https://doi.org/10.35290/rcui.v9n1.2022.432
ENSAYO
Alejandra Pizarnik, su aporte en la construcción del
concepto de mujer en el feminismo interseccional
Fecha de recepción: 2021-10-18 Fecha de aceptación: 2021-11-22 Fecha de publicación: 2022-01-10
Rosa Estefanía Navas Espinosa
English Ride, Ecuador
englishridec@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-4360-769X
Resumen
El presente estudio recopila y describe la construcción del concepto de la mujer desde los
aportes literarios de Pizarnik. Asimismo, se articulan escritos de Pizarnik con el enfoque del
feminismo interseccional. La metodología aplicada es de tipo descriptivo-cualitativo, con un
diseño narrativo. El ensayo tiene como principal objetivo describir desde varios escritos de
Pizarnik, tales como poesía, diarios y citas, la construcción del concepto de la mujer,
relacionando con el feminismo interseccional. En varios poemas y escritos se vislumbra varias
temáticas: la noción de mujeres unidas, la ruptura de los estereotipos de género, la soledad,
independencia de una mujer, el apropiarse del cuerpo, la construcción de ser mujer desde una
perspectiva “outsider”, las barreras infranqueables entre los derechos que poseen las mujeres y
los hombres, además de la insuficiencia del lenguaje en la descripción de versiones de
realidad.
Palabras Clave: Alejandra Pizarnik, poeta, mujer, feminismo
Abstract
This study compiles and describes the construction of the concept of woman from Pizarnik’s
literary contributions. It also articulates Pizarnik’s writings with the approach of intersectional
feminism. The methodology applied is descriptive-qualitative, with a narrative design. The
main objective of the essay is to describe from several writings of Pizarnik, such as poetry,
diaries and quotations, the construction of the concept of woman, relating it to intersectional
feminism. In several poems and writings several themes are glimpsed: the notion of united
women, the rupture of gender stereotypes, the loneliness, independence of a woman, the
appropriation of the body, the construction of being a woman from an "outsider" perspective,
the insurmountable barriers between the rights that women and men have, as well as the
inadequacy of language in the description of versions of reality.
Keywords: Alejandra Pizarnik, poet, woman, feminism
Introducción
Alejandra Pizarnik fue una escritora argentina (Avellaneda, 1936 - Buenos Aires, 1972). Su
construcción poética y sus diarios expresan el inconformismo social, de género y hacia el
mismo lenguaje. Sus escritos rompen los parámetros de las décadas precedentes, no busca
imitar a nadie, sino endilgar una literatura subversiva (Calahorrano, 2010). Por ello se
visualiza una diferencia de construcción en su concepto de mujer, ello indicaría que cada
mujer construye un concepto sobre qué es ser mujer desde su postura política, social, su
nacionalidad, su raza y su historia de vida (Sales, 2017). Las diferentes interpretaciones
subjetivas de ser mujer son uno de los puntos que también se visualiza en el feminismo
interseccional. Desde esta línea, el término interseccionalidad aporta con construir el concepto
de mujer desde lo complejo de la vida social, con una perspectiva multidisciplinaria (Sales,
2017). Desde la misma postura, Simone de Beauvoir (2011) indicó que la mujer se construye,
teoría que Poulain de la Barre y Harriet Taylor corroboran. Lo que significa que no hay nada
biológico que justifique la discriminación hacia las mujeres, la cultura es el medio de dónde
parten los conceptos de ser mujer e incluye los estereotipos. Por ello, la mujer se encuentra
envuelta en un ideal femenino, un concepto de belleza eterna, sumisión, maternidad y trabajo
del hogar. Y al enfrentarse a estos ideales, decide construirse diferente, dejar la postura de
vasalla y volverse independiente. En este sentido, la mujer se permitirá seguir sus
expectativas, desde un deseo propio y no desde un deseo impuestos por una sociedad machista
(Beauvoir, 2011).
En el caso de Pizarnik, su escritura está enmarcada en el erotismo e irreverencia, quitarse las
categorías de género y de transgredir cualquier concepto relacionado con el ideal femenino
(Calahorrano, 2010; Sales, 2017). No obstante, por más que la autora no quiera pertenecer a
ningún ismo, ni a ningún movimiento, en varios poemas se vislumbra las siguientes temáticas:
1) la noción de mujeres unidas, 2) el irse en contra de los estereotipos de género, 3) la soledad,
4) independencia de una mujer, 5) el apropiarse del cuerpo, 6) la construcción del concepto de
mujer desde una perspectiva “outsider”,7) las barreras infranqueables entre los derechos que
posee una mujer y los del hombre, 8) el lenguaje como insuficiente en el marco de descripción
sobre versiones de realidad. Asimismo, opta por la androginia en los escritos como expresión
subversiva ante una elección de género de tipo heterosexual, en contextos conservadores.
Históricamente, en Argentina desde 1920 a 1940 se perseguía masivamente a la
homosexualidad, el lesbianismo y diferentes orientaciones sexuales (Bruña, 2012). Pizarnik se
posiciona desde la sublevación, la deconstrucción de la mujer enraizada en el patriarcado. Por
ello dimana esa necesidad de generar una elección diferente y de reconstruir conceptos. De
algún modo, el proceso de vida que tuvo Pizarnik es un camino que construye para cambiar lo
que es ser mujer y recuperar de nuevo nuestra voz (García, 2009; Sales, 2017).
Este trabajo tiene como objetivo general describir desde la poesía, los diarios y citas de
Pizarnik sobre la construcción del concepto de mujer relacionando con el feminismo
interseccional. Mientras que los específicos serían: identificación de la poesía, fragmentos de
diarios y citas de Pizarnik relacionadas con la construcción del concepto de mujer.
