https://doi.org/10.35290/ru.v1n2.2022.560
Estrés familiar y funciones ejecutivas en niños con
TDAH de 8 a 12 años de un centro especializado de la ciudad
de Cuenca Ecuador
Family stress and executive functions in children with ADHD from
8 to 12 years old from a specialized center in the city of Cuenca -
Ecuador
Fecha de recepción: 2022-02-21 Fecha de aceptación: 2022-06-21 Fecha de publicación: 2022-07-10
Resumen
Luz Elena Cunha Romero
Centro de especialidades del niño, adolescente y familia, Cuenca, Ecuador
e0703783738@uisrael.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-9322-8124
El presente artículo se refiere al TDAH como “el trastorno de déficit de atención con
hiperactividad”, puesto que es considerado como uno de los trastornos del neurodesarrollo con
mayor arraigue en la actualidad. El objetivo del estudio fue determinar la relación entre el estrés
familiar y las funciones ejecutivas en los niños con diagnóstico de trastorno de déficit de
atención con hiperactividad (TDAH). Se desarrolló con una metodología cuantitativa, por
pruebas estandarizadas aplicadas a un grupo de individuos que fueron analizadas
estadísticamente, participaron 36 familias con niños de 8 a 12 años con diagnóstico de TDAH,
que asisten a un Centro de Especialidades de la Ciudad de Cuenca, Ecuador. Los test utilizados
fueron el cuestionario de estrés parental (CEP) de Cohen, además del test de BRIEF. Las escalas
de inhibición, cambio y control emocional comprenden la regulación del comportamiento índice,
es una medida confiable y establecida de EF con una fiabilidad test-retest media de 0,81 en todas
las escalas clínicas y una alta validez de constructo demostrado en varias muestras de
neurodesarrollo. Los resultados plantean que no existe relación entre el estrés familiar y las
funciones ejecutivas en niños con TDAH, pese que los niños presentan disfunción ejecutiva, el
estrés no es un factor determinante para este fenómeno, es importante mencionar a los padres,
quienes son los responsables el proceso de crianza y de la escolarización infantil.
Palabras clave: estrés familiar, funciones ejecutivas, trastorno de hiperactividad con déficit de
atención
Abstract
This article refers to ADHD as "attention deficit hyperactivity disorder", since it is considered to
be one of the neurodevelopmental disorders with the strongest roots at present. The aim of the
study was to determine the relationship between family stress and executive functions in children
diagnosed with attention deficit hyperactivity disorder (ADHD). It was developed with a
quantitative methodology, by standardized tests applied to a group of individuals that were
statistically analyzed, 36 families with children from 8 to 12 years old with ADHD diagnosis,
attending a Specialty Center in the City of Cuenca, Ecuador, participated. The tests used were
Cohen's parental stress questionnaire (CEP) and the BRIEF test. The scales of inhibition, change
and emotional control comprise the regulation of index behavior, is a reliable and established
measure of EF with a mean test-retest reliability of 0.81 in all clinical scales and a high construct
validity demonstrated in several neurodevelopmental samples. The results show that there is no
relationship between family stress and executive functions in children with ADHD, although
children present executive dysfunction, stress is not a determining factor for this phenomenon, it
is important to mention the parents, who are responsible for the process of child rearing and
schooling.
Keywords: family stress, executive functions, attention deficit hyperactivity disorder
Introducción
El TDAH o denominado trastorno de déficit de atención (Fernandes et al., 2017) con o sin
hiperactividad, en la última década es el trastorno de mayor prevalencia dentro del estudio de la
neuropsicología, a esta problemática se suma el estrés familiar provocado por la limitada
capacidad de resolución de conflictos entre los padres o cuidadores, sugiriendo que los mismos
podrían llevar a actuar de manera negligente con sus hijos, generando en ciertos casos, violencia
física y psicológica hacia los menores de edad, afectando sustancialmente sus funciones
ejecutivas (Restrepo, 2008). Por lo tanto, el objetivo de esta investigación es determinar la
relación entre el estrés familiar y las funciones ejecutivas en niños de 8 a 12 años con TDAH de
un Centro especializado de la ciudad de Cuenca, Ecuador.
