práctica se encuentran algunas dificultades, una de ellas, los textos,
que traen cantidades excesivas de contenidos a desarrollarse y obligan al docente a
“dar” clases, sin cerciorarse del logro de aprendizajes de los alumnos; también, la
reforma no ha tenido la suficiente difusión a los docentes, quienes aún desarrollan sus
clases de forma tradicional, enfatizando en la memorización de contenidos y de recetas
mecánicas para resolver los ejercicios.
Palabras clave: constructivismo, docente matemática, educación, reforma curricular
2016, texto guía
Abstract
The curricular adjustment carried out in Ecuador in 2016 responds to the constructivist
paradigm, the texts that guide the mathematics teacher proposed by the Ministry of
Education are also developed according to that vision, and therefore, the teacher should
develop an active and reflective class, supported by a series of resources proposed in the
curricular adjustment. Education must have all its elements well harmonized so that the
student has the appropriate learning results; the objective is to analyze the relationship
between three elements: curriculum design, guide text and the teacher. The
documentary review methodology is applied to analyze how the curricular adjustment
idealizes the relationship between these elements, and then what is the reality. In
practice there are some difficulties, one of these is the texts bring excessive amounts of
content to be developed, which forces the teacher to “give” classes, without making sure
of the students’ learning achievement. Also, the reform has not been sufficiently
disseminated to teachers, who still develop their classes in a traditional way,
emphasizing the memorization of content and mechanical recipes to solve the exercises.
Keywords: constructivism, mathematics teacher, education, 2016 curriculum reform,
guide text
Introducción
En Ecuador se realizaron varias reformas a sus planes curriculares debido a que los
estudiantes no lograban adquirir los saberes y habilidades que se proponía el Ministerio
de Educación (Salazar, 2014), en el 2016 se realiza una reforma que se hace operativa
con un diseño curricular renovado, textos guía y capacitaciones para el docente, pero
esta articulación entre los tres elementos antes descritos, aunque parece consistente, en
la práctica tiene algunos desfases.
La actualización curricular para el área de matemática está fundamentada en la
perspectiva epistemológica emergente del tema mencionado, denominada pragmático-
constructivista, este modelo considera que el estudiante alcanza aprendizajes
significativos cuando resuelve problemas de la vida real, aplicando los conceptos y
herramientas matemáticas que aprendió (Ministerio de Educación, 2016a), se aplica un
currículo que flexibiliza los temas a desarrollarse (Ministerio de Educación, 2016b)
especialmente en matemática; sin embargo, los resultados obtenidos en evaluaciones de
matemática continúan siendo consistentemente bajas (Heredia, 2018; Ponce, 2000), con
aprendizajes superficiales y memorísticos (Vielma, 2019), donde el docente tiene
deficiencias en el abordaje de ciertos temas (Hidalgo, Oquendo, Hidalgo, & Hidalgo,
2018). Pero estos resultados no son una casualidad, la clase aún es tradicional por
diversas razones: el profesor que no tiene formación pedagógica y se siente cómodo con
desarrollar la clase de siempre, el docente está forzado a cumplir con los programas
hasta el fin del año escolar, por su parte los estudiantes esperan que el docente les
enseñe (Pochulu & Font, 2011) y memorizan los temas para rendir sus evaluaciones
(Ponce, 2000).
El docente, por su parte, en un intento por actualizarse da una clase “magistral
interactiva”, donde todavía goza del prestigio dado por su saber, sin embargo, propicia
una interacción que en la práctica es unidireccional con sus discentes, donde él solo
aceptará lo que coincida con su propio discurso (Pochulu & Font, 2011), el docente
tiene una preparación libresca y reproductiva (Ortiz, Fabara, Villagomez, & Hidalgo,
2017), durante mucho tiempo ha dado la misma asignatura y ha tenido poca
actualización, así que, repite una y otra vez la misma clase, memorizada de un antiguo
texto que en el pasado le sirvió como referente (Bravo, Trelles, & Barrazueta, 2017).
