https://doi.org/10.35290/ru.v1n2.2022.593
Salud mental y calidad de vida en población ecuatoriana
expuesta a la pandemia covid-19, año 2022
Mental health and quality of life in the Ecuadorian population
exposed to the covid-19 pandemic, year 2022
Fecha de recepción: 2022-03-31 Fecha de aceptación: 2022-06-16 Fecha de publicación: 2022-07-10
Cynthia Alexandra Nacimba Quinga1
Investigador independiente, Ecuador
alexandra-1207@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-2733-2246
Katheryn Aracely Ramírez Lema2
Investigador independiente, Ecuador
aracelyramirezlema@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-8723-551X
María Camila Roncancio Rubiano3
Investigador independiente, Ecuador
kmido22@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0003-0831-9836
Johanna Carolina Soria Pazmiño4
Investigador independiente, Ecuador
jois2008@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-9848-1954
Resumen
La Organización Mundial de la Salud (2020) se ha pronunciado sobre las consecuencias
psicosociales y de salud en la población mundial, a causa del SARS-CoV-2. El presente
trabajo de investigación tiene como objetivo valorar el impacto de la exposición a la
pandemia de covid-19, en la salud mental y calidad de vida de la población ecuatoriana
durante el año 2022. La metodología aplicada consistió en una investigación cualitativa con
alcance descriptivo haciendo uso de la escala Dass y escala Whoqol con una muestra de 518
personas ecuatorianas. El 35,3% de los participantes se infectaron de covid-19, de los
encuestados 51,4% son solteros, un 0,6% de encuestados no escolarizados frente a 75,5% de
personas con educación superior y un 86,1% de personas con estrato económico. Este estudio
establece una línea de investigación centrada en describir cómo la covid-19 ha impactado en
la salud mental y calidad de vida en las personas ecuatorianas. El estrés y la ansiedad fueron
presentados por trabajadores, estudiantes con nivel de estudios básicos (4.8%), medio
(19.1%), superior (75.5%) y no escolarizados un 0.6%. De ellos el 47,0% mostró alteración
en los niveles de estrés, siendo este factor el más notorio en cuanto a las afectaciones
producidas.
Palabras clave: salud mental, calidad de vida, depresión, ansiedad, covid-19.
Abstract
The world health organization WHO (2020), has ruled on the psychosocial and health
consequences in the world population, due to SARS-CoV-2. The objective of this research
work is to assess the impact of exposure to the pandemic covid-19, on the mental health and
quality of life of the Ecuadorian population during the year 2022. A qualitative research with
a descriptive scope using the scale Dass and Whoqol scale with a sample of 518 Ecuadorian
people. The 35.3% of the participants suffered from covid-19 infection, of those surveyed
51.4% are single, 0.6% of respondents do not attend school compared to 75.5% of people
with higher education and 86, 1% of people with economic status. This study establishes a
line of research focused on describing how covid-19 has impacted mental health and quality
of life in Ecuadorian people. Stress and anxiety were presented by workers, students with a
basic education level 4.8%, medium 19.1%, higher 75.5% and non-schooled 0.6%. Where
47.0% showed a change in stress levels, this is the most noticeable factor in terms of impacts
produced.
Keywords: mental health, quality of life, depression, anxiety; covid-19.
Introducción
En 2019 aconteció un hecho que, hasta el momento, suscita y afecta a más de media
población en todo el mundo. El covid-19 llegó para cambiar la cotidianidad a la que el ser
humano estaba acostumbrado. Se conoce que el 31 de diciembre en China, ciudad de Wuhan,
provincia de Huawei (Beldarraín, 2020) lugar donde suscitaron los hechos, se dio a conocer
oficialmente por parte de la Organización Mundial de la Salud, el broté de un nuevo virus que
muy pronto se volvería en pandemia (Mesa, 2020), afectando así a cientos y miles de
pobladores, que aún hoy en día no consiguen recuperarse de dicha crisis.
A la fecha, es de conocimiento público que el covid-19 es un virus producido por la mutante
de coronavirus SARS CoV-2 que genera sintomatología similar a una gripe; sin embargo, al
tratarse de una nueva cepa, el personal médico y científico no contaba con vacunas que
enfrentasen a la enfermedad (Beldarraín, 2020) por lo que, fue urgente iniciar una
investigación científica que estudiara y evaluara a la nueva mutación. Al momento se conoce
que la covid-19 es un virus de forma esférica, con un tamaño que ronda entre los 80 y los 120
nm de diámetro (Maguiña et al., 2020). A la vez, se sabe que existen cuatro tipos de
coronavirus: alfa, beta, delta y gammas, de los cuáles solo los dos primeros afectan al ser
humano infecciones que pueden provocar desde un leve resfriado hasta afecciones fatales
(Maguiña et al., 2020), que conllevan problemas respiratorios severos e infecciones en las
vías respiratorias que provocan neumonías serias (Llor y Moragas, 2020).
En un inicio, los países que más se vieron afectados fueron las regiones asiáticas cercanas al
lugar de origen; China. No obstante, el virus no tardó en propagarse y pronto se encontró más
de 1 792 000 casos en humanos, habiéndose expandido hasta abril del 2020 en todos los
continentes del mundo (Maguiña et al., 2020). El 25 de febrero del 2020 Brasil presentó su
primer caso de SARS cov, convirtiéndose en el primero en toda América Latina. Para
Ecuador, se identificó el primer caso el 29 de febrero a través del reporte “El Gobierno
Nacional ha seguido todos los protocolos (…) Sin embargo, así como ya ha ocurrido en otros
54 países, las medidas no han impedido que el virus ingrese y hoy debemos informar que se
ha confirmado el primer caso en Ecuador”, extendido por la ministra de Salud Pública,
Catalina Andramuño en Guayaquil. Al momento se conoce que existe un aproximado de 328
872 957 de casos de coronavirus a nivel mundial (Orús, 2022), de ellos, América Latina
representa el 15, 42 % de casos reportados a nivel mundial (División de Protección Social y
Salud del BID, 2022) de donde, Ecuador cuenta con una tasa de 3 569. 6 por cada 100 000
habitantes.
Desde la declaración de estado de emergencia se han evidenciado efectos de la pandemia
sobre la salud mental de las personas, aquello se ve evidenciado en la población China, de
donde se sabe que un 8,1% presentó estrés, un 53,8% de esta presenta impacto psicológico,
un 28,8% presenta síntomas de ansiedad, y el 16,5% de síntomas depresivos (Lozano, 2020).
Otro estudio aplicado a 1257 trabajadores de la salud de 34 hospitales en China dio a conocer
que un 50,4% presentaba depresión, 44,6% ansiedad, 34% insomnio y un 71,5% angustia
(Marín, 2020).
En cuanto a la calidad de vida de las personas, se conoce que la pandemia afectó fuertemente
su rutina de vida, debido al aislamiento social se percibieron efectos como la soledad, en
España se identificó que un 49% de un grupo de población considerable asumieron
situaciones en soledad dada la pandemia. En cuanto a las personas que dieron positivo para
covid-19 presentaron problemas para caminar, dificultad con sus cuidados personales y en la
realización de sus actividades después de haberse recuperado (Pezo y Mera, 2020).
Bajo este antecedente, el estudio pretende resolver el siguiente problema: ¿Qué impacto tuvo
la exposición al evento estresante asociado a la pandemia covid-19, en la salud mental e
índice de calidad de vida de la población ecuatoriana?
1.1 Impacto de la covid-19 en la población ecuatoriana
El covid-19 es una afección que ha generado malestar en diferentes países a nivel mundial,
forjando que haya un alto nivel de ansiedad e intranquilidad, además de daño económico,
incidiendo en todos los niveles de la sociedad. Aunque la rapidez con la que se ha expandido
esta crisis sanitaria no tiene ningún precedente, se puede decir que el covid-19 es el actual
descendiente de una clase de malestares surgidos en los últimos periodos (Cevallos et al.,
2020).
Se evidenció que hay un aumento en las tasas de pobreza y pobreza extrema, la existencia de
la desigualdad y la propagación del descontento a raíz de la crisis, debido a esta enfermedad,
tuvo un efecto negativo y consecuente. Efectos adversos en el ámbito social, especialmente
en las áreas de salud, educación y empleo.