1.1 Marco teórico
Para comprender los escritos de Alejandra Pizarnik es pertinente remontarnos a perspectivas
teóricas que posibiliten comprender sus escritos. Así, recuperaremos elementos del feminismo
interseccional para entender cómo se construye el concepto de mujer desde este enfoque.
Con respecto al origen de la interseccionalidad, Cruells (2015) expone que el término aparece
en 1989 en el artículo de Kimberlé Crenshaw, denominado des marginalización interseccional
de la raza y el sexo, que es una crítica al feminismo negro de la doctrina antidiscriminación. A
partir de la insatisfacción hacia el feminismo clásico burgués, las mujeres afroamericanas
exponen su apreciación de desigualdad, que no es la misma vivida por otros grupos, lo que
implicaría que las estructuras sociales, históricas, de raza y de género, modifican el tipo de
desigualdad y problemáticas percibidas por cada grupo de mujeres.
Por más que el término aparezca en esa época de los 80s, la problemática de la articulación de
las desigualdades existía mucho antes con el feminismo sufragista y el feminismo negro. Por
ello varias representantes feministas tales como Bell Hooks, Moraga, Anzalfúa, Spelman,
Lugones, Ángela Davis y otras, analizaron las experiencias de desigualdad social y política en
diversos grupos. A su vez, manifestaron preocupación ante las desigualdades en marcos de
raza, orientación sexual, condición social, nacionalidad y otras variables (Cruells, 2015).
Adicionalmente, Expósito (2012) indicó que la construcción como mujer es denominada como
“compleja”, en el sentido de que interactúan dinámicamente varios factores. Los factores que
se encuentran inmiscuidos en el ser mujer son: el contexto, raza, historia, nacionalidad, el
grupo de pertenencia, la discriminación experimentada por el grupo, experiencias, familia, el
nivel socioeconómico, entre otros. Cada grupo social tiene una concepción de ser mujer; por
consiguiente, la interseccionalidad vendría a ser un enfoque que capta la complejidad de ser
mujer en el marco del análisis de prejuicios y discriminación, que cada grupo percibe con
objetivos de concientizar y cambiar las prácticas sociales hacia una política de derechos y
equidad.
La perspectiva interseccional permite comprender, en primer lugar, las diferentes relaciones
sociales establecidas entre grupos. En segundo, los espacios sociales con la finalidad de
generar análisis y reflexiones sobre los recursos de las administraciones, para lo que se
observará si hay un trámite y potencialización de la igualdad o la desigualdad. En tercer lugar,
identifica las desigualdades, prejuicios y discriminaciones, realizando un proceso de síntesis.
Finalmente, se encamina el objetivo primordial, asociado a realizar prácticas de igualdad del
trato y de derechos (Expósito, 2012).
Con el mismo enfoque, McCall (2005) agrega que la interseccionalidad capta a la construcción
de ser mujer desde factores multidisciplinarios. Mediante el análisis de grupos, el enfoque
busca que la mujer elija su manera de conceptualizarse, defendiendo sus derechos, asimismo,
accediendo a oportunidades y beneficios igualitarios, tomando en cuenta que existe
desigualdad entre grupos de mujeres.
En este sentido, el feminismo interseccional se basa en un continuum, primero se ubica el
enfoque anti categorial, posteriormente, se sitúa en el enfoque intra-categorial y finalmente, en
el inter-categorial. En la fase del enfoque anti-categorial, el feminismo interseccional no
simplifica la realidad social en categorías, sino que se enfoca en la crítica de la desigualdad,
injusticias, prejuicios y discriminaciones existentes en general. En la siguiente fase, el enfoque
intra-categorial deconstruye los grupos, incluyendo los no visibles o excluidos. Posteriormente
se centra en el análisis de la interacción de endogrupos, prestando atención en la
discriminación y la desigualdad existente para abolirla o generar actividades que aporten con
el cambio. Finalmente, la fase del enfoque inter-categorial constata la existencia de relaciones
de desigualdad entre distintos grupos sociales o exogrupos (McCall, 2005).
Adicionalmente, Vigoya (2016) indicó que las categorías que se analizan de manera teórica y
práctica. Además, expresa que hay seis presupuestos básicos en virtud de analizar situaciones
concretas y específicas desde el enfoque interseccional. Los presupuestos son los siguientes: a)
existe más de una categoría de diferencia en todo problema y proceso político que está
implicada, b) atender a todas las categorías es primordial, pero las relaciones entre categorías
son netamente empíricas, c) cada categoría es diversa en sus interior, d) las categorías
diferente son conceptualizadas desde la perspectiva de factores dinámicos de orden individual
e institucional, los mismos estarán sujetos a cuestionamientos, e) la investigación
interseccional examina, analiza e interroga las categorías y los factores que interactúan en las
mismas, f) la interseccionalidad requiere procesos desde marcos teóricos como empíricos.
El feminismo interseccional critica las concepciones de identidad grupal, reduccionistas por
parte de prácticas y estrategias políticas. No busca con ello anular las categorías de la
identidad, al contrario, busca volverlas más complejas e incluyentes. Eso implica que los
grupos desaventajados empiezan a empoderarse, a tomar espacios en la agenda pública y a
demandar igualdad de derechos (Cruells, 2015).