El gobierno ha tenido entre sus políticas educativas la producción de textos escolares
(Ponce, 2000) que vuelven operativa la actualización curricular y ayudan a organizar el
desarrollo de los cursos. Actualmente se dispone de textos guía tanto para el estudiante
como para el docente, con el fin de apoyar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estos
textos tienen afinidad con la propuesta curricular, por lo que desarrollan los temas con
actividades contextuales, reflexivas, de trabajo activo, participativo y colaborativo, de
uso de materiales concretos y de recursos tecnológicos (Ministerio de Educación,
2016f).
Es claro que en el diseño de la actualización curricular la intención fue elaborar una
propuesta constructivista que articule los todos los elementos, entre ellos: currículo,
texto y docente, sin embargo al llevar esta propuesta a la práctica, se encuentra el
problema: los tres elementos descritos tienen dificultades, ya que la actualización y el
texto contienen excesivos temas que toman mucho tiempo desarrollarlos en un
paradigma que requiere de reflexión, antes que la memorización. El docente aún
desarrolla su clase con metodologías tradicionales y tiene recelo de usar las tecnologías,
que no compatibiliza con la propuesta del Ministerio de Educación, estas
inconsistencias entre los elementos nos llevan más adelante a analizar en detalle esta
situación.
Metodología
En esta investigación se aplica la metodología de revisión documental, mediante una
búsqueda sistemática de documentos, se hace un análisis bibliográfico a diferentes
textos del Ministerio de Educación que dan soporte al ajuste curricular del 2016, y de
otros autores que investigan sobre el tema. El objetivo es analizar relación entre el
currículo, texto y docente tal como lo plantean los documentos oficiales del Ministerio.
Posteriormente se analiza lo que sucede en la práctica, que la interrelación entre estos
tres elementos no siempre se desarrolla como se espera, y es evidente que se dan
desfases que finalmente afectan a la razón de ser del proceso educativo: el estudiante y
sus aprendizajes de matemática.
1. La relación ideal entre el currículo, el texto y el docente de matemática
Para iniciar el análisis de la relación entre los elementos: diseño curricular, texto guía y
docente, revisamos los conceptos fundamentales. El Ministerio de Educación (2016b)
menciona que el currículo es la expresión del proyecto educativo del país enfocado al
aprendizaje y el desarrollo de todas las personas en el aspecto individual y social. Sobre
las guías didácticas, se menciona que desarrollan el currículo y apoyan al docente para
“enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje a partir del contenido del texto de
los estudiantes, permitiendo desarrollar los procesos de investigación y de aprendizaje
más allá del aula” (Ministerio de Educación, 2016g, p.4). Dado que el currículo está
fundamentado en el constructivismo, en el Ecuador, el docente tiene un rol de guía de
los estudiantes, que los oriente al logro de competencias al fomentar metodologías
activas y participativas que incentiven “el pensamiento racional y crítico, el trabajo
individual y cooperativo del alumnado en el aula, que conlleve la lectura y la
investigación, así como las diferentes posibilidades de expresión” (Ministerio de
Educación, 2016h, p.17).
Con la actualización curricular del 2016 se desarrolla una propuesta más abierta y
flexible que responde a los intereses y necesidades de los estudiantes, da atención a la
diversidad de los estudiantes, y se adapta a sus diferentes ritmos de aprendizaje
(Ministerio de Educación, 2016b). El diseño curricular pretende que se alcancen
capacidades expresadas en destrezas con criterios de desempeño, también da al docente
orientaciones metodológicas y criterios e indicadores de evaluación (Delgado, Vera,
Cruz, & Pico, 2018); sin embargo, en cada ocasión que se han realizado ajustes
curriculares se ha tenido una lógica de incorporación de nuevos contenidos, teniéndose
como resultado una sobrecarga de temas a ser desarrollados y aprendidos por los
estudiantes, por eso la actualización curricular 2016 distingue entre “aprendizajes
imprescindibles” y “aprendizajes deseables” que le da a la institución educativa cierta
flexibilidad y le permite establecer prioridades en cuanto a decidir qué temas deseables
se desarrollan (Ministerio de Educación, 2016b), que se ajuste a la realidad de la
institución y a las necesidades de sus estudiantes (Cóndor, Rodríguez, Remache, &
Sánchez, 2018).
