REVISTA U-MORES • VOL.3 NUM. 2 • JULIO - OCTUBRE 2024
REVISTA U-Mores
QUITO-ECUADOR
2024
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La metodología del estudio tuvo un enfoque cualitativo combinando dos técnicas. La historia
de vida de tres mujeres víctimas de violencia intrafamiliar en la Ciudad de Manta; por medio de
esta se conoció la experiencia siendo víctimas de violencia y todo su proceso. Por otro lado, se
aplicó entrevistas estructuradas a dos profesionales un trabajador social y un psicólogo, con el
objetivo de comprender el rol que ejercen ante los casos de violencia, conociendo su intervención,
metodología y herramientas utilizadas para este tipo de caso, siendo toda esta información
relevante para la investigación y la obtención de los resultados deseados.
1.1 Revisión literaria
Desde tiempos inmemoriales, la familia ha sido considerada la célula básica de la sociedad,
reconociendo que su naturaleza, funciones y aportes son fundamentales para el desarrollo
económico y social de las naciones. También es cierto que, a lo largo de la historia, se ha visto el
machismo imperante en la sociedad. la mujer se ha visto inmersa en situaciones de vulnerabilidad
dentro del patriarcado al ser maltratada no sólo por su pareja, esposo o conviviente, sino también
por la gura paterna (Ortega y Peraza, 2021).
Según Galiano et al. (2022) la violencia es un fenómeno que ha existido a lo largo del desarrollo
de la humanidad. Se trata de un comportamiento que trae consigo consecuencias nefastas no solo
para quien lo sufre directamente, sino también para la familia y la sociedad en general que, por
medio de malos tratos o agresiones físicas, psicológicas, económicas, institucionales y sexuales,
someten a las víctimas al ejercicio de una acción de control o poder por parte del agresor.
La violencia intrafamiliar es todo acto de agresión cometido por un miembro de la familia hacia uno
o más integrantes del núcleo familiar. Los tipos de violencia intrafamiliar que podemos encontrar
son de orden físico, sexual, psicológico, verbal, económico, entre muchos más. De acuerdo con
la Ley Contra la Violencia a la Mujer y la familia (Constitución del Ecuador, 2018), en el artículo 4
sobre formas de violencia intrafamiliar, se consideran: violencia física, psicológica y sexual.
Al respecto, Cedeño (2019) ha mencionado que “la violencia familiar se produce cuando uno de
los integrantes de la familia, abusando de su autoridad, su fuerza física y su poder, maltrata física,
emocional o sexualmente a otro de sus miembros” (p. 5). La resiliencia y empoderamiento son
cualidades esenciales que permiten a las personas desarrollar una mejor capacidad de adaptarse
y afrontar situaciones difíciles, empoderándose de sí mismos para obtener el bienestar individual.
En este contexto, estas habilidades han sido fundamentales para las mujeres que fueron víctimas
de violencia intrafamiliar ya que son utilizadas para superar y avanzar en el proceso.
Para De Mera y Moreira (2018) “las mujeres que son víctimas de violencia intrafamiliar presentan
mayor prevalencia a desarrollar resiliencia.” (pp. 5-6). Los mismos autores han mencionado que
las mujeres que generan resiliencia y que a su vez son sobrevivientes de violencia, muestran
empoderamiento en su desarrollo personal (De Mera y Moreira, 2018). Reconocen que, si vivieron
violencia y no se esconden tras esta barrera, confían en sus capacidades, se sienten orgullosas
de sus logros, pueden adaptarse fácilmente a la adversidad, regularizan positivamente el miedo al
agresor, manejan sus emociones en los momentos precisos y fortalecen sus mecanismos de auto
protección y autoestima.