https://doi.org/10.35290/ru.v1n2.2022.598
Factores sociodemográficos, calidad de vida y
afrontamiento del estrés percibido en población ecuatoriana
expuesta a la pandemia (covid 19)
Sociodemographic factors, quality of life and coping with
perceived stress in Ecuadorian population exposed to the pandemic
(covid - 19)
Fecha de recepción: 2022-04-10 Fecha de aceptación: 2022-06-21 Fecha de publicación: 2022-07-10
Cristian Alexander Pillajo Amagua1
Investigador independiente, Ecuador
crisnauta.ap@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8876-562X
Verónica Elena Pozo Ortega2
Investigador independiente, Ecuador
veronicapozo12@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-9912-6989
Yadira Belén Romero Ascuntar3
Investigador independiente, Ecuador
belenchis103@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4041-0704
Yaqueline Elizabeth Soto Cahuatijo4
Investigador independiente, Ecuador
yaqueline.soto19@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-2979-4927
Resumen
El covid-19, en el ámbito estrés laboral, presenta nuevos retos y una recuperación incierta y lenta
que provoca inestabilidad. Los diferentes organismos, como la Organización Mundial de la
Salud, defienden la importancia de la salud y bienestar laboral en todos los aspectos, físicos,
mentales y sociales ante esta situación de pandemia. En este sentido, como parte de los objetivos
de este estudio se tiene evaluar los síntomas psicosomáticos que se han presentado en los
trabajadores, a consecuencia del estrés laboral en las organizaciones por covid-19 de la población
ecuatoriana. Se trata de un estudio cuali-cuantitativo, de diseño no experimental, con alcance
exploratorio y descriptivo. Se aplicó una encuesta online a 518 personas de la población
ecuatoriana, quienes consintieron su participación, utilizando el test de WHOQOLBREF y
estrés percibido. Como parte de los resultados, se determina que el 64,7% de los encuestados han
sido diagnosticados con covid-19, el 52,4% tiene rara vez sentimientos negativos, el 27,7% casi
nunca se han sentidos afectados como si algo grave fuera a ocurrir inesperadamente con la
pandemia y el 10,1% casi siempre se han sentido incapaz de controlar las cosas importantes de
su vida por la pandemia. Se reportan diferentes porcentajes de personas contagiadas con el
covid-19, también se puede observar que los estados emocionales negativos de depresión,
ansiedad y estrés, en un porcentaje mayor no ha ocurrido; por otro lado, la mayoría tiene una
calidad de vida satisfactoria en el aspecto psicológico, salud física, relaciones sociales y
ambiental; se percibe un estrés relacionado con la pandemia en la mayoría de los participantes.
Palabras clave: síntomas psicosomáticos, estrés laboral, herramientas de medición, covid-19,
crisis sanitaria, calidad de vida.
Abstract
Covid-19, in the field of occupational stress, presents new challenges and an uncertain and slow
recovery that causes instability. Different organizations, such as the World Health Organization,
defend the importance of occupational health and well-being in all aspects, physical, mental and
social, in the face of this pandemic situation. In this sense, one of the objectives of this study is to
evaluate the psychosomatic symptoms that have been presented in workers as a result of work
stress in organizations by covid-19 of the Ecuadorian population. This is a quali-quantitative
study, of non-experimental design, with an exploratory and descriptive scope. An online survey
was applied to 518 people from the Ecuadorian population, who consented to participate, using
the WHOQOL-BREF test and perceived stress. As part of the results, it is determined that 64.7%
of the respondents have been diagnosed with covid-19, 52.4% rarely have negative feelings,
27.7% almost never have felt affected as if something serious was going to happen unexpectedly
with the pandemic and 10.1% almost always have felt unable to control important things in their
life because of the pandemic. Different percentages of people infected with covid-19 are
reported, it can also be observed that the negative emotional states of depression, anxiety and
stress, in a higher percentage have not occurred; on the other hand, the majority have a
satisfactory quality of life in the psychological aspect, physical health, social and environmental
relationships; a stress related to the pandemic is perceived in most participants.
Keywords: psychosomatic symptoms, occupational stress, measurement tools, covid-19, health
crisis, quality of life.
Introducción
El estrés laboral es la respuesta que se produce cuando las demandas y las presiones laborales no
se corresponden con los conocimientos y habilidades del trabajador, y sobrepasan su capacidad
para hacerles frente (WHO, 2020). De acuerdo con Navinés et al. (2021), los trabajadores
experimentan presión en el trabajo, pero es a medida que este percibe que las demandas rebasan
sus recursos para afrontarlas, cuando puede sobrevenir el estrés laboral y riesgo de burnout. Por
otra parte, según el modelo de esfuerzo versus recompensa en el trabajo, el riesgo de presentar
estrés y trastornos psicosomáticos se produciría “cuando el esfuerzo no está compensado por
factores de recompensa, como el salario, la estima, la promoción profesional o la seguridad en el
trabajo” (Navinés et al., 2021).
Por otra parte, los autores mencionados anteriormente, establecen que el estrés laboral crónico
incontrolable puede ocasionar que la motivación se vea disminuida, además de la capacidad de
concentración, lo que empeoraría la memoria de trabajo, el poder tener organización en el
trabajo, la toma de decisiones, reflexión y la empatía, propias del trabajador con burnout.
La Organización Mundial de la Salud ha reconocido oficialmente el termino de burnout como un
fenómeno laboral, tras la validación de la undécima revisión de la Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), que entró en vigencia
en enero de 2022, esto como consecuencia de la pandemia por el covid-19, que inició en 2019.
