https://doi.org/10.35290/ru.v2n2.2023.901
Resiliencia y empoderamiento de jóvenes en contextos de
pobreza en México
Resilience and empowerment of young people in contexts of poverty in
Mexico
Fecha de recepción: 2023-03-23 Fecha de aceptación: 2023-06-23 Fecha de publicación: 2023-07-10
Nemesio Castillo Viveros1
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
nemesio.castillo@uacj.mx
https://orcid.org/0000-0001-9254-0183
Jorge Luis Sosa2
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
Jorge.luis@uacj.mx
https://orcid.org/0000-0002-7604-6430
Erika Patricia Rojas González3
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México
erika.rojas@uacj.mx
https://orcid.org/0000-0002-5290-0110
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo mostrar las capacidades de adaptación y superación
mediante la resiliencia y el empoderamiento que presentan los jóvenes en contextos de pobreza
en cuatro ciudades del estado de Veracruz, México: Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica y El
Puerto de Veracruz. El proyecto de investigación del que se deriva este texto fue financiado por
International Development Research Centre (IDCR) de Canadá. Este estudio fue realizado
mediante una metodología mixta que incluyó la realización de 20 grupos focales y 46 entrevistas,
se levantó una encuesta donde participaron 311 jóvenes de 15 a 24 años, en lo cualitativo se
enfatiza en elementos subjetivos que permiten entender la resiliencia y empoderamiento y en lo
cuantitativo se describen las problemáticas sociales. Como parte de los resultados se encuentra
que 71.6% tenía problemas de alumbrado, el 64.0% de agua, el 73% dijo que falta vigilancia
pública. Se observa que hay un conjunto de prácticas en el contexto de pobreza que se transmiten
generacionalmente y que son desigualdades sociales que limitan las oportunidades; sin embargo,
de acuerdo con Chiavola et al. (2008) coexisten prácticas de empoderamiento y resiliencia que
permiten superar el contexto. Como parte de las conclusiones se determinó que a pesar de los
problemas y desafíos que los jóvenes enfrentan en la familia, escuela y comunidad, algunos
jóvenes trascienden en las estructuras sociales a este grupo de jóvenes que se les nombró como
resilientes.
Palabras Clave: jóvenes, espacio social, capital, resiliencia, empoderamiento
Abstract
The purpose of this article is to show the capacities for adaptation and coping through resilience
and empowerment of young people in contexts of poverty in four cities in the state of Veracruz,
Mexico: Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica and El Puerto de Veracruz. The research project from
which this text is derived was funded by the International Development Research Centre (IDCR)
of Canada. This study was carried out through a mixed methodology that included 20 focus
groups and 46 interviews, a survey was conducted with the participation of 311 young people
between 15 and 24 years of age. The qualitative part emphasizes subjective elements that allow
understanding resilience and empowerment, and the quantitative part describes social problems.
As part of the results, 71.6% had problems with lighting, 64.0% with water, 73% said that there
was a lack of public surveillance. It is observed that there is a set of practices in the context of
poverty that are transmitted generationally and that are social inequalities that limit
opportunities; however, according to Chiavola et al. (2008) there coexist practices of
empowerment and resilience that allow overcoming the context. As part of the conclusions, it
was determined that despite the problems and challenges that young people face in the family,
school and community, some young people transcend in the social structures of this group of
young people who were named as resilient.
Keywords: youth, social space, capital, resilience, empowerment
Introducción
Una de las preguntas que orientó la investigación fue: ¿Qué impulsa a los jóvenes a salir de
contextos de pobreza y marginación? Hay familias que viven en espacios y algunos de sus
integrantes superan la desigualdad y exclusión social. El tiempo y el esfuerzo es lo que diferencia
un miembro y otro de familia, la superación de pobreza es el tiempo y esfuerzo que invierten en
la generación de capacidades y habilidades. Talcott Parsons, fundador del funcionalismo, plantea
que “naturalmente, el lenguaje y la transmisibilidad de la cultura abren la posibilidad de un
desarrollo acumulativo del conocimiento o saber empíricos” (Parsons, 1988, p. 215).
En este estudio se abordaron los procesos de juventud de manera diferenciada a la familia, la
comunidad y la escuela que dan elementos culturales a las juventudes considerando que no son
ordenaciones determinantes, siempre hay posibilidades de cambio y transformación social.
Mediante una metodología cualitativa se muestran procesos donde las estructuras sociales son
flexibles y dan posibilidades de cambio y transformación social.
En este sentido se busca promover la construcción de nuevos enfoques que permitan entender
procesos sociales juveniles, desde el espacio social, resiliencia y empoderamiento. Donde el
espacio social hace referencia a la adquisición de estructuras sociales familiares, comunitarias e
instituciones, la resiliencia permite pensar en procesos de cambio, transformación y generación
de nuevas estructuras sociales producidas por jóvenes en contextos de desafío. Por su parte, el
empoderamiento como formas de reconstrucción de su identidad fijado en un proyecto de vida,
que posiciona a los sujetos desde una perspectiva de agencia social, que permite la creación y
reconstrucción de nuevas estructuras sociales.