El TDAH se manifiesta por “las dificultades en el nivel de atención, desorganización y/o
hiperactividad-impulsividad”, este trastorno se presenta en distintas culturas con porcentajes
altos en poblaciones, tanto en niños, como en adultos. Es importante recalcar que se identifica de
mejor manera en etapas cruciales del desarrollo escolar cuando la inatención deteriora su
rendimiento, no solo en áreas académicas, además en las áreas sociales y familiares, de esta
manera existen factores que modifican el curso de esta condición como los patrones de
interacción familiar y en ocasiones esto puede desencadenar problemas conductuales
(Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 2014).
Para Herrera Santi (2008), el estrés familiar se refiere a las tensiones o desequilibrios que
alientan a un individuo o familia a desarrollar recursos de adaptación cuando se enfrentan a una
crisis. Por tanto, en lugar de entender qué el estrés es bueno y qué es malo, es necesario pensar
detenidamente en qué condiciones las situaciones sociales y familiares son perjudiciales o
beneficiosas para sus miembros. La teoría del estrés familiar de Boss (citada en Herrera, 2008),
es que los efectos familiares del estrés y las convulsiones son la respuesta de la familia y el poder
resiliente de enfrentar situaciones estresantes, reducir la intensidad de las situaciones difíciles y
liberar los recursos disponibles, así como encontrar recursos adicionales y reconstruir
cognitivamente la situación.
Por su parte, Portellano (2008), mantiene que las funciones ejecutivas (FE) son consideradas
capaces de regular la conducta de un modo eficiente, controlar, supervisar y permitir la
transformación de los pensamientos en decisiones, planes y acciones”, así también, considera
que las FE presentan componentes básicos y los componentes auxiliares asociados a las
capacidades cognitivas. Entonces, las FE proporcionan habilidades cognoscitivas “donde su
objetivo principal es lograr la culminación con éxito de sus planes, buscando solucionar tareas
novedosas y complejas”
1.1. Trastorno de déficit de atención como una condición multifactorial
1.1.1 Desarrollo y curso del TDAH
Acorde el DSM-5 (Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 2014), el TDAH es considerado
como un trastorno de neurodesarrollo, ya que es una afección que presenta algunas señales de
alerta desde los primeros años de desarrollo, lo que representa un retraso en el alcance de las
destrezas esperadas acordes a la edad cronológica. El patrón sintomático de esta condición consta
de inatención, hiperactividad e impulsividad. La falta de atención y la confusión incluyen la
incapacidad para completar tareas, parece no escuchar, ni ser escuchado y la constante pérdida de
materiales en niveles consistentes con la edad o la etapa de desarrollo (Yunta et al., 2006).
Dentro de los criterios están la hiperactividad-impulsividad, donde se relaciona con la
incapacidad para quedarse quieto, capacidad para interferir en las actividades de los demás;
mostrando de manera recurrente excesos, que no son acordes a los hitos esperados del desarrollo
infantil.
Esta condición “tiene origen neurobiológico y fisiológico, donde se involucra el córtex
prefrontal, ganglios basales, cuerpo calloso, y vermis cerebeloso, y dentro de los
neurotransmisores asociados están la noradrenalina y dopamina”, explican Pelaez y Autet
(2015).
De acuerdo a diferentes estudios y modelos, el TDAH puede ser el resultado del déficit en
mecanismos neuronales, y con la ayuda de pruebas neuropsicológicas (Climent-Martínez et al.,
2014) se identifican características cognitivas en las que se presenta un cuadro de disfunción
ejecutiva como fallos en la planeación, control inhibitorio, flexibilidad cognitiva, fallos en la
atención selectiva y sostenida, dificultad en el procesamiento de información, dificultad en el
lenguaje y fallo en el procesamiento de la información visoespacial (Pérez et al., 2016), además
son parte de la sintomatología para el adecuado diagnóstico propuesto en el DSM-5, en la
siguiente Figura 1 se muestran.