Los textos elaborados por el Ministerio de Educación ofrecen al docente una guía,
donde se encuentra la planificación de los diferentes bloques curriculares, con las
destrezas con criterio de desempeño que se pretenden lograr, una serie de orientaciones
metodológicas para la organizar y desarrollar su clase, indicadores de logro y
actividades de evaluación (Ministerio de Educación, 2016c). Por su parte, los
estudiantes también tienen su texto, donde se desarrolla el currículo de forma integral,
adaptado a su edad, y que propicia su desarrollo personal pleno y su integración a la
sociedad guiada por los principios del Buen Vivir (Ministerio de Educación, 2016d).
El texto oficial que guía al docente, le apoya a desarrollar la clase de matemática de
forma creativa, dándole información contextual e histórica, ampliando conceptos,
desarrollando ejercicios modelo, facilitándole metodologías para la resolución de
problemas (Ministerio de Educación, 2016e), proponiendo el desarrollo de actividades
de investigación, organizando actividades colaborativas, mostrando propuestas para
evaluar los aprendizajes, todo esto en concordancia con la perspectiva pragmática
constructivista (Ministerio de Educación, 2016a). La actualización curricular incorpora
nuevos temas que van cobrando vigencia en el contexto social, por lo tanto, los textos se
vuelven bastante abarcadores, y llegan a tener un sinnúmero de temas.
Los textos oficiales de matemática para el estudiante, fomentan el autoaprendizaje, la
investigación, el uso de tecnologías de la información y comunicación, ejercicios
contextualizados, aplicaciones a la vida real, nos cuenta la historia de la matemática, el
propósito es que el estudiante desarrolle confianza en su propio potencial y tenga gusto
por la matemática (Ministerio de Educación, 2016f) se espera que el estudiante esté
motivado para tener una participación activa en la clase, que gestione el logro de sus
aprendizajes, y que estos sean significativos.
Por su parte los docentes que ejercen la docencia en matemática han ganado concursos
de oposición y méritos, donde debían demostrar ser competentes en lo disciplinar y lo
pedagógico. En el aspecto disciplinar, deben tener una sólida base de conocimientos que
les permita desarrollar sus clases con solvencia, que conozcan el contexto histórico del
tema, que entiendan a profundidad el tema, que sepan dónde o cómo se aplican esos
conocimientos (Bravo, Trelles, & Barrazueta, 2017). Mientras, en lo pedagógico, los
docentes deben planificar y organizar sus clases apegados al paradigma que fundamenta
el diseño curricular, deben motivar al estudiante y organizar la clase para que sea él
quién pase a tener el rol protagónico de aprender.
La labor del docente es de suma importancia, él debe planificar cuidadosamente una
serie de actividades que le propongan al estudiante ser activo, investigador, cooperativo,
reflexivo, debe planificar diversas técnicas de evaluación que le ayudarán a optimizar
los procesos de aprendizaje de sus estudiantes (Cóndor, Rodríguez, Remache, &
Sánchez, 2018). El Ministerio de Educación, le facilita al docente el texto que guiará las
actividades en el aula y que han sido diseñadas en base al paradigma vigente. Para
mantener actualizado al docente, también se le ofrece cursos de capacitación de modo
que sean capaces de plasmar en sus clases la visión del constructivismo y se logre en los
estudiantes aprendizajes significativos y duraderos.
Como consecuencia de ese nivel de integración de los tres elementos del dispositivo
educativo: diseño curricular, textos y docentes de matemática, se espera que los
estudiantes estén motivados por aprender, sean capaces de autorregular sus procesos de
aprendizaje, logren aprendizajes mediante construcción reflexiva de conceptos, en fin,
los estudiantes deben alcanzar aprendizajes significativos, deben tener competencias
que les sirva para aplicar los aprendizajes en la vida cotidiana y en la práctica
profesional (Hidalgo, et. al, 2018).
2. La realidad de la relación entre el currículo, el texto y el docente de matemática
Existe una buena coherencia entre el diseño curricular del 2016, fundamentado en la
perspectiva emergente de la matemática: pragmática-constructivista, y los textos
elaborados por el Ministerio de Educación que lo hacen operativo, planteando que el
estudiante logre aprendizajes significativos al resolver problemas del contexto y
aplicaciones de la vida real (Ministerio de Educación, 2016b), mediante una serie de
actividades centradas en la motivación, actividad y reflexión del estudiante.