1.1 Espacio social e institución
En la realidad social existen instituciones que regulan la conducta. El primer espacio de
socialización está en la familia, después el espacio escolar y posteriormente el campo del trabajo.
El individuo se forma en un espacio social con reglas escritas o acuerdos sociales. Según Re
Lourau todo orden social cae en una formalización institucional “una norma universal, o
considerada tal, ya se trate del matrimonio, de la educación, de la medicina, del régimen del
salario, de la ganancia o del crédito, es designada institución” (Lourau, 2001, p. 9).
La escuela es fundamental en el proceso de socialización de normas y criterios sociales que
permiten construir sujetos. El contexto de pobreza, las estructuras y las prácticas sociales son
procesos de familias que transfieren en la juventud, es lo más próximo que se recibe; sin
embargo, en esa herencia subjetiva está la posibilidad del cambio social.
Dentro del libro La miseria del mundo de Pierre Bourdieu se presenta un panorama difícil de
superar para clases bajas o de escasos recursos, que les interese el mundo de la alta cultura. El
autor plantea que es una especie de selección de prácticas que distinguen a las clases sociales,
por ejemplo, hablando sobre el tema de los deportes:
Sería necesario tomar en cuenta la representación que, en función de los esquemas de
percepción y de apreciación que les son propios, las diferentes clases se hacen de los
costes (económico, cultural y "físico") y de los beneficios asociados a los distintos
deportes, beneficios "físicos" inmediatos o diferidos, beneficios económicos y sociales
(promoción social, etc.), beneficios simbólicos, inmediatos o diferidos, ligados al valor
distributivo o posicional de cada uno de los deportes considerados o por el acceso a
grupos altamente selectivos que algunos de entre estos deportes abren (golf, polo, etc.)
(Bourdieu, 1998, p.18).
Para entender la clasificación social, Bourdieu introduce el concepto de capital, el cual es clave
para comprender las prácticas sociales, y con ello permite explicar y comprender las dinámicas
familiares y la relación con la escuela. Se define al capital escolar como
El producto garantizado de los resultados acumulados de la transmisión cultural
asegurada por la familia y de la transmisión cultural asegurada por la escuela (cuya
eficacia depende de la importancia del capital cultural directamente heredado de la
familia). Por medio de las acciones de inculcación e imposición de valores que ejerce, la
institución escolar contribuye también a la constitución de la disposición general y
trasladable con respecto a la cultura legitima que, adquirida conjuntamente con los
conocimientos y las prácticas escolarmente reconocidas, tiende a aplicarse más allá de los
límites de lo "escolar", tomando la forma de una propensión "desinteresada" a acumular
unas experiencias y unos conocimientos que pueden no ser directamente rentables en el
mercado escolar (Bourdieu, 1998, p.20)
De tal manera que estos procesos adquiridos en el ámbito familiar y comunitarios servirán para
sobrevivir en el mundo escolar; es decir, podrán garantizar el éxito o fracaso escolar de acuerdo
con las prácticas familiares de acumulación de un capital cultural transformado en conocimiento.
La escuela, la familia y la comunidad son tres pilares fundamentales de la socialización. Una
interrogante es preguntarse desde qué prácticas se educa a la infancia y juventud. En este
contexto, el concepto de aspiraciones permite mostrar a lo que le apuesta la infancia y la
juventud, en especial el trabajo y la educación son dos elementos constitutivos a los que aspiran;
sin embargo, en un mundo del trabajo con pocas oportunidades de obtener empleos bien
remunerados y en un sistema educativo universitario selectivo, se rompe con los intereses de
algunos sectores sociales.
Desde la perspectiva de Bourdieu se explica cómo funciona el campo escolar en relación con el
capital cultural; no obstante, no explica cómo sujetos han tenido movilidad dentro de la
estratificación social, a lo que se considera que el capital es importante, pero la resiliencia y el
empoderamiento cambian la construcción de un proyecto de vida individual.
Propiamente se habla en este texto de la construcción de una juventud que permite desafiar y
transformar las estructuras sociales, lo que puede ser un fenómeno generacional, colectivo o
individual; por ejemplo, se habla actualmente de una generación millennials que está provocando
cambios importantes en el mundo, en el ámbito, laboral, ambiental, social y cultural. Los
sociólogos los describen como malcriados, egoístas, impacientes. Con una buena educación, se
adaptan a los cambios y prefieren un trabajo que les llene, en lugar de un salario considerable.
Son críticos y comparten casi todo, la tecnología llena su vida cotidiana.
