industria manufacturera aporta con el 8% al PIB (Producto Bruto Interno) del Estado,
datos tomados de un lapso del 2007 y 2015 (Albán et al., 2020).
Las empresas que se dedican a la industria textil son en su mayoría artesanales, las
cuales buscan políticas de protección que les permita desarrollarse y aumentar la
producción; esto lo logran mediante una cadena de valor, que va desde la búsqueda de la
materia prima hasta los canales de distribución más idóneos, que brinden las garantías
necesarias a las partes involucradas (Criollo et al., 2019).
El entorno cultural está formado de los valores y costumbres que posee la sociedad, que
se va a estimular por diferentes comportamientos o hábitos, que de algún modo son
influenciados por los participantes inmersos en los grupos sociales (Tapia et al., 2019).
En el estudio demográfico, el recurso humano que labora en la industria textil da un
total de 115.9387 individuos, de los cuales 68.215 son mujeres y 47.722 hombres.
Dedicadas al comercio: 62.352 personas, a manufactura: 46.562 y en servicios: 7.023
personas. A nivel geográfico, en el Ecuador existen cuatro provincias donde se
destacan, por su mayor número de locales de la industria textil, Pichincha (27%),
Guayas 17%, Tungurahua (8,1%), Azuay (7,5%) e Imbabura (4.5%) (Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos, 2012).
La Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria (LOEPS) declara en el artículo 8,
que las asociaciones están conformadas por personas que puedan realizar cualquier
actividad productiva. Asimismo, según la LOEPS, establecer un vínculo comercial, ya
sean de la misma rama comercial o afines, para que ofrezcan un producto o servicio en
que estén involucrados la elaboración, venta y compra de diferentes productos o
servicios necesarios para establecer el comercio de manera legal (Macías y Zambrano,
2020).
En la tecnología, el tamaño de la organización será un indicador clave en la innovación,
es decir, las grandes empresas tienen mayor inclinación a utilizar fuentes de
investigación exógenas, a diferencia de las pequeñas. Las grandes empresas tienen
mayor ventaja, pues ellas poseen una información valiosa, en las que diferentes
organismos del Estado participan más que las pequeñas empresas. Esto ocasiona que las
grandes empresas salen beneficiadas de estas fuentes de información, en las que están
incluidos el Gobierno, las universidades, es decir, las mayores compañías poseen los
recursos para disponer de estos progresos tecnológicos, así como de fijar un pacto de
lealtad con el empleado idóneo que entregue un producto de calidad (Carvache et al.,
2020).
En la industria textil, la responsabilidad social empresarial (RSE) es un tema que no se
toma a la ligera, por el cual aplican en sus procesos productivos la reducción de
contaminantes perjudiciales para el medio ambiente. Asimismo, si se aplica la RSE para
las pequeñas empresas esto implica un alto costo; sin embargo, como contrapartida, le
permite obtener una buena imagen (Ríos et al., 2020).
1.2 Análisis del microentorno
Para llegar a los clientes existentes y potenciales de manera segura, e incrementar el
nivel de rendimiento y desarrollo, es importante que la empresa realice las gestiones
pertinentes, dado que al momento de desarrollar la comercialización se necesita de una
planificación exhaustiva, donde se logre evidenciar la línea de productos que se va a
vender, los precios establecidos, las formas de promoción y su distribución (Canedo,
2019).