Pero en la práctica el diseño curricular considera una cantidad excesiva de aprendizajes
a ser logrados por el estudiante (Herrera & Cochancela, 2020), el documento de ajuste
curricular categoriza a estos aprendizajes como básicos imprescindibles y básicos
deseables (Ministerio de Educación, 2016a), y aunque los primeros son obligatorios, a
los segundos da a las instituciones educativas la posibilidad de decidir cuales temas
deseables desarrollar. El problema es que las instituciones educativas y los docentes, se
presionan por desarrollar todos los aprendizajes del currículo, porque posteriormente en
las evaluaciones Ser Bachiller, que sirven como un componente de la nota de
graduación y para el ingreso a la universidad, forman parte de la evaluación todos los
temas del currículo.
En el caso de los textos, el problema es que traen cantidades excesivas de temas, que le
dificultan al docente trabajar y lograr en los estudiantes las destrezas planificadas, más
bien el docente se ve apremiado por el tiempo y tan solo logra desarrollar muchos
contenidos sin que se logre aprendizajes de calidad en los estudiantes (Ministerio de
Educación, 2016a). El texto plantea una serie de actividades basadas en el
constructivismo, que requieren de más tiempo que el programado para desarrollarlas
adecuadamente y lograr los aprendizajes en los estudiantes. Para complicar el tema, los
docentes se han visto abocados a cumplir con una serie de informes y llenado de
formularios que les ocupa demasiado tiempo en labores administrativas, dejando escaso
tiempo para planificar y preparar adecuadamente la clase.
También ha existido la preocupación por que los docentes se actualicen en los cambios
y mejoras que trae el ajuste curricular y puedan llevarla adelante, que esos conceptos
filosóficos en los que se fundamenta la reforma curricular puedan ser transformados en
buenas prácticas dentro del aula. Sin embargo, los cursos que ofrece el Ministerio de
Educación para actualizar a los docentes son escasos y tienen mucha demanda (Ortiz et
al., 2017), estos cursos se ofrecen prioritariamente a los docentes del sector fiscal y
poco llega a los docentes de instituciones particulares; en definitiva, el proceso de
apropiación del ajuste curricular aún no termina (Herrera & Cochancela, 2020).
En muchos casos los docentes toman los cursos para cumplir ciertos requisitos que les
permitirá ascender de categoría y no realmente para aplicarlos en el aula; en otros casos
los capacitadores dan un discurso que explica los fundamentos teóricos del ajuste
curricular, con un lenguaje de alto nivel que no llega al docente, de modo que la
capacitación no se traduce en metodologías y recursos que permitirían desarrollar una
clase basada en el constructivismo, así que no siempre esa capacitación se transforma en
una clase constructivista, que es lo que pretende la reforma curricular.
Los docentes de matemática, con frecuencia tienen un título universitario de una
profesión técnica, pero no tienen preparación pedagógica, entonces la clase tiene
carencias en la parte didáctica y metodológica (Bravo, Trelles, & Barrazueta, 2017)
muchos docentes aún tienen prácticas tradicionales, donde ellos todavía tienen un rol
protagónico, deciden qué y cómo hacer las cosas en el aula (Ortiz et al., 2017). Escogen
los temas que se desarrollarán en función de lo que conocen desde antaño, y no
desarrollan nuevas temáticas que se requieren en la actualidad, en consecuencia, ciertos
temas son minimizados o excluidos, otros tiene dificultades con usar en el aula las
tecnologías de la información y la comunicación. Aunque, aparentemente lo
programado se cumple, pero en la práctica una cosa es el currículo declarado para
cumplir con las formalidades académicas, y otro el vivido (Ortiz et al., 2017).
Dado que para el gobierno es una prioridad la inclusión de los sectores tradicionalmente
desfavorecidos o con necesidades especiales (Consejo Nacional de Planificación, 2017)
Art. 6 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI, 2010), el docente debe
atender a la heterogeneidad de los estudiantes y sus particularidades al enseñar, lo que le
obliga al docente a realizar adaptaciones curriculares para el efecto. Todas estas
consideraciones hacen que en la práctica el docente no alcanza a desarrollar lo
planificado debido a que le toma mucho tiempo.