De acuerdo con el Centro de Investigación Pew (2015) el 83% de los millennials duerme con su
teléfono inteligente al lado de la cama (Silvestre y Cruz, 2016, p. 477). Lo que puede constituir a
jóvenes resilientes que implica el desafío por reconstruir nuevas estructuras sociales, a partir de
prácticas y aspiraciones sociales. Pero interesa saber cómo algunos jóvenes superan las
estructuras sociales. Los jóvenes resilientes tienen prácticas sociales diferenciadas en el espacio,
las cuales les permiten superar las prácticas de la comunidad, la familia y la escuela, superan al
barrio. Le apuestan a un proceso formativo que les permita el reconocimiento y estabilidad
social.
El concepto de resiliencia “se viene estudiando aproximadamente desde los últimos 50 años, su
origen proviene del latín de la palabra resilio que significa volver atrás, volver de un salto,
resaltar, rebotar” (Vinaccia, 2007, p.141). La resiliencia hace referencia a superar hechos
traumáticos, sin embargo, superar las estructuras sociales hace referencia a un fenómeno de corto
o mediano plazo, en ese sentido el concepto de resiliencia no permite explicar detalladamente la
superación de estructuras. De acuerdo con Becoña (2006, p.129) la resiliencia es vista como “la
suma de factores individuales, familiares y sociales, así como una función de factores de
protección compuestos de recursos personales y sociales”.
Se presenta a su vez como la
Flexibilidad, perseverancia, y disponer de recursos son elementos que contribuyen a este
aspecto del patrón de resiliencia, como tener un locus de control interno. Finalmente, el
patrón situacional también se manifiesta en la búsqueda de novedad, curiosidad,
naturaleza exploratoria y creatividad (Becoña, 2006, p. 129).
Con especial énfasis hace referencia a la idea de que vendrán tiempos mejores. A lo que agrega
que “la creencia de que el autoconocimiento y la reflexión sobre uno mismo y los eventos son
importantes, contribuyen a este patrón” (Becoña, 2006, p. 130).
Existe una convicción de que posteriormente vendrán buenos tiempos y la creencia en hallar un
significado positivo en las experiencias (Becoña, 2006, p. 129). Pero se destaca sobre hechos de
la vida cotidiana, no a procesos sociales, por lo anterior, se considera que la resiliencia ayuda a
entender y darle nombre a esa superación de estructuras sociales. En su caso, los y las jóvenes
resilientes vencen las estructuras en cualquier circunstancia.
1.2 Empoderamiento
El proceso de empoderamiento aumenta la satisfacción y confianza de las personas que forman
un grupo o comunidad, aumenta la creatividad y disminuye la resistencia al cambio; también la
comunicación, las relaciones interpersonales y motivación (Chiavola et al., 2008).
Visto el empoderamiento desde el ámbito comunitario, posiciona a los sujetos desde una
perspectiva de agencia social que permite la creación y reconstrucción de nuevas estructuras
sociales como programas de intervención social en las comunidades desde el estado o las
organizaciones sociales, se subrayaría el rol de las estructuras sociales mediadoras entre los
programas institucionales y los individuos, se hablaría entonces en procesos de “liberación
colectiva, al control el poder adquirido por la comunidad y sus miembros organizados como
actores sociales constructores de su realidad y de los cambios que en ella ocurren” (Montero,
2003, p.70).
Existe un fundamento para trabajar mediante el enfoque del empoderamiento, el cual es el
reconocimiento del poder en la construcción de fortalezas y capacidades humanas, como
ingrediente esencial, aunque no único, de la forja y el desarrollo de personas y comunidades
(Sánchez y Vidal, 2017).
Desde la perspectiva del empoderamiento el desarrollo humano es visto como un despliegue
progresivo e intencionado del potencial de las capacidades personales, colectivas con base en la
interacción personal en relación dialéctica con un entorno material, sociocultural y político-
económico que aporta elementos relevantes para la superación de dificultades que el sujeto debe
enfrentar exitosamente (Sánchez y Vidal, 2017).
Metodología
El muestreo seleccionado para realizar el trabajo de campo fue por conveniencia y no
probabilístico por las características de la población, debido a que resultó difícil aplicar una
muestra probabilística por ser un universo amplio (Hernández-Sampieri y Mendoza, 2018,
p.176).
Se seleccionó a los participantes entre jóvenes de 15 a 24 años, sin tomar en cuenta si estaban en
la educación formal o informal, por conveniencia se aplicaron en escuelas de educación
secundaria y preparatoria. En la ciudad de Poza Rica se aplicaron 100, en Xalapa 86, en
Veracruz 99 y en Coatzacoalcos se levantaron 26, en total 311 encuestas.