Figura 1
Criterios de TDAH de tipo Combinado Acorde al DSM-V
Dentro de las manifestaciones de esta patología se presenta cierto grado de riesgo para el fracaso
escolar, académico-laboral y social, además de las implicaciones emocionales, aunque es difícil
distinguir de los comportamientos normativos anteriores a los 4 años de edad de desarrollo, por
lo que se manifiesta frecuentemente durante el proceso de escolarización del niño cuando se
espera un cierto grado de concentración; sin embargo, el deterioro del rendimiento es
significativo, dentro del cual la primera manifestación en la etapa preescolar es la hiperactividad
y en la etapa primaria es la inatención. Según el DSM-5 (Asociación Estadounidense de
Psiquiatría , 2014), en la adolescencia temprana sus manifestaciones se modifican y existe con
una relativa estabilidad, la frecuencia es con menor intensidad limitada a sus estados
emocionales, la impaciencia e hiperkinesis, pero en algunos casos pueden exacerbar por un
posible comportamiento antisocial y aislamiento. Por otro lado, en la edad adulta la atención,
inquietud e impulsividad puede llegar a ser problemática.
1.1.2 Relación entre el estrés familiar y el TDAH
Para Alberto Valdez (2007), la familia es el lugar donde se aprende a manejar el poder dentro del
contexto social, donde se desarrolla el individuo, aprende ajustar su vida a los cambios acordes a
su contexto actual y resolver las dificultades adecuadamente a partir de las primeras etapas de
crisis, por lo tanto, la familia provee de estrategias adecuadas a sus integrantes, así la familia, “es
la responsable de fomentar de manera efectiva estrategias de comunicación entre sus miembros
y proporciona además la capacidad de resolver conflictos adversos dentro de diferentes
situaciones a lo largo del ciclo vital de la misma”. La contraposición según este autor, menciona
que las dificultades familiares se presentan cuando existen limitaciones para generar los cambios
necesarios de una transición acorde al ciclo vital en que se encuentran o debido al estrés vital
grave, por situaciones ajenas a su voluntad como la muerte, desempleo, precariedad en su salud,
etc.
Es determinante comprender la función de la familia, el sistema de valores, la función de normas,
regulación, estructura, la plenitud de las relaciones familiares con el entorno (Presentación-
Herrero et al., 2006). Entre los factores a considerar para contrarrestar el funcionamiento mental
se encuentra determinado además por adaptabilidad, para lo cual es necesario conocer los riesgos
y las posibilidades de acrecentar esta vulnerabilidad, donde el niño se encuentra y para lo cual
existe una tendencia a asimilar patologías con problemas de conducta, es decir, las normas y
reglas mal establecidas o ausentes son las que aumentan de manera inconsciente esta presencia
de criterios, donde se manifiestan en ocasiones con prácticas autoritarias y hostiles de crianza,
abuso verbal y físico (Krieger et al., 2019).
Asimismo, Herrero et al. (2006) señalan que la familia influye sustancialmente en el curso de
cualquier trastorno del desarrollo, y en el caso del TDAH, la disfunción del grupo familiar puede
mantener o amplificar la sintomatología. A decir de estos autores, es importante tomar en
cuenta la afectación que es para las familias el recibir el diagnóstico de TDAH en sus hijos, en
tal sentido, varios estudios se han realizado sobre el tema y lo que representa para ellos el hecho
de tener un hijo con este trastorno, por lo tanto, el sistema familiar se encuentra con el nivel de
estrés elevado y conflictividad de las interacciones paterno-filiales, además de sentimientos
negativos dirigido hacia su rol paterno como ineficacia personal, estrés, frustración, enojo,
además, la observación que se realizó entre ,los niños con TDAH y sus consanguíneos lleva a
destacar que los hermanos tienen sentimientos de incomodidad a la hora de participar en
actividades conjuntas, también manifiestan sentirse influidos como víctimas, al ser responsables
del cuidado de su hermano, en ocasiones les invade emociones no saludables como la tristeza
(Rosell et al., 2003 citado en Herrero et al., 2006).
Por otro lado, los estilos de crianza son procesos que deben permitir el correcto desarrollo del
niño, cubriendo todas sus necesidades y posibilitando el aprendizaje dentro de espacios
estimulantes. La conducta parental es multifactorial y va a desencadenar comportamientos
acordes a los modelos de crianza, y estos se desarrollarán conforme sea la interacción familiar
(Grau Sevilla, 2007).