Antecedentes
En el tema de análisis de la obra de Pizarnik existen varios aportes (Acosta & Rodríguez,
2017; Flores, 2017; Torres 2004). A pesar de la importancia de los abordajes, es relevante
también poder relacionar la obra con el enfoque del feminismo interseccional. Siendo el
enfoque un marco de comprensión de la construcción de la mujer incluyente y que genera
conciencia sobre los mecanismos de prejuicios y discriminación hacia ciertos grupos.
Entorno a estudios vinculados a análisis de escritos de Alejandra Pizarnik, Flores (2017)
indicó que en los diarios de la poetisa se evidencia: un inconformismo con su patria, una
frustración por la insuficiencia del lenguaje, trata de deshacer su identidad, no perteneciendo a
categorías, inconformismo en roles de género y destrucción con conceptos de género
establecidos. Pizarnik tuvo un proceso de construcción prolongado y complejo, con un fuerte
rechazo a imposiciones externas. A su vez, transgredió cualquier norma social acorde con la
desigualdad. Se reconoce que por más que la escritora no desea encasillarse en grupos, fue una
mujer que luchó por la emancipación de roles de género.
En consonancia, Torres (2004) sostuvo que Pizarnik fue la mejor poetisa de Latinoamérica y
su obra expresa la máxima libertad que puede tener un ser humano. En su análisis, tanto de la
poesía completa, como de los diarios, percibe varios temas, inicialmente, la historia de
Pizarnik como una niña tímida y solitaria. Luego se denota el sentimiento de su patria como
ajena. En tercer lugar, su exilio a Francia. En cuarto lugar, su inconformismo con las políticas
de género y la imposición social. En quinto lugar, su apropiación del cuerpo y sus deseos.
Finalmente, su angustia y tristeza profunda que subyace en cada escrito. La poetisa trató de
deconstruir cualquier imposición social, ser auténtica e independiente, quizás esa revolución
que quería ejercer no fue suficiente para sostener su vida. No obstante, cabe recalcar que
Pizarnik realiza grandes aportes y es un ícono de revolución.
En otra investigación, Acosta & Rodríguez (2017) realizaron un análisis de la poesía de
Pizarnik, evidenciando que los temas recurrentes son: el exilio, el liberarse de cualquier
categoría, el ser outsider o el ser marginada, el no querer pertenecer a ningún grupo, ni lugar y
el deseo de no seguir la imposición de género. En conclusión, siguiendo la línea de estudio, la
autora tiene una vida independiente, donde lo primordial es escuchar los deseos del cuerpo y
los sentimientos desligados a la conservación de la especie y al rol de mujer ortodoxo.
Desde la misma línea, Martínez (2011) en su análisis de diarios sostuvo que Pizarnik se reveló
contra los roles de género, en los cuales la mujer era un sujeto que tenía que ser solamente
responsable del hogar, con una orientación de preferencia heterosexual y para beneficio de la
sociedad machista debía seguir un deseo y una femineidad impuesta. A partir de la lucha
contra la imposición social Pizarnik construyó un yo independiente e insatisfecho.
Según Calahorrano (2010), Pizarnik escribe una poesía erótica, dónde el cuerpo y los instintos
son aceptados como parte de vivir, lo que tiene una connotación feminista y subversiva para el
contexto. La autora analiza poemas y fragmentos de diarios, evidenciando que Pizarnik, más
allá del género, produce una escritura donde defiende la integridad humana, busca una nueva
legitimidad en la palabra de las mujeres. Otro de los temas frecuentes es el cuerpo y su
conducción hacia éxtasis como parte de vivir eligiendo el deseo, porque parte de la
transgresión de los roles de género es dar cuenta de que una mujer puede tener un cuerpo del
cuál puede disfrutar.
En este mismo sentido, García (2009) indicó que Pizarnik es una poetisa que transita un
recorrido de vida hacia la recuperación de la voz femenina, de libertad. En sus escritos se
visualiza la autonomía, la cual se alcanza con perseverancia, relata las maneras del devenir de
la independencia de las mujeres. Además, se encuentra en un proceso constante de
construcción de conceptos y se denota en su lenguaje. Otro de los temas recurrentes es el del
deseo propio, para construirnos como mujeres es necesario conocer lo que queremos,
profundizar en el desarrollo y conocimiento personal como inicio de la crítica a la imposición
social.
En síntesis, a pesar de que varios autores/as (Acosta & Rodríguez, 2017; Calahorrano, 2010;
Flores, 2017; García, 2009; Martínez, 2011; Torres, 2004) han analizado a Alejandra Pizarnik;
no obstante, en el presente aporte se pretende unificarlo con el feminismo interseccional.
Metodología
Se realizó una investigación cualitativa, con alcance descriptivo (Montero & León, 2007).
Estos estudios se interesan en describir una situación o concepto, además, busca profundizar
en el tema a abordar, que sería un análisis de la poesía de Pizarnik hacia la construcción de la
mujer en el feminismo interseccional (Montero & León, 2007).
El investigador recolecta datos sobre historias de vida y experiencias de personas o autores/as,
con el objetivo de describir y analizar materiales escritos o discursivos (Hernández et al.,
2006). Según Aguilera (2016), el diseño narrativo es una herramienta que permite analizar
información con finalidades de entender su simbología y sus contextos. Desde este diseño se
posibilita el describir patrones de conducta, actitudes, habilidades, ideología, contexto y
conexión con la teoría.
Desde la misma línea, Feijóo et al. (2019) sostuvo que en el diseño narrativo el lenguaje es
fundamental en la interacción entre un sujeto y su contexto, integrar los elementos que posee
el lenguaje, tanto oral, como escrito, lo que proporciona recursos lingüísticos que facilitan la
representación, estructuración, profundización y comprensión del relato.