En relación con el número de entrevistas y grupos focales por ciudad, en Xalapa se hicieron ocho
grupos focales, siete a funcionarios, una colectiva, dos a niños y seis líderes de organizaciones
civiles, para Poza Rica se recabaron ocho para jóvenes, cuatro grupos focales, 11 a funcionarios,
en Veracruz se levantaron cuatro grupos focales y tres a funcionarios, y para Coatzacoalcos se
recabaron veinte y nueve grupos focales. En total se hicieron 40 entrevistas, 25 grupos focales y
21 a funcionarios, en especial en lo cualitativo. Se abordaron temas centrales en cada una de las
técnicas de investigación de campo; sin embargo, aquí se trabajó aspectos relacionados con
aspiraciones y resiliencia.
Resultados
Los contextos donde se realizó el trabajo de campo están ubicados en zonas de pobreza y
marginación. Mediante la aplicación de técnicas cualitativas y cuantitativas se pudo obtener
información relevante que acercara distinguir y entender las dinámicas sociales de jóvenes.
Se encuestaron a un total de 311 personas en el primer semestre del año 2019. Los instrumentos
se aplicaron en el nivel secundaria, preparatoria y universidad, en relación con el sexo de las
personas encuestadas se encontró que el 50.5% fueron hombres, mientras que el 47.6% fueron
mujeres (ver Tabla 1).
Tabla 1
Genero
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido
Hombre
157
50.5
51.5
51.5
Mujer
148
47.6
48.5
100.0
Total
305
98.1
100.0
Perdidos
Sistema
6
1.9
Total
311
100.0
Nota. IDCR (2019)
En relación con la edad, la media fue de 17.9 años, la mediana de 18, la moda de 18 y la
desviación estándar de 2.7, en lo particular se encontró que el 16.7% tenía 15 años, el 9.3% dijo
que cumplió 16, mientras que el 9% comentó tener 17, el 28.9% había cumplido los 18, cerca del
32% se encontraban entre los 19 y 23 años (ver Tabla 2).
Tabla 2
Edad
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
12.0
4
1.3
1.3
1.3
13.0
6
1.9
1.9
3.2
14.0
8
2.6
2.6
5.8
15.0
52
16.7
16.7
22.5
16.0
29
9.3
9.3
31.8
17.0
28
9.0
9.0
40.8
18.0
90
28.9
28.9
69.8
19.0
16
5.1
5.1
74.9
20.0
24
7.7
7.7
82.6
21.0
24
7.7
7.7
90.4
22.0
7
2.3
2.3
92.6
23.0
12
3.9
3.9
96.5
24.0
5
1.6
1.6
98.1
25.0
5
1.6
1.6
99.7
28.0
1
.3
.3
100.0
Total
311
100.0
100.0
Nota. IDCR (2019)
Del total de la población encuestada, el 26.5% dijo que trabaja, mientras que el 73.5 dijo que no,
en relación con las prestaciones el 7.4% tiene prestaciones y el 92.6% no tiene. Lo que se destaca
que la mayoría de la población se encuentra trabajando en el mercado informal (ver Tabla 3).
Tabla 3
Empleo
¿Trabaja?
¿Cuenta con prestaciones laborales?
No
No
26.5%
73.5%
7.4%
92.6%
Nota. IDCR (2019)
Respecto a la actividad laboral que desempeñan los encuestados se encontró que el 13.7% trabaja
como comerciante, el 9.6% se ubicó en las labores domésticas, el 58.9% es empleado y el 17.8%
comentó estar en otro tipo de actividad (ver Tabla 4).
Tabla 4
Actividad Laboral
Comerciante
Labores
domesticas
Empleado
Otro
Actividad laboral
13.7%
9.6%
58.9%
17.8%
Nota. IDCR (2019)
Una de las preguntas que se hizo está relacionada con la edad a la que inició a trabajar, se
encontró que el promedio fue de 16.1 años. El 6.1% comentó que entró a trabajar entre los 10 y
14, por su parte, el entre 15 y 19 dijeron el 11.3% y cerca del 80% reportó que no ha trabajado,
como se observa en la siguiente Tabla 5.
Tabla 5
¿A qué edad inició a trabajar?
Frecuencia
Porcentaje
Porcentaje válido
Porcentaje
acumulado
Válido
5-9
3
1.0
4.7
4.7
10-14
20
6.4
31.3
35.9
15-19
35
11.3
54.7
90.6
20-24
6
1.9
9.4
100.0
Total
64
20.6
100.0
No trabajan
247
79.4
Total
311
100.0
Nota. IDCR (2019)
En el tema de la percepción de seguridad de los espacios públicos y privados se encontró que el
64.7% se siente seguro en su casa, mientras que el 37.9% dijo que, en su casa, el 29.5% en el
automóvil, el 27%. En el banco, el cajero, la calle, el mercado y transporte son los lugares donde
hay mayor sentimiento de inseguridad. Lo anterior, indica que las y los jóvenes tienen una
precepción del espacio público de manera diferenciada, la casa y la escuela son los lugares que
consideran más seguros, mientras que en los espacios donde hay mayor circulación de personas
se siente mayor inseguridad (ver Tabla 6).
