En los últimos años cada vez son más los investigadores que centran su atención en el
trabajo informal y las características de quienes participan en él. Varias cuestiones
relacionadas con las actividades informales deben investigarse más a fondo para
examinar los determinantes de los trabajos informales (Robles y Martínez, 2018). A
menudo se reconoce que las características individuales, como el género, la educación,
las diferencias regionales y el trabajo tienen un fuerte vínculo con la decisión de las
personas de incorporarse al trabajo informal (Mubaiwa, 2014).
La convivencia ciudadana en el siglo XXI es uno de los aspectos que ha pasado de ser
solo la acción de vivir en compañía de varias personas a ser un tema que se ha incluido
en los diferentes niveles del sector público por su compleja dinámica y por estar
vinculado a varios factores, entornos y condiciones sociales. Uno de aquellos es el
incremento del comercio informal, que se ha constituido en una aguda problemática
social a nivel local cantonal, así como en otras ciudades del Ecuador.
Este tema ha sido incluido desde varios enfoques en las normativas legales ecuatorianas,
como el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización
COOTAD, que faculta a los gobiernos autónomos descentralizados municipales para
establecer políticas públicas y normativas territoriales que permitan determinar el
bienestar de la ciudadanía. El comercio informal en el cantón Ambato ha gnerado el
crecimiento en gran escala de grupos de personas que impiden la libre movilidad de la
ciudadanía por la utilización de las aceras y espacios de libre tránsito, y que ocasio0nan
inseguridad y desaseo en el casco central (Castro y Chías, 2019).
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2010), la tasa de desempleo
a diciembre de 2019 fue de 3,8%. La tasa de subempleo fue de 18,7% y la de empleo
adecuado 37,9% (2010). A pesar de que las tasas en Ambato reflejan mejor panorama
en relación con las estadísticas nacionales, el comercio informal sigue presente en las
calles. Las implicaciones de ventas ambulantes en cualquier espacio público tienen que
ver con varios aspectos, uno de ellos se refiere al tráfico vehicular sobre el que
interfieren los transeúntes al circular por las avenidas, debido a que las aceras están
invadidas de comerciantes; algunos vendedores circulan en las mismas calles y
entorpecen el libre tránsito vehicular (Castillo, 2017).
Según el observatorio económico y Social de Tungurahua-UTA (2018) de 500 puestos
informales aproximadamente 450 se localizan en las aceras de la avenida a lo que se
suman los problemas vehiculares, la inconformidad de comerciantes formales que
asumen los costos de alquiler, impuestos, afiliaciones laborales, servicios básicos en
sus actividades comerciales; de cierto modo podría considerarse una competencia
desleal ( Equipo técnico OBEST-UTA, 2018). La falta de organización en la forma de
comercio informal causa diferencias y conflictos entre los involucrados, se agravan los
problemas de seguridad y afectan de manera significativa la organización de la ciudad,
su ornato y ambiente general.
El comercio informal en la ciudad de Ambato genera una fuerte problemática social que
afecta a la convivencia ciudadana en los espacios públicos y los transforma en zonas de
desorden y peligro, que se convierten en epicentros de inconductas y delitos que rompen
la paz ciudadana. Asimismo, la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades
obligan a que cada día más personas opten por esta modalidad de trabajo no regulado
para poder sobrevivir (INEC, 2018). Dado que es una problemática que va en
crecimiento por el desempleo, la migración y la falta de oportunidades donde se incluye