territoriales, entre ellas la del presente estudio, DT de Villa Clara, por lo que la
inmediatez de la acción y su cumplimiento dependió de la dirección nacional. La
campaña sobrevivió durante un periodo corto de tiempo (4 semanas), en las cuales se
ejecutó la campaña, mientras se continuó realizando la comunicación institucional
habitual en los perfiles oficiales, coincidiendo con una situación de crisis, que centró la
atención y condicionó la omisión de algunas acciones o cambios en sus fechas. Por otra
parte, se asume que el uso de medios digitales en casi la totalidad de la campaña fue una
limitación para su visibilidad entre los públicos, pues aun cuando son clientes de
ETECSA, no siempre siguen sus perfiles en redes sociales, plataformas de mayor uso
para la ejecución de las acciones de comunicación.
La campaña de comunicación se diseñó para implementarse en los medios digitales y
específicamente en los perfiles y canales de la empresa en las redes sociales, lo cual fue
cumplido. Sin embargo, la efectividad de estos medios no fue la esperada, puesto que
aunque un porcentaje alto de los clientes (88%) recuerda que se empleó
fundamentalmente la red social Facebook, lo cierto es que ese es un porciento alto
dentro de uno que es bajo (el que conoce la campaña). En el caso de los públicos
internos el tratamiento que se le da a la comunicación de la responsabilidad social por
espacios digitales se considera útil, aunque limitada y desconocida para muchos.
Destacan como canales más importantes el portal del trabajador con el 92,1%, seguido
de la red social Facebook con un 65%, Twitter con 27,6%, Instagram con 9,2% y
Youtube con el 2,6%. En el caso de los clientes resulta Facebook (88% de las
respuestas) la red social de mayor efectividad para la transmisión de los mensajes.
Esto evidencia que a lo interno resulta muy efectivo y útil el empleo de la intranet
corporativa o portal del trabajador como un canal indirecto; sin embargo, se puede
deducir que los trabajadores no participan activamente en la comunicación que se
desarrolla desde los perfiles institucionales. Ello se traduce en la poca transcendencia e
insuficiente empleo de los diferentes espacios y canales de comunicación de la empresa.
Por lo que se necesita continuar potenciando el uso de redes sociales por los públicos
que no siguen sus perfiles, no acceden a sus informaciones o no le son útiles. En futuras
campañas la empresa debe tener en cuenta una adecuada planificación del plan de
medios y redes sociales, en la que considere la variedad, accesibilidad y empleo por los
públicos.
La ejecución del plan de acciones presentó dificultades en la última semana del año, uno
de los motivos por los que se lanza la campaña y, además, la penúltima de la campaña.
El cumplimiento del cronograma y calendario de acciones mostró debilidades en su
ejecución al omitir acciones o fechas de publicaciones. En entrevistas se obtiene que las
acciones que se omitieron o se cambiaron de días estuvieron condicionadas por la
cantidad de informaciones o sucesos que ocurrían en esa fecha, pues la campaña
convivió con otras acciones de comunicación cotidianas de la empresa.
Desafortunadamente, coincidió con el incendio en Las Tunas, por lo que ante el impacto
y la trascendencia de notas de prensa se modificó el curso de algunas acciones de la
campaña. Esto se traduce en acortar el tiempo de la campaña, la presencia en redes y por
lo tanto el reconocimiento y asimilación por parte de los usuarios de los mensajes, lo
que repercute en el cumplimiento de lo propuesto.
La campaña emplea elementos de la identidad visual muy significativos, tales como el
color, el uniforme corporativo y el logo, lo que proporciona una rápida identificación
por parte de los públicos. Según los públicos internos, los elementos de la identidad