Para los autores Cevallos et al. (2020), el impacto del coronavirus es significativo dentro de
todos los aspectos, sobre todo en el psicológico, ya que, por consecuencia del aislamiento,
como parte de las medidas impuestas para salvaguardar la salud de las personas en sus
hogares, la pausa que se hizo en las actividades diarias y el recorte de personal en las
empresas ha generado una gran crisis económica para la población.
En este sentido, se estableció como propósito de estudio diagnosticar las afecciones
psicológicas que el covid-19 ha producido en la población ecuatoriana, mediante una
investigación descriptiva para conocer la calidad de vida en el Ecuador, frente a la
enfermedad. En vista de la gravedad, la pandemia a nivel general ha demostrado una gran
colisión comunitaria, como el incremento de la carestía, discrepancia y el malestar universal
del pueblo frente a las medidas tomadas por el Gobierno, frente al Covid-19 (García-
Martínez, 2021).
Ecuador ofreció una imagen deteriorada ante el mundo en los meses de mayor azote del virus,
por la corrupción y la incapacidad de tomar las riendas ante una realidad casi surrealista: por
un lado, el escándalo sobre la compra pública de mascarillas y kits alimenticios a
sobreprecio; mientras las personas morían en las afueras de los hospitales y en las calles,
olvidados a su suerte, lo que llevó a juicio a altos funcionarios del ministerio de salud; por
otro, las denuncias acerca de más de 1600 profesionales de salud contagiados por falta de
insumos, de los cuales muchos no sobrevivieron (Molina y Mejías, 2020).
Según Merino (2021), en cuanto al impacto psicológico, quienes se han visto más afectados
durante la emergencia son las personas que conforman el personal de salud, quienes
presentan altos grados de intranquilidad, desánimo y tensión, así como sentimientos de
frustración, preocupación y desesperanza. Esto debido a las extensas horas de trabajo, la
escasez de prendas de protección, horarios irregulares y el colapso de los hospitales.
Asimismo, Merino (2021) aclara que aquello ha repercutido en su calidad de vida, puesto que
han visto afectados su desempeño laboral y su capacidad de concentración y captación.
Si bien es cierto que la salud mental presenta la ausencia de afecciones o enfermedades, de
acuerdo con Merino (2021), en el Ecuador no se han realizado estudios a profundidad con
respecto a la atención de la salud mental del personal de salud, a diferencia de otros países
como China, mediante esta investigación se recomendó que exista una pronta atención, en
donde intervengan psiquiatras, psicólogos, y trabajadores de salud mental que logren
fomentar conductas saludables, ya sea una buena alimentación, actividad física, descansar,
manejar el estrés, mantener contacto con seres queridos, y el evitar consumo de sustancias
nocivas para la salud, se recomendó el uso del teléfono o Internet en donde se han tomado en
cuenta la intervención psicoterapéutica en línea.
En el 2020, la anormalidad preocupante de angustia y preocupación de la sociedad ha sido la
sintomatología de la Covid-19, al ser condiciones que provocan una reacción negativa
respecto al peligro de contagiarse o contagiar a más personas, y a su vez, la confusión de
síntomas de la enfermedad común o síntomas del Covid-19; lo que ha generado adaptarse al
teletrabajo y que el índice de estrés se eleve.
El confinamiento o distanciamiento social, definido como una medida de protección, trae
consigo reacciones psicológicas que afectan emotivamente en el desempeño laboral de las
personas. Las condiciones de trabajo que actualmente los empleados de los centros médicos
experimentan, conllevan a un estrés inusual y más allá de sus recursos psicológicos y
emocionales, pueden afectar su salud mental. La mayoría de estos estresores están
relacionados con el esfuerzo laboral, pero también hay otros factores que están relacionados
con las características del propio profesional y pueden hacer que sus funciones sean más o
menos desafiantes.
Cabe recalcar que la pandemia causada por el Covid-19 afecto en su totalidad a la sociedad;
sin embargo, se inclina un poco más al personal de salud, es por esta razón que según lo
expuesto por Escobar-Córdoba et al. (2021), “han reportado una amplia gama de
consecuencias psicosociales y múltiples síntomas psicológicos como consecuencia de dichos
brotes, y entre estos problemas destacan las alteraciones del ciclo sueño/vigilia”.
Aproximadamente la tercera parte de la población socialmente aisladas, sufren de insomnio,
que, por lo tanto, es una señal de trastornos que afectan la salud mental del ser humano,
incrementando el temor, ansiedad y estrés, ante los brotes de enfermedades. Enfrentar esta
pandemia tuvo consecuencias abrumadoras de discriminación, vulnerando los sentimientos de
adultos y niños. Por otra parte, el proceso cognitivo y emocional adapta y refuerza
comportamientos mentales como prestar atención a posibles consecuencias negativas o
anticiparse y prepararse para situaciones potenciales como la tristeza, como una respuesta
normal ante una pérdida.
De acuerdo con Valero et al. (2020), el Covid-19 puede ser una pandemia de presión sobre
las personas, pues produce miedo y preocupación por nuevas enfermedades, lo que es
abrumador y crea emociones fuertes en adultos y niños. Aquellas personas con más
probabilidades de responder al estrés de la crisis con un nivel elevado de peligro debido a la
Covid-19 son los ancianos y personas con un trastorno subyacente, niños y adultos jóvenes,
cuidadores familiares y otros.
La importancia de esta investigación radica en la percepción con respecto al impacto causado
por la pandemia y el estado de emergencia sanitaria. Al mismo tiempo, los resultados
generados pueden contribuir a establecer un aporte a la literatura científica en el ámbito de la
informalidad y la educación (Barragán, 2021).
Aunque las viviendas epidemiológicas en adultos se asocian con efectos adversos para la
salud mental (trastornos emocionales, síntomas depresivos, mayor riesgo de hipersensibilidad
y estrés), no se deja de lado a los niños y su lado emocional. En la situación actual que se
vive, se cree que es urgente realizar investigaciones que ayuden a comprender los efectos
psicológicos de la cuarentena y las crisis sanitarias en las personas y evaluar la efectividad de
cada intervención de reserva con los niños en un intervalo de tiempo (Callís et al., 2021).
La sociedad se enfrenta a una crisis económica universal, lo que conlleva a la preocupación
de las personas provocando un impacto emocional debido a que muchas personas pierden su
trabajo y muchas veces caen en la escasez. Esto complica aún más la situación que enfrenta la
sociedad en el mundo. No solo sus vidas están amenazadas a diario, sino que viven sus vidas,
no solo por qué el Gobierno decidió llamar a Covid-19 un "enemigo invisible". Además,
muchos proyectos están confusos porque los líderes mundiales no están respondiendo
adecuadamente y el sistema de salud no está preparado para emergencias, por lo tanto, está en
un estado de confusión (Meza y Flores, 2021).
1.2 Efectos en la salud mental de la población ecuatoriana expuesta a la covid-19
En la historia de la humanidad, generalmente con el paso del tiempo han existido un sinfín de
brotes, mismos que han generado grandes variantes en el estilo de vida de las personas. Hacia
finales de 2019 y comienzos de 2020 se han dado indicadores preocupantes del desarrollo de
una progresión de cambios reales acreditados por el ahora conocido Covid-19, la República
del Ecuador ha sido afectada en varios aspectos, el principal, el de la salud. En el mes de
junio de 2020 contabilizaron un porcentaje mayor al de 39.000 personas contagiadas con una
tasa de mortalidad del 8,5%. El territorio de Guayas es el más impactado con el 36% de
personas que presentan el virus. En el país hay una mayor repercusión en el género masculino
con un rango de 20 a 40 años.
El 11 de marzo de 2020 se declara la condición de crisis sanitaria y posteriormente se rigen a
un conjunto de medidas regulatorias que incluyen también la separación social para detener el
contagio de la enfermedad (Solís-Guerrero y Villegas-Villacrés, 2021).
La pandemia Covid-19 es una de las catástrofes de bienestar, financieras y sociales de toda la
existencia del ser humano. En esta circunstancia específica, se observa una expansión
significativa de problemas profundos como el malestar, el abatimiento, el estrés, entre otros
(Urzúa & Caqueo, 2012).