Se recolecta información a partir de fuentes bibliográficas que aportarán con la descripción y
el análisis de poesía de Pizarnik (Hernández et al., 2006).
Resultados
Alejandra Pizarnik fue poetisa, escritora y traductora Argentina (1939-1972), hija de
inmigrantes judíos de origen polaco. Estudió filosofía en la universidad de Buenos Aires,
Argentina. Asimismo, estaba arraigada a la pintura, por ello se graduó en Juan Batlle Planas.
Fue una persona que no estaba conforme con lo que sucedía en contextos de Argentina.
Remontándonos a los años 20-40, los grupos conservadores de marcada mentalidad católica
no podían tolerar orientaciones sexuales distintas a la heterosexual. Consecuentemente, las
persecuciones masivas por parte de las actuaciones policiales fueron frecuentes hacia personas
con distintas orientaciones sexuales, tales como homosexuales, lesbianas, transgéneros,
travestis entre otros grupos (Flores, 2017). Posteriormente, desde los 1960 al 1964 vivió en
París, Francia, trabajó para la revista cuadernos y tradujo a Anthony Artaud, Henry Michaux,
Yves Boneffoy entre otros/a autores/as, asimismo, tradujo ensayos de la Universidad Sorbona
(Torres, 2004).
Su poesía anegaba en un pensamiento de lucha contra la imposición social, se basó en el
cuestionamiento de lo establecido, entre ellos, en temas relacionados al género, a lo que es ser
mujer y a la crítica del lenguaje como herramienta insuficiente para expresar una realidad
interna y externa. Adicionalmente, Pizarnik prefirió no inclinarse a alguna orientación sexual,
ello se visualizará en sus diarios y escritos como androginia, término acuñado característico de
una persona que está constituida por una parte masculina y otra femenina. El propósito que
tenía la autora era el de abolir los estereotipos en los roles de género, aunque subyace el ideal
de totalidad (Flores, 2017).
Ello se evidencia en el siguiente poema:
“Roto marco centra este todo
de árbol castrado llorando
medir cada paso a lo largo
si no se perturba la luna
la luz rodea blancuras
de nabos rallados…
girar girar girar percibir junto al marco roto
sentires de tacos y muelas
querer agarrarlo todo” (Pizarnik, 2000, p. 28).
Su vida fue una revolución, anti sistema, anti pertenecer a un ismo, anti rol de género; no
obstante, nos deja una construcción de la palabra mujer que destruye el femenino ideal
explicado prolijamente por Simone de Beauvoir (Flores, 2017). Pizarnik tuvo una mente
brillante, la cual le produjo estragos y dificultades mentales. Su amiga María Elena Arias
López había percibido la depresión aguda de Pizarnik que le llevaría al suicidio, por causa de
una sobredosis de barbitúricos el 25 de septiembre de 1972 a los 36 años (Torres, 2004).
Recuperando información sobre poemas, citas y diarios de Alejandra Pizarnik, se encontrará
los pilares en la construcción del concepto de mujer y en el feminismo interseccional. Según
Sales (2017), cada mujer se construye a partir de sus experiencias, edad, raza, historia, entre
otros factores sociales. Ello se integra en el feminismo interseccional que tiene como principal
objetivo el respeto de diferencias en cada concepto de mujer. Ello se puede evidenciar en una
frase de Pizarnik en la que pregona la unificación de grupos:
“Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor
de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador,
de piel suave y corazón guerrero” (Pizarnik (s.f) citado por desorbita, 2017).
Pizarnik busca transgredir la imposición social de género. Uno de los puntos a retomar es la
transgresión de la “moral” y los estereotipos de género. Existe un deseo de ruptura sobre los
conceptos imperativos de la mujer netamente conservadora, sin placer, desligada del cuerpo,
siempre a merced del esposo y el hogar (Flores, 2017). Así se puede observar en el siguiente
fragmento de diarios de Alejandra Pizarnik:
“Primero, reconocer el mundo, lo utilitario; la previsión del futuro; las
prohibiciones morales. Luego, transgredirlas” (Pizarnik, 2013, p. 708).
A su vez, según Flores (2017), en varios fragmentos de diarios de Pizarnik la concepción de
que la sociedad determina la identidad de género es predominante. Lo que significa que la
configuración de género se encuentra en manos de otras entidades tales como, el Gobierno, la
sociedad y a la cultura, más no en una misma. En función de ello, visualizamos cómo Pizarnik
intenta transgredir con lo impuesto socialmente, especialmente con los estereotipos de género.
Así se evidencia claramente en el siguiente fragmento:
“La ropa femenina es muy molesta. Tan ceñida e incómoda. No hay libertad
para moverse, para correr, para nada. El hombre más humilde camina y
parece el rey del universo. La mujer más ataviada camina y semeja un
objeto que se usa los domingos. Además, hay leyes para la velocidad del
paso. Si yo camino lentamente mirando las esculturas de las viejas casas
(cosa que aprendí a mirar) o el cielo o los rostros de los que pasan junto a
mí, siento que atento contra algo. Me siguen, me hablan o me miran con
asombro y reproche. Sí. La mujer tiene que caminar apurada indicando que
su camino tiene un fin. De lo contrario es una prostituta (hay también
un “fin”) o una loca o una extravagante. Si ocurre algo, alguna aglomeración
o un choque, y me acerco, compruebo que no hay una sola mujer. Hombres.
Nada más que hombres” (Pizarnik, 2013, p. 161).