“El síndrome de burnout se incluye así entre los principales problemas de salud mental y en la
antesala de muchas de las enfermedades mentales derivadas de un escaso control y de la carencia
de una prevención primaria de este síndrome. Esta situación ya de por sí grave se verá
empeorada como consecuencia del gran estrés”, explican Navinés et al. (2021)
A su vez, se considera que uno de los factores que puede favorecer e inclusive predecir la
aparición de estrés es la disminución de las horas de sueño (< 6 h), y la variación del ritmo
circadiano. Esta correlación se mantiene incluso al tener en cuenta otras variables, como
demanda o presión en el trabajo, o en cambio, pensamientos sobre el área laboral durante el
tiempo libre. En palabras de Navinés “la mala calidad del sueño y la disminución de las horas de
sueño se ha observado como factores de riesgo específico de burnout (…)”.
Cabe mencionar que, personalidades neuróticas y retraídas se han asociado a mayor riesgo de
burnout, siendo la extroversión un factor preservador, al igual que la estabilidad emocional, la
amabilidad y la firmeza de carácter. A su vez, algunos estudios han evidenciado que la
inteligencia emocional y empatía son fuertes predictores de bienestar y preservan frente al
burnout. En cuanto a estilos de afrontamiento, los basados en reacciones emocionales (autoculpa,
enfado, irritación, autopreocupación) parecen ser un factor de riesgo para desarrollar burnout.
En un estudio realizado en México, se evidenció que la edad y estar sin pareja aumenta la
probabilidad de sufrir síntomas depresivos severos. Las personas más jóvenes tuvieron mayores
posibilidades de presentar estrés elevado. Ser mujer y no contar con empleo se relacionó con
mayor posibilidad de sufrir ansiedad severa en tiempos de covid-19. Estos resultados proyectan
datos preliminares de algunos aspectos relacionados con la salud mental en el contexto mexicano
durante la actual crisis sanitaria (Trujillo et al., 2021).
Bajo este antecedente, se busca resolver la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué
consecuencias psicosomáticas afrontan los trabajadores de la población ecuatoriana en el
contexto de la pandemia (covid-19)?
1.1 Impacto de la covid19 en la población ecuatoriana
La ministra de la salud, Catalina Andruño, confirmó en rueda de prensa en febrero de 2020, el
primer caso importado de covid-19 en el país ecuatoriano. Se trataba de una ciudadana que
ingresó desde España por el aeropuerto de Guayaquil, sin ningún síntoma, posteriormente fue
diagnosticada con el virus. A nivel de Latinoamérica, Ecuador fue el tercer país en confirmar un
caso, el primero fue Brasil y como segundo, México (edicionmedica, 2020).
De acuerdo al informe publicado por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional, desde
el 29 de febrero del 2020 hasta el 12 de enero del 2022, se han confirmado 593.664 casos de
contagio, un aumento diario de 3.320 y en global 4.793. Según los datos de contagio de
clasificación por género, el porcentaje masculino representa el 51% (299.993) y el femenino
corresponde al 49% (293.671) (EFE, 2020).
Según los datos recopilados y publicados por el COE nacional y el INEC, desde el 2020 hasta la
fecha, se han registrado 34.189 fallecidos entre confirmados y probables (Ministerio de Salud
Pública, 2021). En lo que respecta a la inoculación de la población ecuatoriana, hasta el 12 de
enero del 2022, se registran un total de 13.926.492 de vacunados con primera dosis, 12.992.140
de personas vacunadas con segunda dosis y 1.716.799 de vacunados con dosis de refuerzo.
El covid-19 ha causado diferentes impactos, tanto a nivel social como económicos, lo que se ve
reflejado en la desigualdad social de la población ecuatoriana, tanto en estratos socioeconómicos
o clases sociales, la etapa del ciclo de vida, el género, la condición étnico-racial, discapacidad,
estatus migratorio u otros.
Como parte de las expresiones reportadas con mayor repetición en los estudios consultados se
encontraron los trastornos emocionales, depresión, estrés, apatía, irritabilidad, insomnio,
trastorno de estrés postraumático, ira y agotamiento emocional. Para Broche et al. (2021), las
variables predictoras de las reacciones psicológicas negativas fueron presentar una edad
comprendida entre los 16-24 años, bajos niveles de educación, ser del sexo femenino, tener un
solo hijo (en comparación con no tener o tener 2 o más), vivir solo y tener como antecedentes
una enfermedad mental (Broche et al., 2021).
Durante los períodos de cuarentena y restricciones se han podido apreciar dos formas de
reacciones de las personas; por un lado, unas pueden sacar lo mejor de sí mismos y otras pueden
presentar estrés, agobio y otros desórdenes psicológicos. Uno de los estudios en los que se
indagó midió las respuestas al estrés traumático, tanto en niños como en los padres, en medio de
los desastres pandémicos, en el estudio se evidenció que estos eventos de encierro y aislamiento
pueden ser traumáticos, cumpliendo los criterios para trastorno de estrés postraumático (Medina
y Jaramillo, 2020).
En un estudio realizado por la Universidad Internacional SEK, en el 2020, a 72 médicos
generales del Hospital IESS Quito Sur a quienes se aplicó la escala DASS 21, se les diagnosticó
la prevalencia de depresión, ansiedad y estrés. Este estudio develó que el grupo etario que mayor
estrés presentó fue el de 28-35 años con el 80.6%, seguido a este estuvo el de la población de
entre 36-44 años y 23-27 años. Al valorar la ansiedad se puede observar que el grupo etario que
presentó mayor grado se encuentran entre los 28-35 años y 36-44 años. Mientras que la
depresión tiene una significancia de 0,245, por lo que se descarta su relación con esta variable
(Rodríguez, 2020).