Según la Organización Panamericana de la Salud, las epidemias son circunstancias peligrosas
que abordan crisis de bienestar que causan un enorme número de personas con malestar en su
salud y en los peores de los casos, muertos. Posteriormente, siembran inseguridad en la
sociedad. Según la perspectiva del bienestar psicológico, un virus de gran alcance sugiere una
influencia psicosocial perturbadora que podría superar la capacidad de adaptación de la
población afectada. Incluso se ha determinado que toda la ciudadanía experimenta presión y
estrés en altos y bajos porcentajes. En consecuencia, se evalúa un aumento de la aparición de
problemas psicológicos (entre el 30% y un 50% de la ciudadanía descubierta podría
experimentar algún signo psicopatológico, según el tamaño de la ocasión y el nivel de
debilidad). Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que no todos los problemas mentales
y sociales se denominarán enfermedades; la mayoría serán respuestas típicas a una
circunstancia inusual (Naranjo et al., 2020).
Tanto Ecuador como en otros países del mundo tomaron la decisión de la separación social
en sus respectivas residencias en esta situación concreta, los especialistas, los ciudadanos y
las figuras parentales no tienen la información sobre los resultados físicos y psicológicos que
esto tendrá en el bienestar de la salud emocional de los adultos mayores y mucho menos en la
niñez. Exámenes anteriores realizados en personas que han sufrido calamidades y que han
sido víctimas de contaminación o aislamiento, evidencian situaciones psicosociales,
particularmente para los ciudadanos que se registra como una etapa indefensa (la niñez,
adolescencia y personas de la tercera edad, personas de bajos recursos económicos, mujeres e
individuos con condiciones previas de bienestar emocional), a pesar de que se manifiesta que
todas las personas están en peligro de experimentar daños mentales cuando se les mantiene
separados de la sociedad, pero en ese momento las autoridades pensaron detener el flujo de
contagios (Naranjo et al., 2020).
Este virus se evidenció en todo el territorio ecuatoriano, presentando un sinfín de problemas
en la salud y el bienestar psicológico de los ciudadanos, especialmente en el aspecto laboral,
en varias empresas se estableció la modalidad del teletrabajo, la reducción de horas de forma
presencial, varias empresas cerraron y despidieron a sus trabajadores; sin embargo, las
personas que realizaron el trabajo desde casa se vieron afectadas emocionalmente, ya que
tenían que cumplir sus horas laborales y el manejo de la tecnología, siendo las mujeres
trabajadoras el grupo más afectado psicológicamente, ya que tenían que cumplir con sus
obligaciones en su hogar, varias de ellas con sus hijos, y sobre todo, su carga laboral, esto
género en ellas un cuadro depresivo y estrés (Ramos et al., 2020).
En el territorio ecuatoriano todavía hay relativamente pocos exámenes sobre el bienestar
emocional de los individuos en separación social, pese a esto, se ha encontrado, según la
información general, que el actual virus en curso es excepcional debido a las alternativas
medicas restringidas. De este modo, la inmediata expansión en el planeta, sobre todo en los
países pequeños, ha delimitado su economía. La presencia de estas variables ha sido el
detonante para el nerviosismo y angustia en las personas, debido a la ausencia de recursos
económicos para cubrir con las necesidades básicas, siendo muy desafiante para las
agrupaciones débiles (Cañarte et al., 2021).
Pensando en la crisis de bienestar Covid - 19, en Ecuador, el área local de los individuos se
mantiene con la vulnerabilidad y el nerviosismo de que pueden aumentar los sentimientos de
ansiedad. En cualquier caso, no se observa información sobre las áreas impactadas en el
interior del territorio, sólo se ayuda a los ciudadanos a sacar a la luz los problemas bajo la
mirada del bienestar psicológico. En otras palabras, todavía no hay mediciones de las
autoridades sobre el ritmo de la población que ha sido afectada psicológicamente por la
situación de salud en el país (Ponce de Leon y Carrara, 2021).
Una de las cuestiones fundamentales es el malestar provocado por la presencia del Covid 19,
ya que los afectados acudieron a los centros de salud con diversos efectos secundarios o
aflicciones, en cuanto a personas que no presentaron síntomas se abastecían en varios lugares
para tratar de evitar la falta de productos básicos, también existen personas que sufrieron
pérdidas parentales, entre otras cosas que provocaron cambios y nerviosismo en las personas
(Aldás y Contreras, 2020).
La separación de las personas es un factor de riesgo social que afecta de manera fundamental
y directa al bienestar psicológico de trabajadores, educadores, estudiantes y otros. La
pandemia ha cambiado el estilo de vida de las personas, en especial en el ámbito educativo,
ya que se evidenciaron medidas que influyen en los ejercicios cotidianos que eran impensable
antes de la pandemia, en cuanto al trabajo académico a distancia en todos los grados de la
enseñanza, lo que limita a los integrantes de este ámbito a la restricción, incluidos los
educadores (Cortés, 2020).
Los educadores, al cumplir su trabajo en línea con los estudiantes y bajo presión por la
autoridad pública con alternativas de bienestar, se ven restringidos a no aventurarse fuera de
casa sino a intentar dispersar el control, corren el peligro de sufrir un problema mental a
causa de la restricción, un problema que podría deteriorarse en el caso de que la separación
social se mantenga (Castillón et al., 2020).
El distanciamiento social crea en las personas una expansión de los grados ordinarios de
nerviosismo. La presión de la existencia cotidiana encuentra en el alejamiento amistoso un
soporte que amplía su efecto sobre el bienestar psicológico y real del individuo, en la medida
en que se reconsidere el escenario en curso y las solicitudes a las que los individuos necesitan
responder a la separación social, es factible comprender cómo la mezcla entre la emergencia
de bienestar y las estimaciones de seguridad común juegan en contra de la dependencia
profunda del ser humano (Flores y Jácome, 2020).
La vulnerabilidad con respecto al objetivo de la emergencia, teniendo en cuenta el
truncamiento de los acuerdos de los individuos y las dificultades sociales, es un encuentro
súper duradero de insatisfacción para los individuos desde el comienzo de dicha enfermedad.
Se sabe que la insatisfacción es un factor importante en el bienestar mental, por ejemplo, la
presencia de sintomatología inquieta y agobiante (American Academy of Pediatrics, 2021).
1.3 Calidad de vida en la población ecuatoriana expuesta a la pandemia (covid-19)
La calidad de vida de un individuo es vista como una idea amplia que crea gran impacto
social, cultural y personal que ha sido investigada directamente con varias investigaciones,
donde el alcance del bienestar personal es tomado como elemento primordial en el desarrollo
y crecimiento de los seres humanos.
Del mismo modo, la calidad de vida está relacionada con el resultado positivo en el que se
piensa la mejora de las habilidades y la autoconciencia (Maslow, 1968). En la ciencia del
cerebro, el bienestar se ha contemplado según dos puntos de vista: el primero es la calidad de
vida, donde el factor emocional se centra en la experiencia de cómo se enfrenta un adecuado
desarrollo ante las circunstancias de crisis que se atraviesa, como sucede en la época de
pandemia.
La Organización mundial de la salud caracteriza la satisfacción personal o calidad de vida
como la visión que tiene el individuo de su situación en la vida dentro del marco social y de
valor en el que vive la persona en cuestión en cuanto a objetivos, supuestos, normas y
preocupaciones, estableciendo los elementos entre el individuo y sus particularidades. De
igual manera, se considera como el cumplimiento de requisitos, anhelos individuales que
permiten la autoconciencia, el auto reconocimiento y la interrelación palpable, cambios
orgánicos, sociales y mentales, su cerebro debe estar preparado para un decaimiento, por
regla general su bienestar físico y emocional se ven impactados, posteriormente, su
satisfacción personal se debilita (Chacón, 2021).