Una parte de la ruptura sobre la imposición social es la de percibir a la mujer como un sujeto
libre, que puede elegir casarse o no, elegir ser madre o no. En esta línea predomina ese
proceso de conocer el deseo de sí misma. En los escritos de diarios de Pizarnik se acepta el
lado salvaje de la mujer que corre con los lobos. Ese posicionamiento en dónde la naturaleza,
la intuición y el vitalismo es una parte que la mujer no puede rechazar (Pinkola, 2001).
Asimismo, expresa una orientación sexual distinta a la heterosexual, porque ella es la que elige
su experiencia de vida sexual y sentimental. Al respecto, en el siguiente fragmento se
evidenciará esta construcción de mujer diferente a la demanda social:
“Sólo quiero beber, comer y hacer el amor. […] Tengo hambre de placeres
físicos. […] L. ya no dice que me ama, sólo me desea. Insiste en la boda.
¿Para qué? […]. Debo dejarlo (¿Pero si me caso con él???) […] Lo dejaré.
[…] Aún en estos momentos en que me siento tan animal, tan frívola, siento
firmemente que deseo estudiar, escribir, curarme, viajar, y no casarme
nunca (quiero agregar que deseo alguna experiencia sexual, ¡with
womens!” (Pizarnik, 2003, p.129).
Según Beauvoir (2011), es servidumbre que la mujer se encuentre a merced del indumento, el
maquillaje y las faenas del hogar. Por esta parte, la mujer es más que su apariencia, no se
orienta a un camino unívoco asociado con la seducción. Esto no significa que una mujer no
pueda arreglarse, sino que su deseo de hacerlo tendría que posicionarse sobre la imposición
social. Lo mencionado se puede percibir en el siguiente fragmento:
“Yo me sentía anarquista e incendiaria (a causa de mis medias azules y de
mi ropa sport que no rimaba con los muebles ni con la ropa -y las caras- de
los demás). Alessandro […] no comprendía por qué yo no quería actuar;
puesto que era poeta y estaba así vestida, no podía quedarme en silencio”
(Pizarnik, 2013, p.729).
Pizarnik construye su subjetividad desde el concepto de la mujer solitaria, ese regresar al
origen, donde la mujer guarda relación con la naturaleza y su independencia (García, 2009;
Sales, 2017). Así, encontramos aquello en el poema el origen:
“Hay que salvar al viento
los pájaros queman el viento
en los cabellos de la mujer solitaria
que regresa de la naturaleza y teje tormentos
hay que salvar al viento” (Pizarnik, 2000, p.52)
Asimismo, en los poemas “has construido tu casa” y “en la jaula del tiempo”, se evidencia esa
soledad, como oportunidad para construirse como una mujer que rompe con los estereotipos
de género, dónde no se necesita un hombre para poder levantarse. Dibuja a la mujer liberada
pregonada por Simone de Beauvoir, con un largo camino de lucha (Beauvoir, 2011). Los
fragmentos son los siguientes:
“Has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola lo que nadie comenzó” (Pizarnik, 2000, p.118).
En el poema “la jaula del tiempo” se puede leer lo siguiente:
“en la jaula del tiempo
la dormida mira sus ojos solos
el viento le trae
la tenue respuesta de las hojas” (Pizarnik, 2000, p. 138).
Desde la misma línea, en el poema “viajera de corazón de pájaro negro”, se visualiza su deseo
de soledad, de viajar sin necesidad de estar acompañada en su camino. Simplemente caminar
sola teniendo claro el objetivo (Sales, 2017). Así, se evidencia en el siguiente poema:
“Viajera de corazón de pájaro negro
tuya es la soledad a medianoche
tuyos los animales sabios que pueblan tu sueño
en espera de la palabra antigua
tuyo el amor y su sonido a viento roto” (Pizarnik, 2000, p. 147).
Respecto a la apropiación del cuerpo, Pizarnik muestra que el cuerpo de una mujer puede
sentir placer, asimismo, nos revela una estructura física la cual nos pertenece. En este sentido,
amar nuestro cuerpo es parte de la aceptación como mujeres (Bruña, 2012). Así, se evidencia
en el poema “revelaciones”:
“En la noche a tu lado
Las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones” (Pizarnik,2000, p. 156).
A su vez, en diarios expone también esa necesidad de aceptar su rostro y descubrirse. Parte de
esa aceptación hacia una misma, es también lograr ser auténtica. En sus diarios deviene un
espacio de reflexión en dónde el ser auténtico se contrapone a lo impuesto (Martínez, 2011).
Ello se evidencia en el siguiente fragmento:
“Me compré un espejo muy grande. Me contemplé y descubrí que el rostro
que yo debería tener está detrás –aprisionado– del que tengo. Todos mis
esfuerzos han de tender a salvar mi auténtico rostro. Para ello es menester
una vasta tarea física y espiritual” (Pizarnik, 2003, p.130).
De igual manera, en el poema “texto de sombra”, Pizarnik acepta su modo de ser y expresarse,
como parte de su conducta revolucionaria. Brinda valor a su construcción como mujer y a la
expresión que tiene en el entorno social. El uso de la voz es parte de la aceptación y del
cambio con la imposición social (Martínez, 2011; García, 2009). Así, se puede leer en el
siguiente poema:
“Quiero existir más allá de mí misma: con los parecidos. Quiero existir como lo
que soy: una idea fija. Quiero ladrar, no alabar al silencio del espacio al se
nace” (Pizarnik, 2000, p. 409).
Asimismo, en el siguiente poema:
“Cuando vea los ojos que tengo en los míos tatuados” (Pizarnik, 2000, p. 121).