En el mismo trabajo, en cuanto al estado civil, se evidenció que el estrés afecta en un número
circunstancial al grupo conformado por solteros, los que corresponden a 29 individuos (90.5%),
seguido de la población de casados con 13 (50%), luego unión libre 5 (71.4%) y, por último,
divorciados y viudos. En este caso existe una significancia asintótica, esto quiere decir que sí
existe una relación significativa entre el estado civil y el estrés, caso contrario a lo que pasa con
la ansiedad y depresión.
Finalmente, al analizar de forma global los trastornos mentales estudiados con las variables del
estudio, se puede mencionar que el estrés es más prevalente en las mujeres (40.27%), además en
el grupo etario de 28 a 35 años (34.7%), en el estado civil soltero corresponde al 40.27%, y el
área clínica para el estrés es más prevalente y corresponde al (58.33%) (Rodríguez, 2020).
1.2 Calidad de vida en la población ecuatoriana expuesta a la pandemia (covid-19)
Para Rabaan, et al. (2020), desde que inicio la pandemia, reportada en Wuhan (China), varias
hipótesis se plantearon sobre su origen, lo que coincidió en una: un nuevo coronavirus
denominado SARS-CoV-2; consecutivamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2020) lo nombró covid-19 y se catalogó como una pandemia. Con el paso del tiempo más de 105
millones de casos fueron notificados en todos los continentes, de los cuales 45% de ellos forman
parte de las Américas, esto resultó en 2,3 millones de víctimas fatales.
En América Latina, a pandemia del covid-19 ha tenido fuertes efectos en el ámbito de la salud y
profundas implicaciones sobre el crecimiento económico y el desarrollo social. En un contexto
de bajo crecimiento, de alta desigualdad y vulnerabilidad, en el que se observan tendencias
crecientes en la pobreza y pobreza extrema, un debilitamiento de la cohesión social y
manifestaciones de descontento popular (CEPAL, 2020).
De acuerdo con lo referido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y los
informes de las Naciones Unidas, el sector de la salud en Ecuador se sitúa en un 2,2% del
Producto Interno Bruto (PIB) regional, lejano al 6% del PIB que recomienda la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), con la intención de reducir las inequidades e incrementar la
protección financiera en el marco del acceso y la cobertura universal a los servicios de sanidad
(OPS, 2018).
En este sentido, es posible que la salud general haya disminuido, como consecuencia a la
alteración de la calidad de vida en los componentes psicosociales, ya que estos factores han sido
considerados determinantes en la percepción de la calidad de vida relacionada con la salud
(CVRS) de la población adulta joven. Pese a esto; los cambios en los estilos de vida generados
por las condiciones impuestas por la cuarentena, también podrían alterar el estado de satisfacción
con la salud general de cada individuo, y, por lo tanto, la percepción de la CVRS (Guzmán et al.,
2021).
En el estudio de Guzmán et al. (2021), se comenta sobre un estudio en personas que se
encontraban en cuarentena por la covid-19 en Vietnam, en el cual se evidenció que hábitos no
saludables, como el consumo de alcohol y la inactividad física, atentan sobre la percepción de la
calidad de vida relacionada con la salud.
“En un contexto sin pandemia, hábitos saludables como la práctica regular de actividad física,
han mostrado ser determinantes en la percepción de la CVRS. Es posible que las restricciones
impuestas por las cuarentenas disminuyan los niveles de actividad física en la población”,
establecen los autores Guzmán et al. (2021).
Se puede decir que la calidad de vida en personas con coronavirus mayormente está afectada, en
comparación a personas sanas, debido al alejamiento, a los que se suman las inquietudes por el
estado su propia salud, además del impacto económico para la familia. La incertidumbre, el
miedo y limitaciones relacionadas con la pandemia han representado retos particulares,
especialmente en personas diagnosticadas con covid-19, debido a las medidas de emergencia
sanitaria, como la cuarentena y el distanciamiento social, por mencionar algunas.
De acuerdo con Ballena et al. (2021), dichas personas contagiadas se han visto mucho más
afectadas, incrementando el nivel de ansiedad y frustración, “debido al temor de perder la vida, o
incluso poder afectar la economía de su hogar al quedar desempleados”.
A su vez, el sistema educativo también ha presentado deficiencias como parte de las
consecuencias de la pandemia. Muchas instituciones de educación básica y superior no contaban
con la infraestructura necesaria, a nivel de tecnológicas digitales, para poder mantener la
enseñanza en un alto nivel, por lo que se tuvieron que adecuar los planes para promover el uso de
dispositivos digitales que estuvieran a la par de las necesidades actuales.
1.3 Estrés percibido en el contexto de la covid-19 en población ecuatoriana
Debido al gran impacto psicológico que generan las medidas implementadas durante la
pandemia, en distintos países del mundo, esta personifica un gran desafío para la salud mental de
cualquier persona. Su rápida propagación ha generado importantes cambios a nivel mundial,
dentro de la sociedad, ajustes que van desde los de índole sanitaria, hasta la disminución de la
producción, económicos, además de afectar la calidad de vida de las personas (Narváez et al,
2020).
El covid-19 ha causado la mayor crisis de salud pública a nivel mundial; el miedo e
incertidumbre generada por su llegada repentina, peligroso y exponencial crecimiento de la
enfermedad, aunados a las medidas subsecuentes como la reclusión que modificaron
drásticamente la rutina del día a día, los niveles de vida y economía de cada individuo,
influenciaron grandemente al deterioro de la salud mental de las personas, elevando así los
reportes de ansiedad, depresión y estrés de la población a nivel mundial.
De acuerdo a los datos de investigación recopilados, se puede evidenciar que el confinamiento es
el causante más propicio a generar sintomatología característica de trastorno de estrés agudo. Los
individuos que están bajo confinamiento se muestran de modo significativo proclives a reportar
fatiga, abstinencia, ansiedad, entre otros.