En la actualidad se ha recomendado que la separación social en el entorno de la cuarentena
podría estar relacionada con un mayor riesgo de mortalidad, efectos secundarios gravosos y
una satisfacción personal obstaculizada. Esto se ha atribuido predominantemente a las
limitaciones en la cooperación y la comunicación certeras, puntos de vista que asumen un
papel clave en el mantenimiento del bienestar de los individuos. Asimismo, algunos
exámenes han encontrado áreas de fuerza para una entre la cooperación y el bienestar
emocional, demostrando que una colaboración menos importante puede construir efectos
secundarios de nerviosismo, estrés y angustia. Es más, se confía en que, en la población
adulta joven, la modificación de su bienestar a causa del confinamiento social y el
aislamiento podría verse exacerbada por la presión provocada por una fase de adición a la
edad adulta, el inicio de su mejora laboral y una libertad económica más notable. Esto puede
afectar directamente a la visión del crecimiento y la calidad de vida (García-Martínez, 2021).
Dentro de numerosas familias ecuatorianas han surgido circunstancias básicas a causa de la
pandemia, donde los altos gastos clínicos y la carencia de familiares han llevado a problemas
sociales y económicos que se han expandido últimamente, y han entregado daños tanto
físicos, como mentales en los familiares, en esta temporada de pandemia ha habido una
expansión de familias con mala calidad de vida, causando impedimentos en los círculos
sociales, académicos y económicos (Chacón, 2021).
La calidad de vida personal relacionada con el bienestar se refiere a la evaluación que hace el
individuo, respecto a su bienestar y nivel de funcionamiento en la exposición de ejercicios de
la vida cotidiana, que puede incorporar desde el bienestar, hasta la capacidad física, social y
mental. Esto ha impactado en la colaboración social, y los puntos de vista que asumen una
parte clave en el ciclo de socialización que mantienen a los individuos sanos (García-
Martínez, 2021).
1.4 Aspectos sociodemográficos intervinientes en los efectos en la salud mental y calidad
de vida de la población ecuatoriana expuesta a la pandemia covid-19
1.4.1 Edad
Como acción para gestionar la propagación de la infección y el atasco de la enfermedad,
numerosas naciones solicitaron la represión en los hogares, el fin de los límites y
pronunciaron una situación altamente sensible, restringiendo el derecho a la versatilidad y la
reunión. La sociedad común también impulsó, a través de organizaciones interpersonales a
través del algoritmo "#StayAtHome" como una de las mejores medidas para gestionar la
infección. Dicha enfermedad afecta a todas las edades, pero al inicio de pandemia los más
afectados fueron los adultos 29 a 48 años; sin embargo, la Covid-19 va mutando y sus
variantes afectan a todas las edades, tal es el caso que en enero del 2022 los más afectados
son los niños. A la vez se conoce que la edad es un factor que tiene correlación con factores
como el nivel socioeconómico y la calidad de sistema de salud (Fantin et al., 2021).
Huarcaya (2020), como parte de su investigación, encontró que, al considerar factores
sociodemográficos en trabajadores del sector clínico, la edad fue un factor importante a tomar
en cuenta, puesto que, de esta dependía el índice alto o bajo de contagio, así como de
indicador de gravedad o severidad de la enfermedad en el paciente. De hecho, en una
investigación publicada por Naranjo et al. (2020), donde se tomaron en valoración variables
como edad, sexo, estado civil, ansiedad, depresión e irritabilidad, en donde se demostró que
las personas de tercera edad son más vulnerables a la pandemia debido a los altos niveles de
estrés presentados en la investigación entre 8% de estrés moderado y severo, ello debido a la
incertidumbre propia de la situación por desconocer cuando se volverá a la normalidad y la
preocupación constante por la repercusión del Covid-19 en la sociedad.
En otro estudio realizado por Cruz (2021), se pudo corroborar que el teletrabajo es un aspecto
en auge para el Ecuador, ya que las restricciones de movilización y todo lo que ha generado
esta pandemia por la obligación de adoptar el teletrabajo en las organizaciones para
garantizar la continuidad del negocio ha dado lugar a factores diferentes, tanto positivos,
como negativos, y uno de ellos es el riesgo psicosocial en el nuevo régimen laboral. Se puede
encontrar que la armonía entre vida familiar y ocupación, representa un riesgo medio o alto,
para los cuales se ha desarrollado un plan de acción para reducir o minimizar los factores de
riesgo indicado cuerpo psicosocial.
Por otra parte, en relación a la población de adultos mayores, Aldás y Contreras (2020)
determinaron que actividades productivas contribuyen efectivamente al proceso de
envejecimiento activo. Durante la emergencia sanitaria, las personas mayores redujeron este
tipo de actividad, pero al mismo tiempo hicieron cambios en su vida laboral, adoptando
estrategias en sus hogares, permitiéndoles conocerse a mismos, compartir con su familia y
valorar el sentido de su vida. Sin embargo, los restantes bajo confinamiento afectaron su
salud mental, y le provocaron sentimientos de tristeza y ansiedad,
Dentro del trabajo mencionado anteriormente, también se menciona que el aislamiento o
distanciamiento social es la única forma de minimizar la propagación, pero su prolongación
tiene efectos psicosociales negativos. Por lo tanto, la presente investigación tuvo como
objetivo evaluar los niveles de ansiedad, estrés y depresión entre las personas que viven en
aislamiento y determinar si los diferentes factores demográficos marcan una diferencia en
este sentido. Para ello se incluyó una muestra intencional de 539 adultos, originarios de
Argentina (69%) y Ecuador (31%). El 32% son hombres y el 72% son mujeres.
En cuanto a los puntajes de ansiedad, depresión, ansiedad y estrés por muerte, variaron según
tuvieran síntomas de coronavirus, estuvieran en grupo de riesgo, residieran con los de arriba y
presentaran disminución de sus ingresos económicos producto de la Cuarentena. Cuanto más
largo sea el período de aislamiento, mayor será el impacto psicosocial. La población
ecuatoriana presenta mayores niveles de ansiedad, estrés y depresión (Saileman, 2021).
Un estudio sobre los cambios de estilo de vida introducidos tras la emergencia sanitaria
confirmó que la salud mental puede sufrir cambios que se manifiestan en forma de trastornos
mentales, cambios bruscos, esto representa un grave problema de salud pública y contribuye
a la improductividad, discapacidad y muerte mundial, el cambio mental más frecuente es el
insomnio con 42.74% según el sexo, el insomnio, ansiedad, y TEPT predominaron en
mujeres con porcentajes de 30.38%, 23.66%, 22.85%, respectivamente; en el sexo masculino
el insomnio, TEPT y depresión ocupan los primeros lugares con 12.37%, 8.33% y 6.72% de
los casos. Según la procedencia el insomnio y el TEPT fueron preeminentes en ecuatorianos
y extranjeros (Juca, 2021).
Mientras que en otra investigación se logró determinar la susceptibilidad al Covid-19,
determinada por tipo de sangre, factor Rh y esperanza de vida en adultos de la ciudad de
Jipijapa. Se aplicó un estudio observacional, descriptivo y no experimental a una muestra de
123 personas de la ciudad de Jipijapa, que tenían Covid-19. Los datos fueron analizados por
el software estadístico SPSS versión (Chacón, 2021). Según los resultados de detección el
grupo sanguíneo más sensible fue el O+ con un 81% (98), en cuanto a la edad el grupo etario
más afectado fue el de mediana edad/mayor. 36 y más con 66,1% (80). En serología hubo
más igg en el grupo O con 70,2% (85) y en adultos de mediana edad/mayor con 5,5% igg.
(Castro, 2020).
1.4.2 Situación en personas de la tercera edad
Por primera vez en la historia existe una mayor probabilidad de que la población pueda
alcanzar los 60 años o más. La existencia de factores que contribuyen e influyen en la
transición de envejecimiento son complejos, aunque el SARS-cov-2 infecta a personas de
todas las edades, el riesgo de enfermar de manera grave se incrementa con la edad a partir de
los 40 años, y especialmente en personas que superan los 60 años y con enfermedades
crónicas. Actualmente existe una mayor probabilidad de que la población llegue a los 60 años
o más de edad. Los factores involucrados en ello son muchos, y a pesar de que el SARS-cov-
2 afecta a todos, en igualdad de condiciones, el riesgo de resultar gravemente enfermo
aumenta con la edad después de los 40 años, y en particular en los individuos de más de 60
años y con enfermedades en curso ( Castillón et al., 2020). No obstante, existen factores que
determinan la vulnerabilidad alta o baja de los adultos mayores, como es el caso del lugar
donde residen y con quién residen, se conoce que los ancianos que viven en hogares para
adultos mayores o asilos cuentan con mayor probabilidad de contagio y como los adultos
mayores que viven solos ( Castillón et al., 2020).