De acuerdo a esto, se conceptualizan tres estilos de crianza: autoritario, permisivo y democrático.
El estilo autoritario se presenta en la utilización de castigo o de la fuerza frecuentemente como
una forma para controlar la conducta de los vástagos, para lo cual los padres utilizan estilos de
crianza aprendidos de generaciones anteriores; así también, el modo permisivo se caracteriza por
la limitada capacidad de establecer normas y reglas a sus hijos, los padres no proporcionan
autonomía sin limitaciones, su objetivo fundamental es la evitación a asumir su autoridad,
donde se caracteriza por limitar y castigar al no contar con las recursos necesarios para
resolver problemas familiares, sin embargo, la interacción es desestructurada, por lo general no
proporciona un modelo para identificar o emular a un padre o una madre. Por último, la
democracia parental se caracteriza por buscar el dialogo de manera constante, de manera racional
y la negociación es fundamental en este tipo de estilo (Baumrind, 1996 citado en Gonzales et al.,
2014).
Por lo tanto, los estilos y modelos de crianza llegarán a ser factores estresores, y s aún con un
niño con el diagnóstico de TDAH, el estrés familiar es generado por las conductas de los niños
con TDAH; es decir, el estrés aumenta con los retos que conlleva este diagnóstico en ámbitos
como la educación, familia y las relaciones interpersonales, además del enfrentamiento a
acontecimientos no normativos a comparación de un niño neurotípico, ya que las características
de estos niños tienden a ser menos sumisos, solicitan más apoyo y estimulación, no acatan
órdenes y fluctúa su comportamiento, los métodos de disciplina deben ser acorde al niño. Un
punto importante, es que se debe considerar las alteraciones conductuales, la gravedad del
trastorno y la persistencia de los síntomas del niño con TDAH frente al estilo de crianza lo que
genera disfuncionalidad familiar, con una predominancia a estilos parentales autoritarios y
permisivos (González et al., 2014).
1.1.3 Relación entre las TDAH y las funciones ejecutivas
En palabras de Pelaz y Autet (2015), “las funciones ejecutivas representan las competencias
cognitivas que buscan mejorar la vida de los seres humanos dentro de distintos contextos y que
facilitan la convivencia con otros seres humanos”. Las FE se caracterizan por contar por tres
diferentes sistemas, el primero corresponde al sistema de entrada (percepción de diferentes
modalidades sensoriales), segundo el sistema de procesamiento (atención, memoria o emoción) y
tercero de salida (programa motor). En este sentido, las FE se encargan de coordinar el
comportamiento, así también los pensamientos, recuerdos y emociones que respaldan conductas
adaptativas para el sujeto, dentro de los cuales también se encuentra la función de lograr
objetivos; igualmente son las encargadas de coordinar y traer de vuelta la información que ha
sido almacenada en el pasado (mecanismos de acceso y recuperación de información) (Verdejo-
García y Bechara, 2010).
El funcionamiento ejecutivo define el curso y desarrollo cognitivo, social, afectivo del niño,
dichos procesos neuropsicológicos (Soloviova et al., 2017) están vinculados con el
funcionamiento de lóbulos frontales, específicamente la parte anterior correspondiente al área
prefrontal (ver Figura 2).
Figura 2
Conexiones Cerebrales de las FE
Los componentes de las FE trabajan de manera interdependiente y, cada uno de ellos son los
responsables parcialmente de la función ejecutiva general, constituidas por elementos básicos o
primarios y auxiliares (ver Figura 3).
Figura 3
Componentes Básicos de las FE
Nota. Fuente: Portellano (2008). Neuropsicología de la atención, las funciones ejecutivas y la memoria.
Por otro lado, los componentes auxiliares (ver Figura 4) se representan logísticamente dentro,
siendo las áreas cognitivas como: metacognición, memoria, atención, inteligencia fluida
(especialmente memoria operativa), lenguaje, control motor y control emocional (ver Tabla 2).
Figura 4
Componentes Auxiliares de las Funciones Ejecutivas
Nota. Fuente: Portellano (2008). Neuropsicología de la atención, las funciones ejecutivas y la memoria.