En el tercer año de bachillerato muchas instituciones educativas deciden preparar a sus
estudiantes para la evaluación Ser Bachiller y destinan las últimas semanas del año
escolar a este fin, dejándose de lado algunos temas planeados en el currículo. Los
estudiantes son los afectados de que en la práctica los tres elementos del dispositivo:
diseño curricular, textos y docentes de matemática no engranen adecuadamente y
existan los desfases antes mencionados.
Otro desfase se da entre el diseño curricular y el docente de matemática, cuando el
currículo de matemática se fundamenta en la perspectiva pragmático-constructivista,
donde el estudiante alcanza aprendizajes significativos al resolver problemas de la vida
real, en cambio, el docente da una clase que no es constructivista y está basada en el
desarrollo teórico, la resolución de ejercicios numéricos y literales que no tienen un
contexto ni una aplicación a la vida real, y el estudiante tiene un papel pasivo en la
clase, en consecuencia, el estudiante no logra aprendizajes profundos y significativos.
En la relación entre el docente y el texto de matemática, también hay dificultades,
cuando el docente decide desarrollar temas que son de su dominio y prefiere dejar de
lado aquellos que no son su fortaleza, en ese caso el estudiante puede verse privado de
ciertos aprendizajes importantes para su formación integral, la relación que se describe
entre los tres elementos lo podemos apreciar en la Figura 1.
Figura 1. Desfases entre los tres elementos del dispositivo educativo en la clase de Matemática
Conclusiones
En el papel, los tres elementos del dispositivo educativo: currículo, texto y docente,
funcionan según la actualización curricular del 2016, dado que el currículo ha sido
diseñado fundamentado en el constructivismo, el texto guía desarrolla metodologías
activas, participativas, reflexivas; allí, se fomenta el uso de recursos didácticos que
permiten a los estudiantes construir conocimientos, y se prevé un docente capacitado y
comprometido con el paradigma, de modo que parece que hay armonía entre los
elementos descritos.
Sin embargo, en la práctica se encuentran algunas razones por las que estos tres
elementos tienen problemas. El diseño curricular da la posibilidad a las instituciones de
decidir cuáles son los aprendizajes imprescindibles y cuáles son los deseables, sin
embargo, los exámenes de graduación que también sirven para el ingreso a la
universidad, exigen a los estudiantes haber aprendido todos los contenidos. Los textos
contienen todos los temas, y los docentes en su afán de cubrir la mayor cantidad de
ellos, tratan de pasar muy rápido por todos, sin lograr en sus estudiantes aprendizajes de
calidad.
A pesar de que el diseño curricular está fundado en el constructivismo, y el texto
también está desarrollado en ese paradigma, el docente aún tiene arraigadas las prácticas
tradicionales, con métodos que favorecen la memorización y repetición de los temas,
dado que el tiempo es escaso, el docente tiene que “dar clases”, dejando poco espacio
para desarrollar una clase activa, participativa y reflexiva donde el estudiante tenga un
papel preponderante. Aunque el texto recomienda al docente usar algunos recursos
didácticos, especialmente tecnológicos, el docente poco conoce del potencial de las
TICs, y ese desconocimiento limita la calidad de su clase, y la posibilidad de que sus
estudiantes logren aprendizajes de calidad.
Como resultado de las dificultades entre los tres elementos analizados: currículo, texto y
docente, quienes finalmente salen afectados de todas las inconsistencias que se dan en la
práctica son los estudiantes. Los diseños curriculares y los textos de matemática deben
ser revisados para que no sean excesivos los temas que deben desarrollarse, permitan al
docente tratarlos con detalle en una clase activa, reflexiva y contextualizada. El docente
debe ser capacitado, de modo que conozca el constructivismo y las herramientas que le
permitan llevar ese paradigma a la clase, debe usar las tecnologías como un recurso que
le facilita el logro de los aprendizajes de sus estudiantes, de modo que dejen de ser
considerados como actores pasivos de su proceso educativo, se sientan motivados, y
sean proactivos para lograr aprendizajes significativos y gusto por la matemática.
Existen otros elementos que también pueden considerarse en el hecho educativo y
merecen ser investigados: las autoridades de las instituciones educativas, la
infraestructura y equipamiento, y el papel de los padres de familia, entre otros, son
trascendentales en la educación de los jóvenes.
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