Tabla 6
Percepción de Inseguridad
Mucho
Poco
Nada
Que tan seguro me siento en:
Su casa
64.7%
14.7%
20.6%
Su trabajo
23.4%
35.6%
41.0%
La calle
20.5%
57.6%
21.9%
La escuela
37.9%
47.5%
14.6%
El mercado
20.2%
51.7%
28.1%
Centro comercial
24.4%
56.4%
19.2%
El Banco
27.0%
40.0%
33.0%
Cajero Automático en vía
22.2%
39.1%
38.7%
pública
Transporte público
20.7%
57.9%
21.4%
Automóvil
29.5%
53.0%
17.4%
El parque o centro recreativo
21.1%
58.4%
20.5%
Nota. IDCR (2019)
Para conocer el contexto donde viven las y los jóvenes se preguntó sobre los problemas. El
92.2% dijo que hay personas que consumen alcohol en las calles, el 78.1% comentó que se
consume droga, también dijeron que el 56.1 vende droga, el 60.6% consideró que se comenten
robos o asaltos de manera frecuente en los delitos de alto impacto, se encontró que las y los
encuestados el 42.6% hay secuestros y el 43.3% existieron homicidios (ver Tabla 7).
Tabla 7
Problemas en las Colonias
No
En tu colonia suceden las siguientes situaciones:
Se consume alcohol en la calle
92.2%
7.8%
Existe venta ilegal de alcohol
39.7%
60.3%
Se consume droga
78.1%
21.9%
Se vende droga
56.1%
43.9%
Se venden productos piratas
50.7%
49.3%
Existe pandillerismo o bandas violentas
53.6%
46.4%
Riñas entre vecinos
51.2%
48.8%
Existen robos o asaltos frecuentes
60.6%
39.4%
Ha habido disparos frecuentes
34.1%
65.9%
Hay prostitución
15.1%
84.9%
Han ocurrido secuestros
42.6%
57.4%
Han ocurrido homicidios
43.3%
56.7%
Han ocurrido extorsiones (o cobro de piso)
40.0%
60.0%
Ha habido violencia policiaca contra ciudadanos
30.9%
69.1%
Hay invasión de predios
29.6%
70.4%
Nota. IDCR (2019)
En los problemas y necesidades sociales en la colonia se encontraron que el 71.6% tenía
problemas de alumbrado, el 64.0% de agua, el 73% dijo que falta vigilancia pública, el 60.1%
enunciaron los problemas de la basura. Lo que se destaca es que la generalidad reporta
problemas en sus colonias (ver Tabla 8).
Tabla 8
Servicios en las Colonias
No
En tu colonia han tenido problemas de:
Falta de alumbrado
71.6%
28.4%
Falta de agua
64.3%
35.7%
Baches o fugas de agua
60.4%
39.6%
Drenaje
46.3%
53.7%
Vigilancia pública
73.0%
27.0%
Recolección de basura
60.1%
39.9%
Transporte público
37.7%
62.3%
Nota. IDCR (2019)
3.1 Empoderamiento juvenil
Dentro de las comunidades de estudio se encontraron distintos discursos que hablan o tratan de
las juventudes, no se pude pensar en una sola forma de vivir la juventud, se puede decir que hay
expresiones diferenciadas. Hay relaciones intergeneracionales cargadas de prejuicios y de
sentidos comunes, hay docentes que miran a los y las jóvenes con proyectos de vida fracasados
desde la infancia, un docente entrevistado comentó que yo he visto aquí en la comunidad la falta
de un proyecto de vida en los niños, como que no tienen muy claro, o a lo mejor si tienen claro
cuál es su proyecto de vida, pero que con muchas limitantes. O sea, tratan de aquí, como de
seguir con los patrones de su comunidad (Docente 1, Chiltoyac, Xalapa, 2019). Únicamente se
puede saber el futuro de los jóvenes cuando la juventud ha sido consumada. Muchos jóvenes
muestran muchas aspiraciones que en el mundo de las oportunidades alguna de ellas puede
consolidarse. Las aspiraciones de las juventudes no pueden darse por fallidas desde el inicio de la
infancia, se requiere primero vivirlas.
La figura de las organizaciones de la sociedad civil dentro de las colonias estudiadas tiene una
presencia importante y discursos performativos sobre las juventudes, que pueden dar cuenta de
algo en las juventudes, pero no se puede hablar de procesos generalizados.
