los conocimientos, las actitudes y las habilidades que les permita desarrollar las
estrategias apropiadas para relacionarse, coordinarse y lograr el máximo rendimiento.
Para Braidot (2013) el neuroliderazgo procura delimitar, comprendiendo la relación
fehaciente del contexto neuronal del liderazgo y de la gestión, analizando los procesos
del cerebro que arguyen la conducta ostentada en el desempeño del individuo, así como
también la motivación, la toma de decisiones, la inteligencia emocional, que configura
la manera de interactuar con otros, la inteligencia y aprendizaje individual, entre otros
aspectos relacionados al mundo organizacional y de la aplicabilidad del liderazgo, por
ello, para que la gestión educativa sea eficaz dentro de las instituciones universitarias,
debe ser conformado por personas competentes y con habilidades de corresponsabilidad
y manejo de equipo.
A juicio de Atencio et al. ( 2020) se considera al neuroliderazgo como una disciplina
que busca el análisis y comprensión del cerebro de los líderes postmodernos, estudiando
una serie de factores, acciones, emociones o habilidades frecuentes en los individuos
con talento para el liderazgo, asumiendo que el neuroliderazgo procura delimitar áreas
de análisis que propendan a la comprensión de las características de un líder, además,
posee una preparación epistémica que colabora en la toma de decisiones, las habilidades
para solucionar conflictos, la dirección de grupos de trabajo, el autoaprendizaje y el
aprendizaje gerencial, lo que respecta a procesos creativos y motivacionales.
Metodología
La presente investigación es objeto de estudio de las ciencias sociales; y, por tanto, se
ubica en el paradigma cualitativo, el cual de acuerdo a Martínez (2006) “trata de
identificar, básicamente, la naturaleza profunda de las realidades, su estructura
dinámica, aquella que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones” (p. 66).
Desde el referido marco, la indagación de la revelación de la verdad se fundamenta en
el establecimiento de una serie de vinculaciones, como producto de este complejo
proceso humano, y es así como se aborda la acción socio investigativa, que se configura
de un conglomerado de etapas, y actividades dirigidas por un proceso metódico, que
marca la pauta a seguir de manera correcta, lo cual facilita que el individuo se apropie
del conocimiento de la realidad sobre el tópico temático abordado con mayor precisión.
Al admitir tales consideraciones axiomáticas se establece la asunción de tomar la
selección del enfoque interpretativo, como óptica epistémica para alcanzar el
entendimiento del fenómeno de estudio (Verstehen), esto en pos de alcanzar la
decodificación de opiniones, expresiones y giros lingüísticos emitidos por los sujetos
involucrados. “El conocimiento se construye por seres humanos cuando interaccionan
con el mundo que interpretan” (Sandín, 2003 p.49). De acuerdo con este autor, se
considera que adoptar este paradigma investigativo facilitó revelar las experiencias de
los sujetos de la misma manera como las expresa y las lleva a cabo, en forma peculiar
respetando las intersubjetividades, con la esencia de quien las experimenta y las
concibe.
De tal manera que cuando se asume el enfoque fenomenológico se puede alcanzar la
captación de datos, de contextos, donde lo elemental se circunscribe a la forma cómo se
experimentan los hechos, de la manera cómo lo conciben los informantes clave