Estando rodeado por el miedo e inseguridad, la salud mental se vio afectada, sin tener una idea
clara de lo que sería el futuro, esto generó pensamientos/escenarios negativos en el ser humano.
Además de pérdidas de empleo o familiares, lo que produjo ansiedad y depresión en gran parte
de la población. Como consecuencias de esta inestabilidad, con el pasar del tiempo, la sociedad
se ha visto en riesgo de sufrir de un nivel de estrés crónico conjuntamente con un desequilibro
mental y con posible desarrollo de una enfermedad psiquiátrica.
En un estudio realizado en el año 2020, con la participación de 1.015 participantes, se evidenció
que la muestra, compuesta de estadounidenses, experimentaron un alto nivel de estrés, asociado
al covid-19, lo que tuvo como consecuencia que estos necesitaran de una intervención,
relacionado con su salud mental.
Por otra parte, en España, para los jóvenes entre 18-25 años, seguido de los 26-60 años, fue
donde se encontraron los mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión, mientras que en
Colombia se evidenció que el 15% de la muestra tuvo como diagnostico “alto estrés percibido”,
asociado con el covid-19.
En Ecuador existe poca evidencia relacionada con la pandemia; sin embargo, con el objetivo de
establecer la prevalencia de los síntomas de estrés, ansiedad y depresión, e identificar los factores
de riesgo que contribuyen a la angustia psicológica en la población general durante la pandemia,
un trabajo realizado en algunas provincias del país, indicó que un número de personas presentó
“niveles severos” de depresión (10,3%), ansiedad (19.4%) y estrés (13.5%).
A esto, se suma la corrupción en tiempos de pandemia causado por el covid-19 en Ecuador; los
resultados obtenidos de los diferentes informes describen que se han infectado los tres niveles del
Estado, tanto el central, provincial como el municipal, es así en los casi seis meses del decreto
presidencial de estado de emergencia, que habilitaba la contratación pública. Se descubrieron
cientos de irregularidades en la compra de materiales médicos como mascarillas, pruebas de
covid-19 y bolsas para transportar cadáveres, de manera que la Fiscalía inició al menos 141
investigaciones relacionadas con la epidemia; la Contraloría examinó el uso de dinero público en
cerca de 200 contratos realizados por instituciones públicas como la Seguridad Social o la
Secretaría General de Riesgos. Las investigaciones se realizaron entre Quito y Guayaquil 37
allanamientos y 17 detenciones, entre ellas, la del expresidente Abdalá Bucaram y la de la
máxima autoridad del Gobierno provincial de Guayas, Carlos Luis Morales.
A partir de que el gobierno de Moreno decretó el 17 de marzo el estado de excepción, la
suspensión de clases, de la jornada laboral y el toque de queda para que los ecuatorianos
permanezcan aislados en sus casas por la pandemia, “el portal oficial de compras públicas
reflejaba un contrato, bajo modalidad de emergencia, de un millón de dólares en el que el
Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS) estaba dispuesto a pagar 12 dólares por
mascarilla, cuando el precio de mercado era de cinco dólares” (Corte Constitucional del Ecuador,
2020).
En relación a esto, los delitos que se investigan son fraude, tráfico de influencias y delincuencia
organizada, todos cometidos por medio de sobreprecios en la compra de materiales para
hospitales, centros de atención de salud e instituciones del Estado. Frente a esta situación, el Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) manifestó: “El
manejo corrupto de recursos públicos compromete la capacidad del Estado para entregar
servicios, incluyendo salud, educación y prosperidad, que son esenciales para el goce de los
derechos económicos, sociales y culturales”. Añade que la corrupción “ocasiona un acceso
discriminatorio a servicios públicos en favor de quienes pueden influir en autoridades”; hecho
que afecta a los grupos desaventajados que dependen de la calidad y gratuidad de estos.
Es así como la corrupción ha salido a vista de todos en medio de la lucha contra la pandemia por
el covid-19, generando la preocupación del pueblo ecuatoriano, que pide al gobierno las
garantías necesarias para una atención de salud de calidad y así poder vencer a la pandemia que
está matando a miles de ecuatorianos y millones de personas a nivel mundial (Carod, 2021).
Sin duda alguna los efectos del covid-19 afectan la calidad de vida, esto genera afecta en niveles
físicos, cognitivos, además de implicaciones financieras. A 38 hospitales de Michigan se realizó
una cohorte observacional para el estudio de 1.648 pacientes, de los cuales, al tener 60 días de
alta hospitalaria, un tercio de estos fallecieron en el mismo hospital o tras el seguimiento,
quedando solo 488 que pudieron completar una encuesta telefónica. Parte de ellos expresaron las
dificultades que tenían o que habían empeorado en su nueva vida diaria, además de los síntomas
físicos y emocionales, u otros que no se habían reincorporado a su puesto de trabajo.
A nivel poblacional, la investigación sobre el síndrome pos-covid -19 es crítica, se dificulta
medir la carga de la enfermedad y sus consecuencias; medir el impacto sobre los sistemas
públicos de salud y la demanda asistencial, y la necesidad de redistribuir recursos e implementar
unidades específicas de rehabilitación para estos pacientes, y planear y desarrollar ensayos
clínicos apropiados.
1.5 Aspectos sociodemográficos intervinientes en el estrés percibido y calidad de vida de la
población ecuatoriana expuesta a la pandemia (covid-19)
Según los estudios que se han revisado a nivel mundial sobre los efectos psicológicos debido a la
pandemia por covid-19, en cuestión de género, los datos revelan que las mujeres muestran mayor
resiliencia en comparación con los hombres; son quienes han generado estrategias de tipo
adaptativo como las de corte instrumental activo o la búsqueda de apoyo emocional e
informativo.
