En este sentido, en su trabajo sobre el gobierno corporativo, Aristizábal, J., Vásquez, A.,
y Dávila indagan en la arquitectura de control y la administración del riesgo y afirman
que entre las buenas prácticas de gobierno corporativo deben considerarse la
administración del riesgo, su evaluación y valoración de los mismos; a la vez que es
importante contemplar las actividades de control y traducirlas en políticas y
procedimientos que aseguren una adecuada gestión de los riesgos (Aristizábal, 2019).
A su vez, al analizar las nuevas tendencias en la gestión de riesgos del control interno,
Barrio Carvajal mantiene que en este entorno de constante cambio global y de las
organizaciones en particular, ha aumentado la necesidad de implementar un buen
sistema de control interno que tenga en cuenta todos los posibles riesgos que puedan ser
detectados; debiendo considerarse aspectos como la complejidad, la volatilidad, la
ambigüedad y la incertidumbre inherente a cada uno de ellos (Carvajal, 2019).
3.6 La gestión integral de riesgos
Los principios de riesgo son un pilar importante para la gestión de control ya que, al
alinearse con la estrategia de la empresa, impulsan al cumplimiento de sus objetivos.
Las empresas deben mantener una cultura de riesgo fuerte, que les permita a todos los
colaboradores estar atentos a los eventos que se pueden presentar y manejar los riesgos
de manera responsable (Bautista, 2013).
El compromiso de la alta dirección y de la junta directiva juega un papel muy
importante en la gestión integral de los riesgos, con el manejo de la información
oportuna podrán tener una visión más holística del futuro de la empresa. De la misma
manera la gestión integral debe estar apoyado por procesos de la planificación,
evaluación, monitoreo y control, lo que le permitirá tener una gobernanza del riesgo
(Bautista, 2013).
La política integral de riesgos establecida por un marco de referencia, objetivos,
alcance, definiciones, ciclo de la gestión, funciones y responsabilidad, y su estructura,
logrará no tener desviaciones en la buena práctica de la administración de la gestión
integral de riesgos, por lo que la transparencia de todos los procesos empresariales será
muy decisiva a la toma de decisiones (Bautista, 2013).
3.7 Buenas prácticas empresarial
La ética y buenas prácticas empresariales son indispensables a nivel mundial debido a
que permiten gestionar de forma clara y oportuna una solución a diferentes problemas
de índole económico, financiero, culturales, ambientales, etc., que puedan afectar
directa o indirectamente a la organización (EKOS, 2019).
Debido a la naturaleza del riesgo, es indispensable que las organizaciones tanto privadas
como públicas deben adoptar medidas para tratar, anticipar o predecir los riesgos, sus
causas o posibles efectos, conjuntamente es vital promover un enfoque integral de cada
área administrativa, departamentos y encargados con la finalidad de abarcar el riesgo y
sus posibles soluciones, mediante herramientas como el teletrabajo o video reuniones se
podrá mantener una información constante y clara de cada una de las acciones que se
tomen (Morales, 2020).