Apoyados en el trabajo de Saileman (2021), se evidenció que en los adultos mayores fue un
gran estresor que afecto de manera negativa a la salud mental, en donde fueron entrevistados
201 ancianos. Para ello se tomaron en cuenta distintas variables como edad, sexo, estado
civil, irritabilidad, depresión, ansiedad y estrés. La información se recolectó mediante una
entrevista, la Escala de Irritabilidad, Depresión y Ansiedad de R.P. Snaith y la escala de
calificación de estrés, dando como resultado que el aislamiento social afectó la salud mental
de adultos mayores, con respuestas emocionales que incluyeron ansiedad leve y trastorno
depresivo y altos niveles de estrés.
Basado en un estudio de una muestra de 286 participantes de una media alta en adultos
mayores con (214 hombres y 72 mujeres) (Cruz, 2021), el impacto a corto plazo de los
factores de riesgo cardiopulmonar en la calidad de vida de pacientes hospitalizados infectados
con Covid-19, dio como resultado que en adultos mayores, en donde tener factores de riesgo
cardiovasculares como diabetes, presión arterial alta, obesidad y antecedentes de enfermedad
cardiovascular, se asoció con un mayor impacto negativo a corto plazo en la calidad de vida
de los pacientes que superan una enfermedad aguda moderada a grave debido al coronavirus.
Gracias a la investigación del programa Amachay se da a conocer la relación entre los niveles
de ansiedad y depresión en adultos mayores, en el contexto de la pandemia Covid-19, por
medio de un estudio básico, prospectivo, transversal y relacional, con una muestra de 127
adultos mayores, encuestados a cuestionarios con variables rasgo y herramientas de escala de
ítems para variables ansiedad y 30 entradas para variables depresivas. Los resultados se
presentan de forma descriptiva y se utilizó la prueba Rho de Spearman, lo cual determinó que
existía una correlación positiva entre las dos variables analíticas, a mayor presencia de
niveles de ansiedad, mayor nivel de depresión en los adultos mayores, generando así un
sistema de relación mutuo (Mena et al., 2020).
A su vez, Almeida et al. (2020), con su investigación de tipo descriptivo transversal
prospectivo, diseño no experimental, de enfoque cuantitativo, pudieron determinar el nivel de
comprensión sobre las medidas de prevención del Covid-19 y la capacidad de autocuidado de
los adultos mayores. Al aplicar dos cuestionarios, uno sobre comprensión de medidas para
prevenir el COVID19 y otro sobre capacidad de autocuidado del adulto mayor, se obtuvo
que del 100% (40) de la muestra de estudio respecto al conocimiento en medidas de
prevención del COVID-19, el 42.5% tiene un conocimiento medio, el 35% alto conocimiento
y el 22.5% conocimiento bajo; referente a la capacidad de autocuidado, el 50% capacidad de
autocuidado medianamente adecuada, el 32.5% una capacidad de autocuidado adecuada y el
17.5% una capacidad de autocuidado inadecuada, lo que como conclusión nos muestra que el
mayor porcentaje de adultos mayores presentan nivel de conocimiento y capacidad de
autocuidado medianamente adecuados (Almeida et al., 2020).
Por su parte, Marín (2020) sostiene que la depresión es un tema de gran importancia a nivel
mundial, esta se define como un trastorno mental que frecuentemente provoca discapacidad
psíquica o enfermedad mental, afectando el estado emocional de las personas mayores de
edad, mientras que el Covid-19 es una infección también provocada por el nuevo
coronavirus, logrando un gran impacto mundial lo convierte en un verdadero problema de
salud pública. La investigación del autor mencionado anteriormente tuvo como objetivo
principal poder determinar la relación entre depresión y Covid-19 en adultos mayores del
entorno,basado en un estudio es no experimental, trans-descriptivo, a través de un enfoque
cuantitativo. Dejando ver que en los resultados se evidencia que 65,71% de los adultos
mayores presentan posibilidad de depresión, un 32, 86% tiene depresión, y se comprobó que
no existe correlación entre la depresión presentada en los adultos mayores y el COVID-19
Marín, 2020)
En este sentido, la pandemia ha perturbado todos los aspectos, incluso antes del inicio de la
crisis, la integración social y económica de los jóvenes era un reto continuo. Ahora con la
crisis sanitaria, los jóvenes probablemente van a experimentar los efectos nocivos de la
pandemia (Organización Internacional del Trabajo, 2020).
rez (2021) en su trabajo tuvo objetivo conocer las diferentes influencias emocionales y
psicológicas entre los jóvenes estudiantes de la ciudad de Bucaramanga y su área
metropolitana, con respecto al estado de emergencia sobre el covid-19 en salud para este
ejercicio. La encuesta propuesta de diseño descriptivo utilizó un instrumento en forma de
cuestionario que fue validada por tres docentes. Como juez profesional, se realizó entre
jóvenes que actualmente cursan estudios universitarios en la ciudad de Bucaramanga y su
área metropolitana, quienes participaron en virtual, entre jóvenes de 18 a 26 años.
Entre los resultados obtenidos se encontró que los estados emocionales más comunes en los
jóvenes fueron la tristeza y la ansiedad, de los cuales ahora son más irritables y la mayoría
expresan sentimientos de soledad, sobre la parte psicológica es preocupación, falta de interés,
socialización y ataques de pánico. Examen de salud mental pos pandemia recomendado para
determinar si los estudiantes necesitan apoyo psicológico para prevenir enfermedades
mentales.
Como parte del proyecto internacional mejorando la vida cotidiana: emociones contadas por
jóvenes en tiempos de distanciamiento social por el Covid-19, entre ellos Educación para la
Paz, Universidad Sur colombiana, Colectivo Educar Orinoquía y PEDACRIULL, Cruz
(2021) analizó el impacto del encarcelamiento en la vida cotidiana entre jóvenes en riesgo de
pobreza y exclusión social beneficiarios del proyecto de apoyo fundación Caixa Proinfancia
en cuatro dimensiones.
Dando a conocer que la capacidad de las familias para brindar la asistencia necesaria con las
tareas sugeridas, el número de y el retraso en la utilización, las reacciones escolares y las
emociones informadas, el objetivo del trabajo de Flores y Jácome (2020) fue escuchar a las
personas leer y responder a la misma con el fin de brindar a la comunidad educativa las
vivencias y reflexiones de personas que han estado encarceladas en agravadas por
condiciones económicas desfavorecidas socioeconómicamente, para reflexionar sobre el rol
las escuelas y la educación juegan en la reconstrucción de las relaciones comunitarias y la
justicia social socavada por las medidas de segregación y detención.
Un tema que poco se ha estudiado dentro de la pandemia es que el ciberacoso en el ámbito
universitario es una práctica menos estudiada que en los ciclos docentes no universitarios. El
objetivo del estudio de Álvarez (2021) fue analizar el ciberacoso entre estudiantes
universitarios antes y durante la detención por Covid-19, estableciendo los roles del
ciberacoso, los efectos experimentados, las relaciones con los compañeros y el uso de
Internet en las redes sociales, dejando saber que, durante el confinamiento, la proporción de
víctimas y víctimas/perpetradores se reduce, mientras que el número de agresores aumenta.
Se encontraron efectos de género, edad e influencia positiva en los roles antes del
encarcelamiento.
1.4.3 Ámbito laboral, suicido y depresión en población joven, adulta y adulta mayor
A raíz de la pandemia del Covid-19 las investigaciones muestran que los índices de cuadros
depresivos y ansiedad han aumentado principalmente en la población de entre 20 y 44 años
(Peñafiel et al., 2021), pues sumado a ello, el virus trajo consigo muchas problemáticas, que
van desde estrés hasta pérdida de seres queridos por contagio del Sars-CoV-2 (Flores y
Jácome, 2020)., pérdida de trabajo, estabilidad financiera, discriminación y cambios
repentinos en las formas de atención médica y educación (Castillón et al., 2020).
