tendencias de las preferencias del consumidor, la presencia de grandes fabricantes y
distribuidores, el tamaño de las viviendas y el desarrollo económico, han llevado a la
industria del mobiliario a adaptarse mediante estrategias innovadoras, mejorando su
adaptabilidad a las circunstancias del entorno, incluso, conllevar a promover proyectos
públicos que potencien la industria que muestra un crecimiento sostenido.
Se observa que los espacios en metros cuadrados en los hogares son cada vez más
reducidos, dado que existe una sobrepoblación en las grandes ciudades que mantiene
una tendencia a desarrollar proyectos residenciales más pequeños, por lo que se puede
observar un aumento en ambientes reducidos que necesitan crear espacios funcionales.
Para lograr tal fin, resulta imperativo la creación y la fabricación de mobiliario de
carácter multifuncional, cuyas dimensiones se ajusten a las diversas necesidades de una
residencia reducida (menor a 50 m2) que contenga sala recibidor, comedor, dormitorio,
baño y cocina.
En Lima se evidencia la tendencia de construir residencias con una superficie cada vez
más reducida, las personas buscan desplazarse a medida que se encuentran en
dificultades en el transporte y la carencia de infraestructura adecuada, que obstaculizan
el tráfico en las vías públicas de la capital, lo cual, al concluir esta investigación, no
parece tener alternativas de solución en el corto plazo.
Asimismo, los trabajadores anhelan residir en áreas de mayor conectividad, con el fin de
acceder rápidamente a su residencia. En adición, para la generación millennial resulta
crucial la ubicación de la vivienda en distritos céntricos con mayor conectividad y
dinamismo en la vida urbana. Por lo tanto, se buscan áreas residenciales que tengan
acceso cercano a las líneas de transporte público y a medios adicionales, tales como
ciclovías y parques. En general, los jóvenes se encuentran en la búsqueda continua de
un departamento para adquirir su identidad, especialmente en las unidades inmobiliarias
de menor tamaño ubicadas en áreas céntricas (Guardia, 2018).
No obstante, ADI Perú (2018) indica que la tendencia es escoger un espacio para vivir
en función del precio, eligiendo apartamentos más pequeños con un espacio entre 40 y
45 m2 que incluya sala/comedor, dormitorio y cocina; especialmente destinados a
personas que no tienen familia aún, con acceso a créditos bancarios. Los proyectos de
esta clase de vivienda presentan áreas comunes, tales como sala de bar, sala de juego,
área de parrilla, piscinas, y proyectos que se asocian con coworking, un espacio de
trabajo compartido e inspirador, que impulsa y fomenta la co-creación. En este sentido,
siempre hay un individuo preocupado por generar comunidad y valor añadido, en este
sentido, el departamento será utilizado más como un lugar para dormir, que para realizar
actividades sociales como reuniones con amigos o familiares.
Igualmente, se llevan a cabo proyectos de edificios mixtos, con áreas para viviendas,
oficinas, comercios y hasta hoteles. Existen también proyectos que combinan pisos para
oficinas boutique, con pisos con departamentos de viviendas. En estos establecimientos
las oficinas son reducidas, frecuentemente destinadas a médicos o abogados, cuyo
espacio puede ser de 20 m2. De esta manera, pueden vivir y ocupar su espacio de trabajo
en el mismo edificio, sin necesidad de trasladarse. En este contexto, un tercero
especializado se encarga de la gestión del edificio.