Respecto a la voz como necesaria, en el poema “nadie me conoce yo hablo la noche” se
evidencia la importancia de la expresión y la necesidad de las palabras en la comprensión del
mundo (García, 2009):
“Nadie me conoce yo hablo la noche
Nadie me conoce yo hablo mi cuerpo
Nadie me conoce yo hablo la lluvia
Nadie me conoce yo hablo los muertos” (Pizarnik, 2000, p. 379)
En ciertos poemas describe partes el cuerpo que no tocan nada de lo erótico, desmitificando
las partes del cuerpo femenino en conceptos de perfeccionismo absoluto. De este modo se
apropia de los detalles con sus características imperfectas, sujetas al tiempo (Bruña, 2012).
Ello se evidencia en el poema “vagar en lo opaco”, que es el siguiente:
“mis pupilas negras sin ineluctables chispitas
mis pupilas grandes polen lleno de abejas
mis pupilas redondas disco rayado
mis pupilas graves sin quiebro absoluto
mis pupilas rectas sin gesto innato
mis pupilas llenas pozo bien oliente
mis pupilas coloreadas agua definida
mis pupilas sensibles rigidez de lo desconocido
mis pupilas salientes callejón preciso
mis pupilas terrestres remedos cielinos
mis pupilas oscuras piedras caídas” (Pizarnik,2000, p. 18).
Dentro de los temas abordados por Pizarnik están el sexo, el cuerpo y el deseo propio. El
problema es que la tradición del discurso patriarcal reduce el camino de la mujer a ser madre y
tener hijos/as. En ello se sitúa el instinto de conservación de la especie, excluyendo la
elección. Consecuentemente, Pizarnik con sus escritos intenta recuperar el cuerpo y el deseo
de las mujeres con objetivo de placer y satisfacción, fuera de la imposición social (Acosta &
Rodríguez, 2017, Martínez, 2011, Calahorrano, 2010). En el siguiente fragmento de poema el
deseo de la palabra se evidencia aquello:
“En la cima de la alegría he declarado acerca de una música jamás oída ¿Y
qué? Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema
con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y mis semanas,
infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra
haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir” (Pizarnik, 2020, p. 269).
Respecto a su insatisfacción con el lenguaje, es parte del inconformismo hacia la vida en la
obra de Pizarnik. Su proyecto ambicioso fue el que las palabras puedan abordar la realidad,
finalmente, falló en su anhelo al darse cuenta que el lenguaje expresa algo de lo que piensa y
vive. Por tanto, la construcción del concepto de mujer está resguardada por la versión de
realidad de cada persona, la cual puede modificarse y jamás será capaz de abarcar la realidad
en sí misma. Nuestra construcción es una interpretación adaptada a nuestros esquemas
mentales en interacción constante con los símbolos y discursos sociales (Flores, 2017). En el
siguiente fragmento de diarios encontraremos esta insatisfacción:
“No puedes con el lenguaje. El lenguaje no puede por ti. Palabras. Todo lo
que me dieron. Mi herencia. Mi condena. Pedir que la revoquen. Pedirlo con
palabras. Las palabras son mi ausencia, en mí hay una ausencia hecha de
lenguaje (Pizarnik, 2013, p. 1013).
A su vez, en el poema “reminiscencias” se evidencia la falta de palabras y la diferencia de
discursos:
“Dos gargantas raspadas
dos besos comunicantes de la visión de
dos promesas gimientes de
Tremendas locuacidades lejanas
dos promesas de no ser de sí ser de no ser
dos sueños jugando la ronda del sino en
derredor de un cosmos de
champagne amarillo blanquecino
dos miradas cerciorando la avidez de una
estrella chiquita” (Pizarnik, 2000, p.13).
De acuerdo con Martínez (2011), Pizarnik optó por expresar su existencia a través de las
palabras, aunque de acuerdo a la autora no eran suficientes para abordar el deseo o para
explicar su postura de no pertenencia a nada. Entre ese deseo de no pertenencia, sitúa su
discurso en la incertidumbre. En el siguiente fragmento del poema “cenizas” visualizamos lo
significativo de las palabras:
“Hemos dicho palabras,
Palabras para despertar muertos,
Palabras para hacer un fuego,
Palabras dónde poder sentarnos y sonreír.
Hemos creado el sermón del pájaro y del mar,
El sermón del agua,
El sermón del amor.
Nos hemos arrodillado y adorado frases extensas
Como el suspiro de la estrella,
Frases como olas,
Frases con alas” (Pizarnik, 2000, p. 82)
Hasta aquí se han presentado los hallazgos de la presente investigación, en función de los
objetivos específicos del estudio. Lo que se propone también es relacionar los conceptos de
mujer anteriormente mencionados a la experiencia interseccional, concepto retomado por
Crenshaw en 1989. Ella mencionó que cuando hablamos de feminismo es necesario reconocer
las distintas necesidades y experiencias de todas las mujeres y defender las alianzas como base
de la organización. De esta manera, en Pizarnik, por más que no quiera pertenecer a ningún
grupo, ha corroborado con temas sobre la diferencia entre cada mujer, la unificación hacia la
lucha y el apoyo. Cada mujer escoge un camino y su construcción a través de su historia, la
idea base del feminismo interseccional concientizarnos y modificar prácticas discriminatorias
hacia grupos oprimidos o grupos en los cuáles no pertenecemos (exogrupos) (Sales, 2017).
En 1960 varios grupos de mujeres empiezan a comentar acerca de su cansancio sobre un
feminismo representado únicamente por una mujer blanca occidental, heterosexual y burguesa.