Una de las personas entrevistadas que por confidencialidad será mencionada como Activista 1
(2019) expresó que: “Chiltoyac es una comunidad muy pequeña y cuenta con los niveles hasta el
telebachilleratos, a nivel de bachillerato; sin embargo, la diferencia entre los egresados de la
primaria a la secundaria si es muy alta; es decir, no acuden todos los chicos que terminan un
ciclo o un nivel escolar, y lo mismo pasa del bachillerato, perdón, de la secundaria al
bachillerato y ya nose diga del bachillerato para la universidad, no hay estas medidas que
garanticen la continuidad y la gran explicación porque en otras comunidades pasa mucho que
son las mujeres las que ya no acuden, pero en Chiltoyac es generalizado el asunto y responde
principalmente según las personas de la comunidad a lo costoso que implica”.
El panorama que presentan algunos liderazgos de organizaciones civiles es complicado para
continuar los estudios universitarios; sin embargo, no se puede negar los esfuerzos de familias y
jóvenes. Otro de los problemas que se señalan por activistas sociales es el embarazo en
adolescentes “en Chiltoyac nos dimos cuenta que había ahí un problema de salud pública que
tenía que ver con el tema de embarazos en adolescentes, entonces, a partir de esta lógica
nosotros lo vemos como un problema de salud pública, pero también como un problema
institucional” (Activista 1, Chiltoyac, Xalapa, 2019). Cabe señalar que son fenómenos sociales
que deben ser comprendidos desde una mirada cultural, son procesos que obedecen a lógicas
culturales en las localidades y las colonias.
Es recurrente que en entrevistas con funcionarios se hable sobre desintegración familiar en
contextos de marginación y exclusión social para el Funcionario 1 (2019) “yo creo que también
hay mucha desintegración familiar más que violencia entre los niños, la separación de sus
padres, la desintegración familiar porque pues sí, he visto varias parejas por aquí cerca que sí
se han desintegrado. Pues, es que vuelvo a lo mismo todo comienza en casa, ósea la educación
que le den sus padres a estos adolescentes, que tanto, que tanta libertad es la que se les dan o
qué consejos o que asesoría es la que les dan a sus hijas”. Éste fenómeno social se le cataloga
como provocador de otras violencias.
En el apartado teórico se abordó el concepto de espacio social como proceso de formación en el
ámbito de las familias. Los fenómenos mencionados por activistas, docentes y funcionarios
hacen referencia a contextos sociales que influyen en la toma de decisiones de jóvenes; sin
embargo, quienes hacen el cambio son los que se denominan jóvenes resilientes. A pesar de vivir
en contextos adversos se convierten en jóvenes que adquieren habilidades y capacidades para
tomar decisiones que mejoren su calidad de vida.
Por lo anterior se considera que los discursos presentados son miradas adulto-céntricas e
institucionales, es necesario mirar con la lógica de las juventudes. En relación con la información
cualitativa se encuentran procesos y elecciones juveniles que permiten comprender procesos
subjetivos. Dentro de las entrevistas se encontró que hay jóvenes que han podido superar
procesos adversos, de acuerdo con el Entrevistado 4 (2019) “(…) pues ella empezó a estudiar la
universidad y se salió. Y se volvió a meter, el año que entra conoció a su novio… pues gracias a
Dios pues le va bien; es mi mejor amiga; porque el chavo pues sí la quiere. La quiere, pero, no
siento que la… siento que se embarazaron y como apenas empezaban a andar de novios, se
embarazó y todo y siento que, el chavo se ve un poquito como que obligado estar ahí por el
bebé. Y pues ella está contenta, o sea, con su bebé. Y respecto a él, como que a veces si se ve que
se quieren, pero como que no tanto”.
Hay procesos circunstanciales que se convierten en obstáculos y retos que implican un trabajo y
esfuerzo mayor, se requiere mayor dedicación y tiempo para superar procesos contingentes,
dentro de las entrevistas y grupos focales se encuentran relatos problemáticos de jóvenes que
necesitan apoyo y tiempo para superarlos; sin embargo, realizan acciones para superar esos
problemas. Una joven participante de un grupo focal comentó que pasó por un momento
desafiante en su vida “(…) yo estuve embarazada, eh, no para nada, seguí estudiando, ahorita
sigo estudiando también. Y, pues yo pienso que nada es imposible cuando tú lo quieres hacer
solamente echarle ganas y seguir a delante (Participante 1, grupo focal 1, Poza Rica, 2019).
En lo particular hay jóvenes que se ven en la necesidad de trabajar para sostener sus estudios,
para mantener a su familia o combinadas. Algunos jóvenes se sienten con la responsabilidad de
ser autosuficientes por el reconocimiento social que les da el trabajo y los ingresos, “Más que
nada. Porque tengo una responsabilidad, a la que le tengo que dar todo” (Participante 1, grupo
focal 1, Poza Rica, 2019). Otro de los participantes dijo que “tengo una responsabilidad, y tengo
que mantener a mi familia” (Participante 2, grupo focal 2, Poza Rica, 2019). También existen
jóvenes que buscan lograr de manera temprana independizarse: “Bueno, la decisión que me llevó
a mí fue que, pues necesitaba mis propias cosas, no solo depender de mis papás, ya que, en un
momento determinado, ellos ya no van a estar y necesito tener varias experiencias” (Participante
6, grupo focal 2, Poza Rica, 2019).