Sumado a ello, el virus trajo consigo muchas problemáticas a nivel económico, financiero,
educativo y social, que engloban pérdida de trabajo, estabilidad financiera, discriminación y
cambios repentinos en las formas de atención médica, educación e incluso racismo hacia
quienes por diversas razones se han contagiado del virus del Covid-19 (García-Álvarez,
2020).
Según el estudio de Peñafiel et al. (2021), llevado a cabo con 4000 personas en Colombia que
bordeaban entre los 18 y 65 años de edad, se evidenció que los jóvenes entre 20 y 44 años se
muestran más expuestos a desarrollar cuadros de ansiedad o depresivos a causa de la
pandemia.
1.4.4 Condición socioeconómica
En este sentido, los factores socioeconómicos resultan determinantes en la forma en la que el
virus afecta a la sociedad y su manera de afrontarla, puesto que, factores como: vivienda,
apertura a bienes y servicios en el hogar, infraestructura, acceso a salud, empleo informal,
entre otros (Trujillo-Hernández, 2021), influyen en la percepción de la pandemia de la Covid-
19 como negativa, por ejemplo, en la población mexicana que cumplía con los criterios
mencionados con anterioridad, la pandemia colocó al país en una situación crítica del -7,5%
del total de ciudadanos de la nación.
Pese a ello, contrasta información sobre el contagio con Covid-19 y su relación a nivel
socioeconómico con las tasas de incidencia y mortalidad. Esto debido a que a pesar de que
los estratos sociales ricos tienen un 90% más de probabilidad de contagio que en áreas
urbanas y un 40% más que en áreas urbanas pobres; la mortalidad muestra el efecto contrario,
ya que los estratos sociales pobres son en un 74% más propensos a morir que los estratos
ricos, al igual que los estratos urbanos no pobres, cuyo riesgo de muerte frente a la población
rica es del 18% más (Trujillo-Hernández, 2021). Sin embargo, a pesar de lo contradictorio de
estos resultados, cabe destacar que, por las dificultades en acceso a salud para estratos más
pobres, el diagnóstico del virus en este grupo social es más limitado, por ende, no se reportan
toda la cantidad de contagios en niveles socioeconómicos bajos (Trujillo-Hernández, 2021).
Según una evaluación realizada por La Secretaría Técnica de Planificación “Planifica
Ecuador” y secretarías estratégicas aliadas, la implementación de medidas sanitarias
restrictivas trajo consigo el cierre parcial o total de gran parte de actividades económicas que
condujo a la pérdida de empleo y reducción del poder adquisitivo, provocando en las
personas estrés, distanciamiento, enojo, ansiedad y aumento de la probabilidad de padecer
enfermedades mentales (Morales et al., 2021), puesto que los sectores más afectados
pertenecen al comercio, industria, turismo, salud y transporte, por lo que se convierte en un
potencial riesgo de aumento de la población en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
Al analizar los niveles de estrés se evidenció que estos eran los esperados frente a eventos
desconocidos y amenazantes, es así, que la población ecuatoriana experimentó estrés,
preocupación, reacciones físicas por estrés agudo, ansiedad, enojo, tristeza, miedo y culpa.
Sin embargo, estos redujeron en la tercera fase de la pandemia en el país en vista a que los
ciudadanos ya se encontraban familiarizados con el virus y se había eliminado en parte la
incertidumbre por lo desconocido (Morales et al., 2021).
1.4.5 Nivel de estudios
A nivel académico, variables sociodemográficas como el sexo, edad y año de estudio;
personales, familiares y sociales influyen en el desarrollo de una media a alta incidencia de
estrés académico en los estudiantes provocando sintomatología de eventos traumáticos
similares al de un abuso u otro tipo de evento perturbador (Morales et al., 2021), aunque
continuar formándose evidenció que los alumnos puedan tomar decisiones más consientes en
torno al virus de la Covid-19, así como facilitó la forma de afrontar al virus y de generar
medidas de cuidado frente al mismo.
No obstante, también se sabe que la escolaridad frente a la pandemia permite, entre otras
cosas, afrontar de mejor forma la pandemia mediante la disposición que presentan las
personas con mayor número de escolaridad mediante la asimilación de información que les
permite tomar decisiones adecuadas acerca de preservación y atención médica
De manera que, se sabe que la pandemia por Covid-19 provoca sintomatología igual o
parecida a la asociada con eventos traumáticos como violencia extrema, o fenómenos
perturbadores (Morales et al., 2021).
A nivel académico, gran parte de los estudios se enfocan en estudiantes pertenecientes al área
de la salud y afines, es así que la investigación expuesta muestra los primeros resultados del
impacto del Covid-19 en alumnos de carreras de educación y relacionadas, permitiendo así la
dilucidación de información integral de las afectaciones de la pandemia en gran parte de la
población en escolaridad y universitaria.
El análisis de variables sociodemográficas como el sexo, edad y año de estudio; personales,
familiares y sociales influyen en el desarrollo de una media a alta incidencia de estrés
académico en los estudiantes provocando sintomatología de eventos traumáticos similares al
de un abuso u otro tipo de evento perturbador (Morales et al., 2021).
Aunque continuar formándose evidenció que los alumnos con mayor nivel de escolaridad
pueden afrontar y tomar decisiones más consientes en torno al coronavirus, mismas que se
enfocan en métodos de bioseguridad, acciones prontas en caso de contagio y cuidado a
quienes forman parte de su círculo; así como facilitó la forma de afrontar al virus y de
generar medidas de cuidado frente al mismo (Trujillo-Hernández et al., 2021).
Metodología
2.1 Método, diseño y alcance
El presente trabajo se basa en una investigación donde el método de aplicación es cualitativo,
ya que la intención es concluir en la validez de los estudios mediante la aproximación a la
realidad empírica.
Mediante la recogida de datos se puede conocer la realidad de la salud mental y calidad de
vida actualmente en tiempos de pandemia. El objetivo de la investigación cualitativa es el de
proporcionar una metodología de investigación que permita comprender el complejo mundo
de la experiencia vivida desde el punto de vista de las personas que la viven.
Mediante el diseño fenomenológico se centra en las experiencias individuales subjetivas de
los participantes para mediante la aplicación de instrumentos de recolección de datos,
describir y entender los fenómenos desde el punto de vista de cada participante y desde la
perspectiva construida colectivamente.
2.2 Población y muestra
El muestreo se realizará con personas de género masculino y femenino que sean mayores de
edad, inclusive a adultos mayores que estén en las facultades apropiadas para realizar los
instrumentos de medición en todas las provincias del Ecuador. El tipo de muestreo fue por
conveniencia, con un total de 518 participantes de personas pertenecientes a las provincias de
Ecuador.
2.3 Técnicas e instrumentos
Se aplicó una encuesta basada en la técnica del cuestionario, que estuvo formada por 55
preguntas, 10 que implican datos sociodemográficos, 24 del test Whoqol, donde se
consideran aspectos relativos a la calidad de vida, dominio de salud física, dominio de salud
mental, dominio de relaciones interpersonales y entorno social y 21 preguntas del test Dass
que abarca subescala de depresión, subescala ansiedad y subescala estrés.
Con la escala Dass se obtendrá un autorreporte dimensional que fue diseñada para medir
estados emocionales negativos de depresión, ansiedad y estrés (Lovibond y Lovibond,1995).
Cada una de las tres escalas tiene siete ítems con formato de respuesta tipo Likert con cuatro
alternativas, las que se ordenan en una escala de 0 a 3 puntos. El puntaje de cada escala se
calcula con la suma de los puntajes de los ítems pertenecientes a esa escala y varía entre 0 y
21 puntos.
En la escala Whoqol-Bref se evalúa el impacto sobre la calidad de vida de los servicios y las
diferentes estructuras sociales y sanitarias, con lo que identifica posibles consecuencias y
proporciona un conocimiento más claro sobre las áreas en las que se debe invertir para
obtener mayores beneficios a fin de mejorar la calidad de vida de la población.
2.4 Procedimiento
En la presente investigación se trabajó bajo los siguientes procesos lógicos:
a. Búsqueda de literatura previa
b. Diseño del proyecto de investigación
c. Aprobación del estudio por el equipo revisor
d. Elaboración de formatos online
e. Obtención de la muestra participante
f. Aplicación de las encuestas a las familias que verificaron criterios de inclusión
y exclusión, firmando el consentimiento informado
g. Diseño de matriz de resultados para recabar datos
En primer lugar se generó una matriz de resultados en Excel a fin de tabular los datos
recaudados en la encuesta. Se usó la estadística descriptiva básica para establecer tablas de
frecuencia y gráficos de porcentajes.