Cuándo la categoría “mujer” es compleja, porque no solo es diferente en cada grupo social,
sino que cambia en cada mujer. Es en ese momento en que la interseccionalidad trata de captar
la complejidad de la mujer desde perspectivas multidisciplinarias. Este nuevo enfoque se
entiende desde un continuum que inicia con el enfoque anti-categorial, intra-categorial hasta la
intercategorial (McCall, 2005).
Inicialemnte, el enfoque anti-categorial se basa en mostrar que las categorías simplifican la
realidad social. Por ello critica las injusticias o desigualdades, intenta destruir los privilegios
de determinadas realidades y relaciones sociales. En segundo lugar, el enfoque intra-categorial
parte de la deconstrucción crítica de las categorías sociales, enfocándose en grupos no visibles
o excluidos. Trata de analizar la dinámica de estos individuos, buscando concientizar,
modificar prejuicios y discriminación. Finalmente, el enfoque inter-categorial, que constata la
existencia de relaciones de desigualdad entre grupos sociales, se focaliza sobre distribuciones
desiguales de recursos, tanto simbólicos, como materiales. Así se evidencia desigualdad en
recursos, salarios y oportunidades. Con este contínuum pretende ser consciente de las
diferencias para intentar modificar conductas discriminatorias, integrar y luchar por derechos
igualitarios para todas. A su vez, respetar el deseo de cada mujer por la razón de que cada una
se construye a partir de la interacción de múltiples factores (McCall, 2005).
El término interseccional se formuló como respuesta al feminismo transversal que no
consideraba mujeres de razas, condiciones de vida y clases sociales diferentes. Desde este
enfoque es posible identificar las desigualdades sobre las mujeres, asimismo, sobre distintos
grupos específicos. Ello nos permite comprender las diferentes relaciones sociales establecidas
entre grupos y los espacios sociales analizando a profundidad si los recursos de las
administraciones potencian la igualdad o la desigualdad. Es a partir de la identificación de
desigualdades y discriminaciones múltiples que se encamina el objetivo primordial, asociado a
realizar prácticas de igualdad de trato y de derechos (Expósito, 2012).
Cruells (2015) acotó que la interseccionalidad permite volver explícitas y nombrar las
desigualdades en juego y las relaciones de desigualdad con otros factores. En relación de
políticas de igualdad de género, se evidencia mayor desigualdad asociada a la orientación
sexual, la edad, raza, diversidad funcional, clase, salud y origen. Sobresale por la existencia de
la amplitud de desigualdades, por tanto, con el enfoque interseccional se incide en futuras
acciones y prácticas.
Con lo anteriormente mencionado, la poesía, frases y diarios de Pizarnik son aportes
pertinentes. Por su parte, muestra una visión de mujer amplia, la ruptura con los roles de
género, estereotipos, diferencias que pueden unificar si existe respeto para cada una de las
construcciones discursivas y lucha por los derechos. De igual manera, mediante la
desconstrucción se puede entender las diferencias que nos unifican, nuestra postura social,
política, laboral, personal y discursiva. Quizá encontremos unas vetas en común sobre luchas y
derechos, la idea base es mantenernos juntas como mujeres.
Discusión
Varios/as autores/as (Acosta y Rodríguez, Calahorrano, 2010 2017; Bruña, 2012; Flores,
2017; García, 2009; Sales, 2017; Torres, 2004) han analizado escritos de Alejandra Pizarnik
con aportes sobre conceptos de la construcción de mujer y el feminismo interseccional. No
obstante, Pizarnik no se categorizaba en ningún grupo, prefería estar fuera de cualquier
etiqueta como parte de su fidelidad a lo que ella llamaba el ser auténtica. Según Martínez
(2011), la escritora en varios fragmentos de sus diarios expresa una distancia respecto a las
mujeres feministas. Ello se centra en su concepto liberal de decidir ser anti todo, aun así, en
varios escritos expuso idea de la trasgresión de los roles de género impuesto, la emancipación
femenina y el deseo ante todas las cosas. Además, indicó que la unión es lo necesario y el
simple hecho de aportar como lo hizo, analizar y polemizar lo impuesto es un acto de
emancipación y revolución. En sus obras, su voz como mujer luchadora y crítica resuena hasta
la actualidad.
Pizarnik prefirió no inclinarse a alguna orientación sexual, asimismo, a ningún movimiento
que implica un sentido de pertenencia. Ello se evidencia en su androginia en los escritos, con
el propósito que tenía la autora era el de abolir los estereotipos en los roles de género, no
determinarse ni como mujer, lesbiana o bisexual, simplemente demandar cambios en una
sociedad que para ese tiempo impedía el libre albedrío, tanto en objetivos de vida, orientación
sexual y expresión literaria (Flores, 2017). Si bien la postura de Pizarnik respecto al género y
la sexualidad desafía cualquier encasillamiento, es factible evidenciar en ciertos fragmentos
aportes hacia el concepto de mujer y a la unificación de grupos.
Las críticas a la interseccionalidad son varias (Salem, 2015; Carbin & Edenheim, 2013), sobre
todo enfocadas en el feminismo interseccional como una utopía, la acusación de haberse
convertido en un lenguaje común o en una perspectiva sumamente inclusiva, pueden ser
acertadas. No obstante, el enfoque interseccional ha permitido que cada persona pueda
concientizarse de sus propios mecanismos de discriminación y prejuicios, para de ese modo
aceptar la existencia de varios feminismos y situaciones diferentes entre otros grupos de
mujeres (García, 2009; Sales, 2017; Torres, 2004).