En el mismo orden de ideas, en algunas oportunidades informales los jóvenes ven estas como
una oportunidad de obtener ingresos extra, tal es el caso de la siguiente experiencia: “El primer
trabajo que tuve lo inicie porque (pues) la necesidad de tener dinero extra aparte del que ya
podía obtener fácilmente (eh, pues) me llevó a tomar el trabajo y ya tenía la experiencia de antes
para realizarlo y, pues lo fui puliendo y como fue avanzando la experiencia fui tomando otros
trabajo y así he ido desarrollando esta labor (Participante 10, grupo focal 1, Poza Rica, 2019).
En algunas entrevistadas se identificó que tienen la responsabilidad de participar en la económica
familiar: “Para ayudar en casa a mis papás, para solventar gastos que a veces yo por mi cuenta,
por mi gusto decido hacer y también para la escuela, para apoyarme en la escuela” (Entrevista
4, Xalapa, 2019). Sin embargo, a pesar del mayor esfuerzo en la combinación entre estudio y
trabajo, la forma como se perciben así mismos algunos jóvenes es que las oportunidades se van
construyendo con dedicación y esfuerzo, hay expectativas de que el futuro siempre será mejor
Realmente, (eh) más que nada nosotros como jóvenes, (debemos) tomar la decisión de ir al
frente, no esperar a que se nos presenten las oportunidades, y nosotros buscarlas y tratar de
mejorar (eh) algunas cosas que realmente este están, la idea suena bien, pero nosotros,
aprender a mejorarla (Participante 1, grupo focal 2, Poza Rica, 2019).
El empleo formal o informal de jóvenes puede reflejar un asunto de empoderamiento, algunos
consideran que pueden ser independientes, apoyar a su familia, además, continuar con sus
estudios en escuelas formales. Puede ser que el trabajo sea una necesidad; sin embargo, hay un
cambio en la percepción, en realidad es un proceso de motivación para superar el proceso
formativo. “Trabajo en el cine, me metí a trabajar en tercer semestre y pues, desde entonces
pues ahí estoy trabajando y pues, como se acomodaba a los horarios de la escuela y pues es
accesible, pues me gusta. A parte, o sea gano el dinero para mí y ya sé lo que es trabajar. Y
pues, está padre ¿no?, o sea salir adelante por ti misma y poderte comprar tus cosas, tal vez
poder ayudar un poco en tu casa, y pues te sientes bien. Más que nada la satisfacción de saber
que puedes hacer muchas cosas” (Entrevista 1, Poza Rica, 2019). La persona entrevistada no ve
el proceso con melancolía o sufrimiento, sino como un paso de dignificación de la persona por el
trabajo.
El trabajo es visto como independencia, algunos jóvenes inician desde muy pequeños con ideas
de cambio y superación personal “Desde muy chiquita he sido de muy poco pedir a mis padres
(este) pero ellos me han enseñado igual desde muy chiquita (este) de ganarme las cosas por
misma y, y yo empecé a trabajar en ese museo cuando tenía creo que como 16, casi 17
años…bueno no lo que yo quisiera, pero era muy poco y era como muy equis el pago pero
realmente, yo limpiaba los baños o sea hacía muchísimas cosas en ese lugar y yo pienso que
más que nada mis papás me mandaron ahí, no me mandaron ellos sino que, me dijeron que
buscara algo qué hacer por el hecho de que para ganarme las cosas, la primera cosa que
compré con ese dinero fue como ¡a la! no podía creerlo, de tener algo que yo había comprado,
con dinero que yo había ganado, haciendo algo que yo hice entonces (este) pues sí es la
satisfacción de, de eso de tener cosas que, valoras por tu trabajo” (Entrevista 2, Puerto de
Veracruz, 2019).
De acuerdo con la entrevistaba, tener sus propios ingresos les permite satisfacer sus necesidades
y adquirir mercancías que los distingue en la dinámica de reconocimiento familiar y el circulo de
jóvenes. Comprar mercancías con su propio dinero y que otros jóvenes no pueden, provoca que
se manifieste felicidad subjetiva, son proceso de empoderamiento, que, en algunos casos, los
motiva a continuar sus estudios y a seguir trabajando.
Hay procesos culturales que cambian la dinámica de las familias, en ciertas circunstancias
algunos jóvenes modifican sus dinámicas personales, escolares y comunitarias. Dentro de
nuestras entrevistas se encuentra una joven que comentó que a su papá le habían robado su taxi,
por lo que tuvo que cambiar de escuela y buscar trabajo porque los ingresos dejaron de llegar
empecé a trabajar porque en ese tiempo mi papá había perdido, o sea le robaron el taxi. Y pues
iban las placas y el carro… y la verdad no tenía algo de dinero, y yo también decido estudiar
porque como trabajar, yo me salí del tecnológico de Veracruz, estuve hasta tercer semestre ahí.
