La entrevista-encuesta se hizo con apoyo de un cuestionario como instrumento algorítmico, el
cual cierra con una especie de autovalidación, cuando luego de las respuestas cerradas y las
opiniones busca descubrir conocimientos básicos y fundamentales de la Matemática I, en los
entrevistados o protagonistas de toda clase: docentes y estudiantes. Todo ello basado en
resultados obtenidos en las direcciones de carreras en algunas ingenierías de la Universidad de
Guayaquil, Ecuador, en semestres recientes antes y durante la pandemia del covid-19; sobre
variables de eficiencia, como el porcentaje de aprobados y el promedio de notas en aprobados,
tal como se mencionó. Donde –por lo general– el parámetro más común en la evaluación
docente solo es el porcentaje de aprobados.
Con el diagnóstico observable, tanto en docentes, como en estudiantes, en sus respuestas
específicas, descubrir debilidades posibles en la enseñanza actual como en los conocimientos
que se tienen, así como los aprendizajes hasta ahora sabidos o recordados en estudiantes que
ya cursaron todas las asignaturas de Matemática en sus carreras, con la entrevista-encuesta de
preguntas específicas y de opinión sobre conceptos relacionados a la Matemática I.
1.2 Antecedentes
Por lo general, en la necesidad de generar nuevos sílabos en diferentes carreras de mallas de
ingeniería, suele ocurrir que las administraciones centrales realizan y plasman ideas sin
consultar a los docentes tradicionales de la asignatura solicitada. Es aquí donde por las
premuras características, no se desarrollan investigaciones particulares y juicios de expertos;
con la frase común: “Profesor firme aquí, que este Syllabus me lo pidieron para hoy” (Castro,
2018, p.2). Acción que puede resultar en una afección a la profesión docente y al prestigio que
les corresponde a los profesionales de la educación, que sin duda son los que en verdad
tendrían la experiencia necesaria en el tema.
Con la idea de sustentar el hecho posiblemente histórico, que en definitiva se sabe y acepta,
pero sin muchos fundamentos, de que existen debilidades y vacíos en la enseñanza de la
matemática inicial universitaria, y lógicamente ocasionando un aprendizaje irregular de esta
importante asignatura. Ello, porque la idea no es solo descubrir en un estudio amplio e inédito
de diagnóstico, al considerar preguntas y opiniones en estudiantes aprobados de avanzada y
diferentes docentes de esta situación como originalidad de este trabajo, sino reabrir el debate
educativo sobre las relaciones generacionales de estos resultados, la posibilidad en la
existencia de mejoras, así como validar o refutar teorizaciones ya propuestas en este marco
educativo.
El aprendizaje de las matemáticas básicas, en el sentido de su utilidad por el estudiante, es y
debe ser tema de interés y ocupación en quienes desarrollan la didáctica matemática, ya que
los resultados no son precisamente los esperados por quienes planifican la enseñanza en la
educación universitaria. Trabajos y estadísticas realizadas sobre este rendimiento estudiantil en
los contenidos matemáticos, son y han sido de resultados más que preocupantes, quizás una
mejor afirmación es No esperados; algo así como decir: Vengan para que aprendan en la
universidad, como si fuese un proceso pasivo de enseñanza unidireccional, cuando el joven ya
ha aprendido antes y de diferentes formas (Carvajal, 2000).
En todo caso, busca ver y descubrir nuevas estrategias educativas que lo motiven al camino
que escogió en este momento de su vida, para luego, y, muy posiblemente, aburrirse ante
algoritmos similares a los vistos en el bachillerato, con la abstracción matemática de fondo y
sin saber o poco sobre sus dos grandes preguntas características: ¿Para qué se me enseña este
tema? ¿Tiene alguna aplicación o uso en el resto de la materia, en mis estudios o en mi futuro
campo laboral?