En Ecuador, los adultos mayores no solo enfrentan un riesgo desmedido de muerte, sino que
además se ven amenazados por la pandemia, debido a sus necesidades de apoyo o porque viven
en entornos de alto riesgo, bajo condiciones de pobreza, con acceso limitado a servicios de salud,
o que viven en espacios confinados, es por este que se ha registrado un alto porcentaje de 56% en
personas fallecidas mayores de 65 años en el país. Es importante también sus voces u opiniones
sean tomadas en cuenta, ya que, de igual manera, por ser personas mayores, aunque en el espacio
actual de pandemia se hayan vueltos sensibles, es esencial brindar la asistencia necesaria.
A pesar de lo mencionado, el covid-19 ha tenido efectos particularmente negativos para el
bienestar de las mujeres ecuatorianas, ya que están en primera línea en la lucha contra la
enfermedad y representan el 69% de los empleados en el sector de salud, a su vez, el sexo
femenino es el más afectado por la sobrecarga de trabajo, que no siempre es remunerado, estas
muchas veces asumen mayor carga ya que asumen o son orientadas a tomar responsabilidad para
cuidar a familiares, o dar seguimiento a las clases virtuales de sus hijos.
Además, como parte de la cuarentena, las personas debieron permanecer en casa, ante esto, las
mujeres, históricamente, están mayormente expuestas a la violencia doméstica, y estando en este
nivel de encierro, podrían estar más propensos a tensiones en el hogar. En marzo de 2020 se
registraron más de ocho mil llamadas al sistema ECU 911, que estuvieron relacionadas la
violencia contra la mujer.
La pandemia supone una amenaza destacable para el empleo, tanto en relación con la reducción
de la cantidad de empleos, como de deterioro de su calidad. Muchas empresas han disminuido su
demanda de empleados ante la paralización o disminución de su actividad económica. De
acuerdo a un estudio realizado, entre españoles, mexicanos, ecuatoriano y colombianos, dos
terceras partes, han sentido frustración por tener que trabajar desde casa, fuera de su horario
habitual, al tiempo que otras también han pasado por problemas familiares por esta causa.
Las consecuencias de la pandemia a nivel laboral aún son inciertas, ya que el escenario sigue
latente, algunas apreciaciones establecen que el empleo formal podría caer entre un -4.3% y un -
14.4% en el país, dependiendo de lo que dure la crisis sanitaria, tanto en el ámbito nacional como
a nivel internacional, y el impacto que esta siga teniendo. Como parte de estos efectos estaría el
desempleo, reducción de horarios o desmejora en las condiciones laborales, por lo que podría
aumentar a su vez en otras categorías de empleo no adecuado.
Por otra parte, la pandemia también ha incrementado el sufrimiento psicológico. Ansiedad,
estrés, miedo a la infección, pérdida de familiares, depresión, o pensamientos suicidas son
algunos de estos sufrimientos que podrían tener las personas. De acuerdo con la investigación
realizada, es importante, para contrapesar las estadísticas de suicidio en momentos de covid-19,
que esta se identifique como una fase de ideación. Los esfuerzos y acciones de las políticas
públicas no deben estar enfocadas solamente en la enfermedad, sino que deben estar orientadas
también en precautelar la salud de la población en general, atendiendo las necesidades
especiales, de una sociedad que ha sido fuertemente golpeada por la crisis sanitaria.
Estos pueden a su vez presentar angustia marcada y un deterioro significativo en el
funcionamiento social u ocupacional, configurando trastornos de la adaptación y en caso de
persistir con ánimo triste se puede presentar un trastorno depresivo mayor (TDM). También la
proximidad a eventos que amenazan la vida y la supervivencia como lo es la enfermedad
propiamente, puede precipitar el desarrollo del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Tanto,
que se ha postulado que el efecto combinado de la pérdida y la amenaza pueden explicar la
concurrencia frecuente de TEPT y depresión.
Metodología
El presente proyecto empleó el método cuali-cuantitativo, de diseño no experimental, con
alcance exploratorio y descriptivo-correlacional. En este participaron ciudadanos ecuatorianos de
diferentes provincias del país que aceptaron realizar la encuesta. El tipo de muestreo fue no
probabilístico, con un total de 518 participantes.
Como parte de las técnicas e instrumentos se aplicó el test de WHOQOL que constó de 26
preguntas, el test de estrés percibido que tuvo 10 preguntas y el test de DASS compuesto de 21
preguntas. Estos test están estructurados en datos personales y preguntas en las que se
consideraron los siguientes puntos: factor sociodemográfico, socioeconómico, salud,
funcionamiento social, vulnerabilidad, ansiedad y depresión.
2.1 Test WHOQOL
Como referentes se revisaron Espinoza et al. (2011) y Freire at al. (2004). Se obtuvo un perfil del
paciente y una puntuación sobre su percepción de calidad de vida global y salud general. No
existieron puntos de corte propuestos. A mayor puntuación, mayor calidad de vida. Pese a esto,
no todos los ítems se puntúan de forma directa, hay que codificar de forma inversa parte de las
calificaciones. Las instrucciones para la recodificación de estos ítems se pueden consultar en el
WHOQOL-BREF : introduction, administration, scoring and generic version of the assessment
de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1996) (ver Tablas 3 y 4).