La interseccionalidad ha generado debates entre el feminismo y las reflexiones académicas.
Primero el género se sitúa como eje primordial en la regulación de las políticas de igualdad y
se considera la heterogeneidad de las situaciones de varios grupos de mujeres. Si bien el
enfoque ha sido catalogado como insuficiente para incluir a todos los grupos, la
interseccionalidad es una herramienta útil en el análisis exacto de los niveles relacionados a la
desigualdad en función de múltiples variables en determinados grupos. Es a partir de los
análisis de diversidad que el enfoque permite actuar desde la equidad (Expósito, 2012; Sales,
2017).
La dificultad que se debate del feminismo interseccional es el método de fragmentación,
porque puede excluir a grupos sociales con realidades más complejas. Lo que significa que por
más que se focalice en grupos excluyentes, podrá haber otros grupos que no se tomen en
cuenta. Como el método es costoso y difícil de aplicar, habrá dificultad en incluir la infinidad
de grupos. Dentro de esta línea, el trabajo en las administraciones públicas se vuelve inviable
en su aplicación. Por ello se trabaja a través de aproximaciones a la interseccionalidad
(Expósito, 2012).
En cuanto a las aproximaciones, la interseccionalidad posee un diagnóstico eficaz en cuanto a
desigualdad, prejuicio y discriminación. El enfoque analiza y valora las situaciones
particulares que puedan ser significativas en la desigualdad social. Puede englobar
información que aporte con el cambio y potencialice las prácticas de equidad. A su vez,
determina que las desigualdades no son equiparables entre sí, por lo tanto, no pueden tener un
mismo tratamiento (McCall, 2005; Expósito, 2012; Sales, 2017; Torres, 2004).
Según Vigoya (2016), otros debates del feminismo interseccional sobre niveles macro y
micros son los siguientes: por un lado, está la idea de que los análisis desde el enfoque se han
vuelto excesivamente introspectivos, reduciéndose al análisis de narraciones de las
identidades. Por otro lado, hay la percepción de un análisis deteriorado con respecto a las
dimensiones subjetivas de las relaciones de poder, lo que remontará a la falta de teorización de
temas sobre el poder. A pesar de que al inicio del feminismo interseccional fue juzgado como
conflictivo y amenazante para el feminismo “blanco” y otros reduccionistas, pasó a
convertirse en una de las teorías del feminismo aceptada en la actualidad. Así, desde el
feminismo interseccional se ha trabajado en las múltiples dimensiones de análisis de grupos
(Vigoya, 2016).
Se ha logrado describir el debate existente entre los escritos de Pizarnik en la construcción de
conceptos de mujer y el feminismo interseccional. Asimismo, entreteje la importancia de los
conceptos y temáticas de Pizarnik con el feminismo interseccional.
Conclusiones
En el actual estudio se describe la perspectiva de Pizarnik desde varias temáticas: la mujer
independiente, emancipada, los roles de género, la ruptura con las imposiciones sociales, la
capacidad de desear por nosotras, la necesidad de clarificar nuestro deseo y nuestro concepto
de ser mujer. Asimismo, hay una ruptura del eterno femenino, concepto que puede estar en el
discurso de cualquier persona. Desde este discurso, la mujer tiene las finalidades de vida
enfocadas en el matrimonio, el hogar y el cuidado de hijos/as. Según Pizarnik, este objetivo de
vida es diferente porque la mujer para poder emanciparse necesita escuchar su deseo propio y
puede elegir una vida diferente a la imposición social.
En los escritos de Alejandra Pizarnik se denota la habilidad de generar nuevos lenguajes,
nuevos conceptos desarraigados de la imposición social. La mujer es libre, independiente, con
criterio formado para poder cuestionar y transgredir las imposiciones sociales. Además,
mediante el lenguaje escrito, Pizarnik es la voz de la lucha por una política de derechos. Eso se
denota en sus obras, en donde abiertamente crítica al contexto represivo, al discurso machista
de una manera libre y sin miedo.
Otro de los aportes es la unificación mediante la aceptación de diferencias, no hace trial
pertenecer formalmente a un movimiento, sino el aceptar las diferencias que tiene cada mujer
y apoyarnos. En este sentido, en el feminismo de Crenshaw, entre mujeres existe
discriminación y prejuicio hacia grupos de no pertenencia y grupos excluidos. En primer
lugar, la base del enfoque interseccional es analizar y destruir conceptos con la finalidad de
analizar factores multidisciplinarios. Ello implica deshilvanar esas construcciones que hemos
generado hacia otros grupos para encontrar las razones de cavar un abismo infranqueable entre
grupos.
El enfoque nos llama a concientizarnos, analizar y cambiar nuestros modos de pensar, sentir y
actuar respecto a diferentes mujeres y grupos. Además, el considerar que el análisis de
múltiples factores dentro de la dinámica de desigualdad, puede a aportar a tomar diferentes
acciones y decisiones para poder trabajar en el cambio hacia los derechos de todos los grupos.
Desde la postura del feminismo interseccional, la asunción de la realidad se caracteriza por ser
relacional, la vulnerabilidad de un grupo se conecta con la posición de privilegio de otro grupo
o individuo. Entonces la búsqueda de unificación entre grupos se determina por la solidaridad,
el respeto y la responsabilidad, es este sentido, la lucha radica en la demanda de justicia para
todos los grupos frente a cualquier injusticia estructural. A su vez, se trata de una
emancipación política hacia mejores prácticas sociales e institucionales que favorezcan
nuestros derechos de ser mujeres.
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