Resultados
A continuación, se muestra el perfil sociodemográfico en la muestra estudiada (n=518)
(Tabla 1).
La mayoría de la población dio razón que su estado civil es soltero(a) con el 51.4%, el 28.8%
seleccionó la opción de casado(a), el 6.2% se encuentra en estado civil de divorciado(a), el
12.3% se encuentra en unión libre y el (1,3%) de la población es viudo(a).
La mayoría de la población indicó que su nivel de estudios es superior (75.5%), el 19.1%
tiene un nivel de estudio medio, el 4.8% tiene un nivel de estudio básico y el 0.6% se
seleccionó como no escolarizado.
La mayoría de la población es de un estrato económico medio (86.1%), el 12.9% de la
población es de un estrato económico bajo y solo el 1% es de un estrato económico alto.
La mayoría de la población con el 64.7% de participantes no se infectó de Covid-19, mientras
que el 34.3% de la muestra si se infectó.
Tabla 1
Resultados Datos Sociodemográficos
Edad
M; DE
Rango
Datos (N=518)
33,12; 11,24
59
Estado Civil
F
%
Soltero (a)
266
51,4
Casado (a)
149
28,8
Divorciado (a)
32
6,2
Unión libre
64
12,3
Viudo (a)
7
1,3
Total
518
100
Nivel de estudios
F
%
No escolarizado
3
0,6
Básico
25
4,8
Medio
99
19,1
Superior
391
75,5
Total
518
100
Estrato Económico
F
%
Bajo
67
12,9
Medio
446
86,1
Superior
5
1
Total
518
100
Covid-19
F
%
Si se infectó
183
35,3
No se infectó
335
64,7
Total
518
100
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.1 Resultados de dominio de salud física
Como se muestra en la Tabla 2, la mayoría de familias (37%) siente que su dolor físico
impide solo un poco hacer lo que debe hacer. La mayoría de las familias optó por nada
(50,4%) a la pregunta de si necesita un tratamiento médico para su vida diaria.
La mayoría de familias optó por la opción de mucho (51.5%) en la pregunta de qué tan
satisfecho está con su capacidad de realizar sus actividades de la vida diaria. La mayoría de
familias escogió por la opción de mucho (49.9%) en la pregunta de qué tan satisfecho esta
con su capacidad de trabajo.
Tabla 2
Dominio Salud Física
Ítems
Nada
Un poco
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
3. ¿Hasta qué punto siente que el dolor
físico le impide hacer lo que debe hacer?
182 (35,3)
192 (37,2)
34 (6,6)
4 (0,8)
4. ¿Cuánto necesita algún tratamiento
médico para funcionar en su vida diaria?
260 (50,4)
141 (27,3)
30 (5,8)
1 (0,2)
10. ¿Tiene suficiente energía para la vida
diaria?
11 (2,1)
48 (9,3)
123 (23,8)
147 (28,5)
15. ¿Qué tan bien puede moverse?
10 (2)
21 (4,1)
211 (41,2)
187 (36,5)
16. ¿Qué tan satisfecho está con su sueño?
23 (4.5)
79 (15,3)
229 (44,4)
60 (11,6)
17. ¿Qué tan satisfecho está con su
capacidad para realizar sus actividades de
la vida diaria?
14 (2,7)
42 (8,2)
265 (51,5)
77 (15)
18. ¿Qué tan satisfecho está con su
capacidad de trabajo?
21 (4,1)
36 (7)
257 (49,9)
86 (16,7)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.2 Resultados sobre de dominio de salud mental
Como se muestra en la Tabla 3, la mayoría de las familias optaron por la opción de mucho
(49.4%) en la pregunta cuánto disfruta la vida. La mayoría de las familias optó por la opción
de un poco (52.4%) en la pregunta de con qué frecuencia tiene sentimientos negativos como
estado de ánimo triste.
Tabla 3
Dominio Salud Física
Para
nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
Ítems
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
5. ¿Cuánto disfrutas de la vida?
5 (1)
49 (9,5)
153 (29,7)
255 (49,4)
65 (12,6)
6. ¿Hasta qué punto cree que su vida
tiene sentido?
11 (2,1)
38 (7,4)
89 (17,3)
238 (46,4)
144 (28,1)
7. ¿Qué tan bien puede concentrarse?
14 (2,7)
82 (15,9)
211 (40,9)
183 (35,5)
32 (6,2)
11. ¿Eres capaz de aceptar tu apariencia
corporal?
23 (4,5)
64 (12,4)
139 (26,9)
128 (2,8)
164 (31,8)
19. ¿Qué tan satisfecho está usted
consigo mismo?
16 (3,1)
34 (6,6)
95 (18,5)
233 (45,3)
138 (26, 8)
26. ¿Con qué frecuencia tiene
sentimientos negativos como estado de
ánimo triste, desesperación, ansiedad,
depresión?
56 (10,9)
269
(52,4)
109 (21,2)
71 (13,36)
18 (3,5)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.3 Resultados del dominio relaciones interpersonales
Como se muestra en la Tabla 4, la mayoría de familias optó por la opción de mucho (48.1%)
en la pregunta de qué tan satisfecho está con sus relaciones personales. La mayoría de las
familias optó por la opción de mucho (42.9%) en la pregunta de qué tan satisfecho está con el
apoyo que recibe de sus amigos.
Tabla 4
Dominio Relaciones Interpersonales
Ítems
Para nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
20. ¿Qué tan satisfecho está con sus
relaciones personales?
17 (3,3)
38 (7,4)
119 (23,1)
248 (48,1)
99 (19,2)
21. ¿Qué tan satisfecho está con su vida
sexual?
16 (3,1)
37 (7,2)
160 (31,3)
191 (37,4)
111 (21,7)
22. ¿Qué tan satisfecho está con el
apoyo que recibe de sus amigos?
13 (2,5)
39 (7,6)
155 (30,1)
221 (42,9)
90 (17,5)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.4 Resultado dominio entorno social
La mayoría de las familias optó por la opción de moderado (48.6%) en la pregunta de tiene
suficiente dinero para cubrir sus necesidades, como se observa en la Tabla 5. La mayoría de
familias optó por la opción de mucho (50.3%) en la pregunta de qué tan satisfecho está con
las condiciones de su lugar de vida. La mayoría de familias optó por la opción de mucho
(35.4%) en la pregunta de qué tan satisfecho está con su acceso a los servicios de salud.
Tabla 5
Puntaje Global obtenido en el cuestionario GHQ-12
Ítems
Nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
8. ¿Qué tan seguro se siente en su vida
diaria?
7 (1,4)
57 (11)
176 (34,1)
221 (43,4)
61 (11,8)
9. ¿Qué tan saludable es su entorno
físico?
10 (1.9)
55 (10,7)
211(40,9)
208 (40,3)
41 (7,9)
12. ¿Tiene suficiente dinero para
cubrir sus necesidades?
27 (5,2)
110 (21,3)
251 (48,6)
95 (18,4)
36 (7)
13. ¿Qué tan disponible para usted
está la información que necesita en su
vida diaria?
2 (0,4)
50 (9,7)
216 (42,1)
162 (31,6)
87 (17)
14. ¿En qué medida tiene la
oportunidad de realizar actividades de
ocio?
26 (5,1)
142 (27,6)
245 (47,7)
69 (13,4)
37 (7,2)
23. ¿Qué tan satisfecho está con las
condiciones de su lugar de vida?
6 (1,2)
30 (5,8)
90 (17,5)
259 (50,3)
134 (26)
24. ¿Qué tan satisfecho está con su
acceso a los servicios de salud?
32 (6,3)
90 (17,6)
147 (28,8)
181 (35,4)
64 (12,15)
25. ¿Qué tan satisfecho está con su
transporte?