2.2 Test de estrés percibido
Basados en Levenstein et al. (1993), ya que presenta una alta consistencia interna con un alfa de
Cronbach igual a 0,86. Esta escala indica el estrés percibido por los participantes durante el
último mes. Cada ítem ofrece cinco opciones de respuesta: nunca, casi nunca, a veces, con
bastante frecuencia y muy a menudo. Ítems nº 1, 2, 3, 6, 9 y 10 se puntúan de 0 a 4; ítems nº 4, 5,
7 y 8 se puntúan a la inversa, de 4 a 0.
2.3 Test de DASS-21
Como referente se utilizó a Antony et al. (1998) y para la validación se tomó de Ruiz et al.
(2017).
El DASS-21 posee tres subescalas, Depresión (ítems: 3, 5, 10, 13, 16, 17 y 21), Ansiedad (ítems:
2, 4, 7, 9, 15, 19 y 20) y Estrés (ítems: 1, 6, 8, 11, 12, 14 y 18). Para evaluar cada subescala por
separado, se deben sumar las puntuaciones de los ítems correspondientes a cada una. Puede
obtenerse un indicador general de síntomas emocionales sumando las puntuaciones de todos los
ítems. Interpretación: a mayor puntuación general, mayor grado de sintomatología. Puntos de
corte comúnmente utilizados: Depresión: 5-6, depresión leve 7-10, depresión moderada 11-13,
depresión severa 14 o más, depresión extremadamente severa. Ansiedad: 4 ansiedad leve, 5-7
ansiedad moderada, 8-9 ansiedad severa, 10 o más ansiedad extremadamente severa. Estrés: 8-9
estrés leve, 10-12 estrés moderado, 13-16 estrés severo, 17 o más estrés extremadamente severo.
Resultados
3.1 Perfil Sociodemográfico
A continuación se muestra el perfil sociodemográfico en la muestra estudiada (n=252) (Tabla 1).
Tabla 1
Perfil Sociodemográfico
Edad
M;
DE
Rango
Datos (N=518)
33,12
; 11,24
59
Estado civil
F
%
Soltero (a)
266
51.4
Casado (a)
149
28.8
Divorciado (a)
32
6.2
Unión libre
64
12.3
Viudo (a)
7
1.3
Total
518
100
Nivel de estudios
F
%
No escolarizado
3
0.6
Básico
25
4.8
Medio
99
19.1
Superior
391
75.5
Total
518
100
Estrato económico
F
%
Bajo
67
12.9
Medio
446
86.1
Superior
5
1
Total
518
100
Covid - 19
F
%
Si se infectó
183
35.3
No se infectó
335
64.7
Total
518
100
Nota. Investigación de campo, año 2022.
3.2 Resultados de la escala de estrés percibido relacionado con la pandemia
La Tabla 2 presenta los resultados obtenidos en la escala de estrés percibido relacionado con la
pandemia.
Tabla 2
Escala de Estrés Percibido Relacionado con la Pandemia
Ítems
Casi nunca
De vez en
cuando
Casi
siempre
Siempre
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
1.- Me he sentido afectado como si
algo grave fuera a ocurrir inesperadamente con
la pandemia
143 (27,7)
215 (41,7)
58
(11,2)
15 (2,9)
2.- Me he sentido que soy incapaz de
controlar las cosas importantes de mi vida por
la pandemia.
158(30,6)
177(34,3)
52(10,1)
16(3,1)
3.- Me he sentido nervioso o
estresado por la pandemia.
126(24,4)
228(44,2)
80(15,5)
21(4,1)
4.- He estado seguro sobre mi
capacidad para manejar mis problemas
personales relacionados con la pandemia.
58(11,3)
169(32,9)
178(34,
7)
83(16,2)
5.- He sentido que las cosas van bien
(optimista) con la pandemia.
70 (13,6)
217 (42.2
%)
194
(37,7)
16 (3,1)
6.- Me he sentido incapaz de afrontar
las cosas que tengo que hacer para el control de
la posible infección.
165(32,2)
165(32,2)
49(9,6)
25(4,9)
7.- He sentido que puedo controlar
las dificultades que podrían parecer en mi vida
por la infección.
72(14,1)
169(33)
175(34,
2)
71(13,9)
8.- He sentido que tengo todo
controlado en relación con la pandemia.
39(7,6)
66(12,9)
210(40,9)
158(30,
8)
43(8,4)
9.- Me he estado molesto porque las
cosas relacionadas con la pandemia están fuera
de mi control.
73(14,3)
143(28)
199(38,9)
73(14,3)
25(4,9)
10.-He sentido que las dificultades se
acumulan en estos días de la pandemia y me
siento incapaz superarlas.
97(18,9)
163(31,8)
196(38,3)
48(9,4)
11(2,1)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
3.3 Resultados de la escala de calidad de vida de la OMS (WHOQOL-BREF)
La Tabla 3 muestra los resultados de índice de calidad de vida en el dominio salud física,
reportado por los participantes.
Tabla 3
Dominio Salud Física
Ítems
Nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
3. ¿Hasta qué punto siente que el
dolor físico le impide hacer lo que debe
hacer?
182
(35,3)
192
(37,2)
113 (21,9)
34 (6,6)
4 (0,8)
4. ¿Cuánto necesita algún
tratamiento médico para funcionar en su vida
diaria?
260
(50,4)
141
(27,3)
89 (17,2)
30 (5,8)
1 (0,2)
10. ¿Tiene suficiente energía para la
vida diaria?
11 (2,1)
48 (9,3)
191 (37)
123 (23,8)
147
(28,5)
15. ¿Qué tan bien puede moverse?
10 (2)
21 (4,1)
89 (17,4)
211 (41,2)
187
(36,5)
16. ¿Qué tan satisfecho está con su
sueño?
23 (4.5)
79 (15,3)
128 (24,8)
229 (44,4)
60 (11,6)
17. ¿Qué tan satisfecho está con su
capacidad para realizar sus actividades de la
vida diaria?