El desarrollo de las FE es considerado integral, donde se encuentran inmersas tanto el área
emocional a partir de la vida cotidiana, así también busca el desarrollo a nivel psicológico,
social y cognitivo esperados acordes a la edad del niño, pero si existen alteraciones en los
mecanismos ejecutivos estos originan consecuencias en la vida del individuo, un déficit en estas
funciones está comprometido por múltiples factores como el daño o retraso en el desarrollo,
trastornos psiquiátricos, además dependen de la exigencia de la tarea que se le presenta al niño y
el contexto que se desarrolla (Amador y Krieger, 2013).
Por lo tanto, es evidente que la disfunción ejecutiva está presente en muchas personas con
TDAH, las áreas más afectadas son la inhibición del comportamiento, la flexibilidad cognitiva,
memoria de trabajo la planificación y organización de tareas, “se suman los problemas en la
noción temporal, a la dificultad para asumir las secuelas de su comportamiento, y la solicitud
constante de recibir recompensas inmediatas o dilatar su consecución, lo que sobrelleva a
manifestar sus respuestas que van en detrimento apropiado ante los refuerzos” y se ve reflejado
en el fracaso académico/laboral y social. Esta afección en las FE se debe al compromiso de
lóbulos frontales, ya que como se mencionó anteriormente esta área es la responsable de las
funciones de regulación, programación, y control de la actividad consciente.
El objetivo general de la presente investigación es Identificar la relación entre el estrés familiar
y funciones ejecutivas en niños de 8 a 12 años con diagnóstico de TDAH. Mientras que como
parte de los específicos se determinan: conocer el nivel de estrés de las familias con niños con
diagnóstico de TDAH y determinar el estado de las funciones ejecutivas de los niños de 8 a 12
años con TDAH, bajo la pregunta problema: ¿Cuál es la relación entre el estrés familiar y
funciones ejecutivas en niños de 8 a 12 años con TDAH?
Metodología
Debido a toda la información recogida de la literatura, se vio pertinente encontrar si existe una
relación entre el estrés familiar de un niño con diagnóstico de TDAH y las funciones ejecutivas
implicadas en su desarrollo (Restrepo, 2008), por lo que este estudio se realizó mediante una
metodología cuantitativa, por pruebas estandarizadas aplicadas a un grupo de individuos que
fueron analizadas estadísticamente, lo que nos llevó a comprobar y/o rechazar la pregunta
problema.
Para el presente estudio participaron 36 familias con niños con diagnóstico de TDAH, que
asisten a un Centro de Especialidades de la Ciudad de Cuenca, Ecuador. Los criterios de
inclusión fueron familias con hijos con diagnóstico de TDAH, edad comprendida de los niños de
8 a 12 años, niños escolarizados, fueron excluidos aquellas familias con niños con discapacidad
intelectual, diagnóstico de trastorno espectro autista, niños no escolarizados, rango de edad
menores a 8 años y mayores de 12. No fue utilizado un grupo de control porque el objetivo fue
investigar el estrés de los padres y las funciones ejecutivas de sus hijos.
Las 36 familias que fueron evaluadas contestaron el cuestionario de estrés parental (CEP) de
Cohen, el mismo es un instrumento práctico que proporciona información del estrés de los
padres de familia, este instrumento se identifica las dimensiones afectadas, los resultados permite
plantear líneas de acción específicas, en poblaciones clínicas y no clínicas. El CEP consta de 14
preguntas, cuenta con Alfa de Cronbach es de 0.81.
El segundo instrumento fue el test de BRIEF, este consta de 86 ítems, contiene ocho escalas
clínicas y produce puntajes T para en las escalas. Las escalas de inhibición, cambio y control
emocional comprenden la regulación del comportamiento índice. El inicio, la memoria de
trabajo, el plan/organización, la organización de materiales y las escalas de monitor comprenden
el índice de metacognición. El compuesto ejecutivo global es derivado de las ocho escalas
clínicas. El BRIEF es una medida confiable y establecida de EF con una fiabilidad test-retest
media de 0,81 en todas las escalas clínicas y una alta validez de constructo demostrado en varias
muestras de neurodesarrollo.