23 (4,5)
60 (11,7)
150 (29,1)
213 (41,4)
71 (13,8)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.5 Resultados subescala depresión
La mayoría de la población en la opción sentí que la vida no tenía ningún sentido (65.1%)
eligió la opción de no me ha ocurrido (ver Tabla 6). La mayoría de la población en la opción
me sentí muy triste y deprimido (33.1%) eligió me ha ocurrido poco. Mientras que la mayoría
de la población en la opción de se me hizo difícil tomar la iniciativa para hacer las cosas
(39%) eligió no me ha ocurrido.
Tabla 6
Resultados subescala depresión
Ítems
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido
un poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
3.- No podía sentir ningún sentimiento positivo.
229 (44,3)
161
(31,1)
89 (17,2)
38 (17,4)
5.- Se me hizo difícil tomar la iniciativa para hacer
cosas.
201 (39)
193
(34,7)
84 (16,3)
38 (7,4)
10.- He sentido que no había nada que me
ilusionara.
232 (45)
152
(29,5)
81 (15,7)
51 (9,9)
13.- Me sentí triste y deprimido.
149 (28,9)
171(33,1
)
119 (23,1)
77 (14,9)
16.- No me pude entusiasmar por nada.
253 (48,9)
159
(30,8)
74 (14,3)
31 (6)
17.- Sentí que valía muy poco como persona.
322 (62,8)
87 (17)
62 (12,1)
42 (8,2)
21.- Sentí que la vida no tenía ningún sentido.
334 (65,1)
84 (16,4)
56 (10,9)
39 (7,6)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.6 Resultados subescala ansiedad
De la Tabla 7, la mayoría de la población en la alternativa de se me hizo difícil respirar
(61.9%) optó por la opción de no me ha ocurrido. Mientras que la mayoría de la población en
la alternativa de sentí los latidos de mi corazón a pesar de no haber hecho ningún esfuerzo
físico (44.9%) optó por la opción de no me ha ocurrido.
Tabla 7
Resultados subescala ansiedad
Ítems
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido
un poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
2.- Me di cuenta que tenía la boca seca.
254
(49,1)
152(29,4)
83 (16,1)
28 (5,4)
4.- Se me hizo difícil respirar.
320
(61,9)
119 (23)
57 (11)
21 (4,1)
7.- Sentí que mis manos temblaban.
308
(59,9)
116
(22,6)
63 (12,3)
27 (5,3)
9.- Estaba preocupado por situaciones en las cuales
podía tener pánico o en las que podría hacer el
ridículo.
234
(45,3)
166
(32,2)
66 (12,8)
50 (9,7)
15.- Sentí que estaba al punto de pánico.
278
(54,1)
131
(25,5)
68 (13,2)
37 (7,2)
19.- Sentí los latidos de mi corazón a pesar de no
haber hecho ningún esfuerzo físico.
231
(44,9)
163
(31,7)
75 (14,6)
46 (8,9)
20.- Tuve miedo sin razón.
244
(47,3)
149
(28,9)
84 (16,3)
39 (7,6)
Nota. Elaboración propia, año 2022
3.7. Resultados subescala estrés
Finalmente, la mayoría de la población en la alternativa de me ha costado mucho descargar
la tensión (39.5%) optó por la opción de me ha ocurrido poco. La mayoría de la población en
la alternativa de no toleré nada que no me permitiera continuar con lo que estaba haciendo
(34.6%) optó por la opción de me ha ocurrido poco.
Tabla 8
Resultados subescala estrés
Ítems
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido
un poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
1.- Me ha costado mucho descargar la tensión.
106 20,5)
204
141
65 (12,6)
(39,5)
(27,3)
6.- Reaccioné exageradamente en ciertas
174
190
105
46 (8,9)
situaciones.
(33,8)
(36,9)
(20,4)
8.- He sentido que estaba gastando una gran
165 (32)
175
118
58 (11,2)
cantidad de energía.
(33,9)
(22,9)
11.- Me he sentido inquieto.
144
196
112
61 (11,9)
(28,1)
(38,2)
(21,8)
12.- Se me hizo difícil relajarme.
143
185
118
69 (13,4)
(27,8)
(35,9)
(22,9)
14.- No toleré nada que no me permitiera continuar
225
179
79 (15,3)
34 (6,6)
con lo que estaba haciendo.
(43,5)
(34,6)
18.- He tendido a sentirme enfadado con facilidad.
155 (30)
187
103
72 (13,9)
(36,2)
(19,9)
Nota. Elaboración propia, año 2022
Este estudio establece una línea de investigación centrada en describir el impacto de la
pandemia (Covid-19) en la salud mental y calidad de vida en las personas ecuatorianas
provenientes de zonas rurales y urbanas en una población de solteros con un 51.4%, casados
un 28.8%, divorciados 6.2%, unión libre 12.3% y viudos con 1.3%; para determinar estos
datos se realizó una encuesta en la que participó la población ecuatoriana.
La pandemia por la Covid-19 ha tenido un impacto negativo en múltiples aspectos de la vida
humana, tanto en lo físico, psicológico, económico, social y cultural. Varias familias se
encuentran afectadas en la calidad de vida y están asociadas al confinamiento y la libertad de
salir, de pasar tiempo con sus amigos o familiares, o de realizar actividades; por lo que se ven
privados de la mayor parte de su interacción social. Se han impuesto medidas de salud
pública tales como el cierre de los centros educativos y el confinamiento domiciliario de la
población, para evitar los contagios. En el estudio realizado las personas que se infectaron
son el 35% y las personas que no el 64.7%.
El 2.9 de las personas mostró estrés como si algo grave fuese a ocurrir inesperadamente con
la pandemia y riesgo moderado para su salud mental; de vez en cuando tuvieron síntomas
negativos para su bienestar psicológico que incidieron en su calidad de vida. El estudio
realizado a la población fue dentro de un rango de edad de 59 años.
Como resultado, existen pocos recursos orientadores para que las personas desarrollen
habilidades de resiliencia frente a esta situación desesperada que amenaza la vida y la salud
mental de las personas; considerando que todos los hogares ecuatorianos están expuestos al
Covid-19, algunos con mayores restricciones y medidas de seguridad que otros, se reconoce a
través de este estudio que esto puede tener un impacto en la salud mental, el funcionamiento
social y las habilidades de afrontamiento de los hogares; estos hallazgos son consistentes con
otras poblaciones alrededor del mundo, tal como lo reportan Ramírez et al. (2020) en su
estudio.
También cabe mencionar que el estrés y la ansiedad fueron presentados por trabajadores,
estudiantes con nivel de estudios básicos un 4.8%, medio 19.1%, superior 75.5%, y no
escolarizados un 0.6%.
Para el desarrollo del proyecto existieron inconvenientes en la realización de las encuestas a
pesar de su planificación de forma virtual, alcanzar la muestra obtenida fue complicado
debido a la extensión de la población.
Conclusiones
Una vez que se abordó la investigación sobre de la salud mental y calidad de vida en la
población ecuatoriana expuesta a la pandemia Covid-19, se pudo indagar que la mayoría de
los ciudadanos a cruzar esa etapa repercutan desfavorablemente en el bienestar psicológico de
las personas. Resulta más notorio el problema en personas indefensas en este grupo como la
niñez, los adolescentes y las personas de la tercera edad.
El nerviosismo relacionado con la presente situación mundial de virus, a esto sumando la
incidencia de la separación social, agravaron y se vieron los primeros síntomas de alteración
en la salud mental. De este modo, los riesgos psicológicos en las personas que se sienten
agobiados y abatidos a causa de la pandemia y las restricciones de las autoridades para
controlar la propagación los mismo que pueden desembocar en pánico a la ciudadanía con
efectos negativos.
Finalmente, se determinó que la población ecuatoriana expuesta en la propagación del virus
muestra niveles considerables en angustia, estrés, ansiedad, y un bajo índice de calidad de
vida, mediado por factores sociodemográficos. Sin embargo, la pandemia Covid-19 ha
afectado a la calidad de vida de las personas, convirtiendo en una crisis global según se
confirmó en el muestreo aplicado a la población ecuatoriana, donde el 47,0 % mostró
alteración en los niveles de estrés, siendo este factor el más notorio en cuanto a las
afectaciones producidas.
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Copyright (2022) © Cynthia Alexandra Nacimba Quinga, Katheryn Aracely Ramírez Lema,
María Camila Roncancio Rubiano, Johanna Carolina Soria Pazmiño
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