14 (2,7)
42 (8,2)
118 (22,9)
265 (51,5)
77 (15)
18. ¿Qué tan satisfecho está con su
capacidad de trabajo?
21 (4,1)
36 (7)
117 (22,7)
257 (49,9)
86 (16,7)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
En la siguiente Tabla 4 se pueden observar los resultados de índice de calidad de vida en el
dominio salud física, reportado por los participantes.
Tabla 4
Dominio Salud Mental
Ítems
Para nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
5. ¿Cuánto disfrutas de la vida?
5 (1)
49 (9,5)
153 (29,7)
255 (49,4)
65 (12,6)
6. ¿Hasta qué punto cree que su vida tiene sentido?
11 (2,1)
38 (7,4)
9 (17,3)
238 (46,4)
144 (28,1)
7. ¿Qué tan bien puede concentrarse?
14 (2,7)
82 (15,9)
211 (40,9)
183 (35,5)
32 (6,2)
11. ¿Eres capaz de aceptar tu apariencia corporal?
23 (4,5)
64 (12,4)
139 (26,9)
128 (2,8)
164 (31,8)
19. ¿Qué tan satisfecho está usted consigo mismo?
16 (3,1)
34 (6,6)
95 (18,5)
233 (45,3)
138 (26,
8)
26. ¿Con qué frecuencia tiene sentimientos negativos
como estado de ánimo triste, desesperacn, ansiedad,
depresión?
56 (10,9)
269(52,4)
109 (21,2)
71 (13,36)
18 (3,5)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
La Tabla 5 reporta los resultados del índice de calidad de vida que muestran los participantes, en
el domino relaciones interpersonales.
Tabla 5
Dominio Relaciones Interpersonales
Items
Para
nada
Un poco
Moderado
Mucho
Extremo
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
20. ¿Qué tan satisfecho está con sus relaciones
personales?
17 (3,3)
38 (7,4)
119 (23,1)
248 (48,1)
99 (19,2)
21. ¿Qué tan satisfecho está con su vida sexual?
16 (3,1)
37 (7,2)
160 (31,3)
191 (37,4)
111
(21,7)
22. ¿Qué tan satisfecho está con el apoyo que recibe de
sus amigos?
13 (2,5)
9 (7,6)
155 (30,1)
221 (42,9)
90 (17,5)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
3.4 Resultados de la escala de depresión, ansiedad y estrés DASS-21
La Tabla 6 muestra los resultados de la su escala depresión, indicados por los participantes.
Tabla 6
Resultados Subescala Depresión
Ítems
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido un
poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha
ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
3.- No podía sentir ningún sentimiento positivo.
229 (44,3)
161 (31,1)
89 (17,2)
38 (17,4)
5.- Se me hizo difícil tomar la iniciativa para hacer cosas.
201 (39)
193 (34,7)
84 (16,3)
38 (7,4)
10.- He sentido que no había nada que me ilusionara.
232 (45)
152 (29,5)
81 (15,7)
51 (9,9)
13.- Me sentí triste y deprimido.
149 (28,9)
171(33,1)
119 (23,1)
77 (14,9)
16.- No me pude entusiasmar por nada.
253 (48,9)
159 (30,8)
74 (14,3)
31 (6)
17.- Sentí que valía muy poco como persona.
322 (62,8)
87 (17)
62 (12,1)
42 (8,2)
21.- Sentí que la vida no tenía ningún sentido.
334 (65,1)
84 (16,4)
56 (10,9)
39 (7,6)
Nota. Encuesta Nacional, año 2022
La Tabla 7 evidencia los resultados obtenidos por los participantes en la subescala ansiedad.
Tabla 7
Resultados subescala ansiedad
Items
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido un
poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha
ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
2.- Me di cuenta que tenía la boca seca.
254 (49,1)
152 (29,4)
83 (16,1)
28 (5,4)
4.- Se me hizo difícil respirar.
320 (61,9)
119 (23)
57 (11)
21 (4,1)
7.- Sentí que mis manos temblaban.
308 (59,9)
116 (22,6)
63 (12,3)
27 (5,3)
9.- Estaba preocupado por situaciones en las cuales podía
tener pánico o en las que podría hacer el ridículo.
234 (45,3)
166 (32,2)
66 (12,8)
50 (9,7)
15.- Sentí que estaba al punto de pánico.
278 (54,1)
131 (25,5)
68 (13,2)
37 (7,2)
19.- Sentí los latidos de mi corazón a pesar de no haber hecho
ningún esfuerzo físico.
231 (44,9)
163 (31,7)
75 (14,6)
46 (8,9)
20.- Tuve miedo sin razón.
244 (47,3)
149 (28,9)
84 (16,3)
39 (7,6)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
Finalmente, en la Tabla 8 se pueden ver los resultados obtenidos en la subescala estrés.
Tabla 8
Resultados Subescala Estrés
Ítems
No me ha
ocurrido
Me ha
ocurrido un
poco
Me ha
ocurrido
bastante
Me ha
ocurrido
mucho
F (%)
F (%)
F (%)
F (%)
1.- Me ha costado mucho descargar la tensión.
106 20,5)
204 (39,5)
141 (27,3)
65 (12,6)
6.- Reaccioné exageradamente en ciertas situaciones.
174 (33,8)
190 (36,9)
105 (20,4)
46 (8,9)
8.- He sentido que estaba gastando una gran cantidad de
energía.
165 (32)
175 (33,9)
118 (22,9)
58 (11,2)
11.- Me he sentido inquieto.
144 (28,1)
196 (38,2)
112 (21,8)
61 (11,9)
12.- Se me hizo difícil relajarme.
