donacin a un proyecto y se recibe un “premio que depende del objetivo de la empresa,
ya que puede ser, un bono de la compañía, entrada, premier, etcétera” (Molina, 2016).
1.1.3 El crowdfunding como financiamiento alternativo
En el crowdfunding se visualiza una posible solución a los problemas de financiación
para las pequeñas empresas, dado que solicita requisitos variados para poder asignar un
crédito. Muchas de estas empresas tienen dificultades para ello, por lo que el
crowdfunding es una herramienta de financiamiento colectivo, el cual sirve para un
proyecto de negocio y para su expansión (Jiménez et al., 2017). A las microempresas
que no tienen mucha antigüedad, experiencia y capital, les cuesta acceder a créditos, es
por esto, que muchas buscan alternativas (González et al., 2017). Actualmente, hay más
acceso a los créditos bancarios, pero, en algunos casos o años atrás encontrar la
financiación necesaria se convertía en un problema y muchos emprendedores desistían
de esta. Por eso, el crowdfunding junto a otros métodos de financiación, se convirtieron
en opciones viables frente a la ausencia de liquidez bancaria (Santana , 2017), siendo
que en los últimos años ha sido visto como una amenaza sobre la base de las ganancias
que genera en la producción de dinero secundaria (Cuesta et al., 2014).
Este método de financiamiento busca hacer de nexo y generar acercamiento entre el
inversor y el proyecto, de forma más creativa, valiéndose de nuevos modelos de
negocios, convirtiendo al interesado en partícipe, financiador, voluntariado, donador,
activista, etcétera (Cejudo y Ramil, 2013).
Las plataformas de crowdfunding conectan a dos partes: demandantes y oferentes, pero,
no participan de forma directa en la financiación. El tema de riesgo también es una
diferencia, los bancos asumen los riesgos de la financiación, mientras, que las
plataformas transfieren parte de los riesgos debido a que los participantes son los que
deciden la dirección que desean darle a los fondos, aceptando el contrato y asumiendo
los riesgos asociados. Por otro lado, los bancos son quienes manejan la liquidez y el
calendario de vencimientos de los pagos, como una posible refinanciación, mientras,
que en las plataformas de crowdfunding esos aspectos son negociados entre las partes
(Martnez, 2019).
Si las plataformas de crowdfunding basadas en préstamos desearan representar un
modelo más comercial de intermediación financiera, tendrían que afrontar barreras de
entrada (estructurales, regulatorias, y estratégicas), debido a que ingresan en un mercado
que está dominado por las instituciones bancarias y, por sus altos costos de cambio;
estas plataformas deben enfocarse hacia prestatarios que son más riesgosos o que están
desatendidos por los bancos (Havrylchyk, 2018).
La intensa regulación que tienen las instituciones bancarias para el capital y la liquidez
ocasiona que haya grandes restricciones en el financiamiento lo que conlleva a la
búsqueda de mecanismos de financiación alternativo, mientras que esta financiación
colectiva no tiene tanta regulación (en muchos países se están actualizando y amoldando
a los cambios), por lo que se visualiza como una nueva oportunidad de inversión con
alta rentabilidad (Rodríguez, 2017).
Esto ha ocurrido poscrisis, debido a que las instituciones bancarias buscaron
desapalancar y recortaron su oferta de préstamos a prestatarios solventes. Sin embargo,
si los participantes solo atienden a prestatarios que son rechazados por los bancos,
corren el riesgo de tener tasas de incumplimiento más altas y perder las tarifas de
servicio. Por tanto, es probable que la viabilidad a largo plazo del modelo empresarial