Los participantes son familias que asisten al Centro de Especialidades de la Ciudad de Cuenca,
acuden al área de psicología donde son atendidos en terapia psicológica individual, familiar y
estimulación neurocognitiva. Los padres fueron citados a la institución de salud y mientras
esperaban a sus hijos fueron divididos en dos grupos, se hizo una entrevista y posteriormente a
esto se les pidió que respondan el cuestionario y el test.
Resultados
En el procesamiento de datos final de la investigación se procede a aplicar una prueba de
normalidad de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors para determinar el
comportamiento de los datos en distribución de Gauss. Por esto se determina que los
comportamientos de los datos en los resultados obtenidos en el cuestionario de estrés percibido,
cumplen con los criterios para comportamiento no normal en la distribución, ya que el nivel de
significación de ,200 (ver Tabla 1).
Tabla 1
Prueba de Hipótesis
Hipótesis nula
Prueba
Sig
Decision
1
La distribución de CUESTIONARIO DE
ESTRÉS PERCIBIDO es normal con la
media 9,80 y la desviación estándar 5,226.
Prueba de kolmogorov-
Smirnov para una muestra
.2001 2
Retener la hipótesis
nula
2
La distribución de BRIEF.SP es normal
con la media 148,48 y la desviación
estándar 48,811.
Prueba de kolmogorov-
Smirnov para una muestra
.0111
Rechazar la hipótesis
nula.
Nota. Se muestran significaciones asintóticas. El nivel de significación es de ’05. Liliefors corregida se trata de un límite inferior
de la significancia real.
En tal sentido, el comportamiento de datos en la prueba BRIEF-SP, los resultados cumplen con
un comportamiento de distribución normal, esto se determina ya que refleja un nivel de
significancia de ,011.
Tabla 2
Estadísticos
Cuestionario de estrés percibido
BRIEF-SP
N
Válido
15
25
Perdidos
10
0
Media
9,8000
148,4800
Mediana
11,0000
130,0000
Desv. Desviación
5,22631
48,81096
Mínimo
,00
84,00
Máximo
20,00
272,00
Se aplicaron los cuestionarios a una población de 36 padres de niños con diagnóstico de trastorno
de déficit de atención con hiperactividad, 10 de los padres que resuelven la escala de estrés
percibido, anulan la aplicación por diversas razones.
El comportamiento de los datos en las respuestas del cuestionario de estrés percibido presenta
una media de 9,8 y una desviación estándar de 5,23; además la media en la escala global del
BRIEF SP tiene una media de 148 puntos con una desviación estándar de 48,8 puntos.
Debido a que los datos tienen un factor de comportamiento normal, se aplicó la prueba de
Pearson para fuerza de la correlación, por lo que se determina una R de -,029 con un nivel de
significancia de ,917, lo que significa que no existe una correlación estadísticamente significativa
(ver Tabla 3).
Debido a esto los datos tienen un comportamiento disperso, lo que no permite establecer una
fuerza de relación entre el estrés percibido en los padres y el nivel de función ejecutiva
percibido.
Tabla 3
Correlaciones
Correlaciones
Cuestionario de estrés
percibido
BRIEF-SP
Cuestionario de estrés
percibido
Correlación de Pearson
1
-,029
Sig. (bilateral)
,917
N
15
15
BRIEF-SP
Correlación de Pearson
-,029
1
Sig. (bilateral)
,917
N
15
25
Conclusiones
Como conclusión, los resultados de esta investigación plantean que no existe relación entre el
estrés familiar y las funciones ejecutivas en niños con TDAH, de 36 familias de la ciudad de
Cuenca, Ecuador. A pesar que los niños presentan disfunción ejecutiva, el estrés no es un factor
determinante para este fenómeno, donde se ven involucrados los padres dentro del proceso de
crianza y responsables de la escolarización infantil.
Sin embargo, se debe tener en cuenta la población que no fue significativa para identificar la
relación entre estrés familiar y funciones ejecutivas en niños de 8 a 12 años con diagnóstico de
TDAH. Para lo cual se sugiere ampliar la población de estudio para las próximas investigaciones
en relación con este tema.
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