143 (27,8)
185 (35,9)
118 (22,9)
69 (13,4)
14.- No toleré nada que no me permitiera continuar con lo
que estaba haciendo.
225 (43,5)
179 (34,6)
79 (15,3)
34 (6,6)
18.- He tendido a sentirme enfadado con facilidad.
155 (30)
187 (36,2)
103 (19,9)
72 (13,9)
Nota. Investigación de campo, año 2022.
Más de la mitad de los encuestados de la población ecuatoriana DASS-21 han sido contagiados
por covid-19, puesto que la pandemia suele instalarse de forma súbita y es de rápida
propagación, generando diferentes impactos adversos, sobre todo de tipo social y en aspectos
psicológicos.
Como puntos importantes se presta mayor atención a los efectos de la cuarentena y la disrupción
de la vida cotidiana a lo que se tenía acostumbrado. A su vez, se determinó que algunos grupos
poblacionales son más proclives a sufrir malestares psicológicos generados por la pandemia,
tales como adultos mayores, jóvenes y los profesionales de la salud, que están sobrecargados de
trabajo y presentan mayor riesgo de contagio, además de tener como función principal tomar
decisiones de vida o muerte.
Más del 68% de los evaluados manifestaron que estaban al punto de pánico; ello, por ser fuente
de contagio para sus familias, ser portadores asintomáticos e incluso morir de ansiedad, estrés
laboral y a causa de las manifestaciones psicosomáticas. En varios de los ítems de las escalas
utilizadas se observa la magnitud de la presencia de las somatizaciones, así como también, en
muchos casos se llegó a un grado terminal de la vida por el grado de estrés y sus múltiples
derivados.
El 80% de la población ecuatoriana menciona que se ha sentido nervioso o estresado por la
pandemia, definitivamente este nivel de estrés se muestra por la conjunción de tres situaciones:
la desconfianza epidémica en las instituciones nacionales, el riesgo de contagio, y el aislamiento.
De esta manera se hace necesario realizar acciones para prevenir daños a la salud mental y/o
física de las personas.
Todos los trabajadores perciben presión en el trabajo, pero es a medida que el individuo percibe
que las demandas rebasan sus recursos para afrontarlas, cuando puede sobrevenir estrés laboral y
riesgo de burnout. Ello, porque en este sentido también se pueden indicar los cambios de
modalidades laborales como el teletrabajo y más en el caso de las mujeres, pues se volvió
estresante no poder manejar tanto la vida laboral como la familiar en su domicilio.
Durante la implementación del proyecto hubo limitaciones, una de ellas que aparecieron nuevos
rebrotes y se tuvo que realizar las encuestas de manera online, otra limitación es que muchos
participantes no dominan mucho la tecnología y se les hizo un difícil entrara a la encuesta, pero
sobre todo el limitante más importante fue que era muy larga la encuesta, donde algunos
participantes no concluyeron con la misma, ya que en la encuesta constaba de 3 test.
Conclusiones
Como parte de las conclusiones, queda claro que en la actualidad el número de casos
confirmados de covid-19 a nivel global es alarmante, por lo que se convierte en una realidad
preocupante y desalentadora en el mundo, que llena de impotencia a diferentes sectores
poblacionales, por el hecho no tener una certeza del futuro y cómo se podrá eliminar o disminuir
la crisis sanitaria.
Lo que conlleva a secuelas económicas y sociales, como la cuarentena y el aislamiento de las
familias, sobre todo en aquellas personas vulnerables que han tenido aumento en niveles de
ansiedad, insomnio e incluso tristeza, depresión, desesperación, soledad e intentos de suicidio.
En este sentido, es primordial conocer y aplicar las estrategias de afrontamiento, que han servido
de manera efectiva para el autocuidado y para reducir los efectos negativos en la salud mental,
que es una parte importante del bienestar y la salud, en general. Este afrontamiento es
fundamental para conocer y desarrollar estrategias que permitan mantenerse conectados con
otras personas y físicamente activos, estos recursos también podrían extenderse con sugerencias
para mantener una rutina saludable de sueño y alimentación, limitar la exposición excesiva a
medios de comunicación y practicar técnicas de manejo de estrés como la atención plena y la
respiración profunda.
Para aquellas quienes tienen síntomas significativos de afectación de su salud mental, se
recomienda buscar apoyo profesional cuando sea necesario, especialmente en la actualidad,
cuando hay mayores redes de telesalud, que facilitan esta atención.
A su vez, también se incita a acoger una actitud positiva de solución de problemas, facilitar y
propiciar emociones agradables son dos tácticas de afrontamiento recomendadas por numerosos
psicólogos. Realizar actividades de ocio o de entrenamiento en casa, participar en iniciativas a
través de videoconferencia o redes sociales; son otras acciones que incrementan la sensación de
pertenencia y acompañamiento; de hecho, es normal y saludable tener miedos, ya que son
respuestas emocionales del cerebro ante diversas situaciones que podrían causar problemas,
evitando así el exponerse a lo que puede resultar peligroso.
En relación con el personal sanitario, se recomienda hacer un seguimiento y ofrecer recursos
terapéuticos, ya que estos están en constante estrés, por lo que podrían tener inestabilidad
emocional o la sensación de estar “quemado”.
Finalmente, para la población infantil, en cambio, se requiere prestar gran atención, ya que su
maduración cognitiva y capacidad de afrontamiento es mucho más vulnerable, tanto a nivel
familiar, como en cambios de escolaridad.
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Copyright (2022) © Cristian Alexander Pillajo Amagua, Verónica Elena Pozo Ortega,
Yadira Belén Romero Ascuntar y Yaqueline Elizabeth Soto Cahuatijo
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