Y pues estuve prácticamente un año sin hacer nada, en ese año pues saqué mi ficha para aquí a
la UV en enfermería; y (este)…y pues de alguna u otra manera, mis papás se molestaron mucho
conmigo, porque pues no les dije desde un principio, porque no quería estudiar ahí, porqué me
había esperado, y la verdad es que el Tecnológico de Veracruz es algo costoso…” (Entrevista 2,
Poza Rica, 2019). Cabe señalar que la formación universitaria se mira con un capital social y
cultural que les va a permitir encontrar un trabajo formal y superar las crisis familiar y personal.
En lo general, las familias miran la formación universitaria como un proceso de superación
generacional “Porque bueno cómo te explicaba, mis papás sólo tienen secundaria, entonces se
puede decir que nosotros tenemos una clase media baja económicamente, pues a mí no me
gustaría que si llego a tener hijos en un futuro que vivan lo mismo que yo estoy viviendo,
entonces por eso estoy estudiando para tener un buen empleo y ganar bien” (Entrevista 2, Puerto
de Veracruz, 2019). Se considera que se vive un sufrimiento por los padres, estos jóvenes se
miran en futuro con un título universitario que les permitirá tener mejores ingresos y que
cambiarán la condición de vida a sus hijos.
Como una referencia de una joven en contexto de marginación, pobreza y desigualdad social, a
pesar de experimentar condiciones de desafíos sociales, se convierte en una joven resiliente,
Algunos continúan, o sea tienen su familia y continúan estudiando, otros se quedan en el
camino. O sea, ingresaron a la universidad y ahorita tengo un alumno, que sus dos hermanitas
salieron de aquí, una hermanita yo la tuve, ella estaba estudiando derecho en una escuela
particular, fíjese, son de recursos bajos, pero a pesar de ello, las niñas no sé por qué motivo,
supongo que no quedaron en la universidad veracruzana, entonces tuvieron yo creo su interés de
superarse, de estudiar, están en una escuela particular. Entonces, ahí la mamá tiene que hacer
un esfuerzo, tiene que trabajar, hasta ellas me parece que trabajan para pagar sus estudios. Una
de ellas, ya de plano ya desertó, parece que no pudo, una materia por ahí le… tenía dificultad
con ella y la otra hermanita, la más grande, ella si sigue estudiando” (Docente 2, Chiltoyac,
Xalapa, 2019).
La toma de decisiones al final estará mediada por la comunidad, la familia, la escuela y la
persona “al final de todo son nuestros amigos, nuestros padres, este, en la comunidad nos
pueden decir “haz esto, haz lo otro” o “no hagas esto” pero al final la decisión está en tus
manos, tú eres responsable de tus actos porque tú dijiste “sí” o dijiste “no” así que pues el
responsable prácticamente siempre vas a ser tú, de tus decisiones, porque la tomaste, tienes el
poder y la responsabilidad de decir sí o no y eso pues lo tienes que tomar” (Estudiante de
telesecundaria 1, Chiltoyac, Xalapa, 2019). Otra de las entrevistas que habla de las aspiraciones
es un estudiante de Xalapa “Mi motivación es terminar una carrera y ser alguien en la vida para
no sufrir tanto” (Estudiante de telesecundaria 1, Xalapa, 2019). Algunos jóvenes miran el
proceso de juventud como idea del sufrimiento; sin embargo, otro lo se perciben como una
superación de ese momento generacional.
Conclusiones
El contexto social, político, económico y cultural donde se desarrollan las juventudes es
fundamental para la construcción social como sujetos; sin embargo, no determinan las decisiones
y las aspiraciones. Las estructuras sociales dan posibilidades de cambio, siempre estarán abiertas
para su modificación.
En los contextos de mayor vulnerabilidad las posibilidades de éxito serán relacionadas a las
aspiraciones culturales, lo que en una clase social puede ser considerada como éxito, en otra
clase social no lo es, de esa manera se debe entender que la palabra cultura tiene múltiples
representaciones, al final, lo que importa es la forma cómo se construye la calidad de vida. El
mundo social está mediado por procesos subjetivos de interpretación, de aspiraciones y las
decisiones serán colectivas e individuales.
El concepto de espacio social que da cuenta de los contextos donde se crean y recrean las
prácticas sociales, el lenguaje, la cultura y la religión son procesos aprendidos que se convierten
en acciones cotidianas. Es un proceso de aprendizaje de estructuras sociales, que no únicamente
se habla de la trasmisión de la cultura de padres a hijos, sino son estructuras sociales desde la
formación de la civilización.
En lo particular, cuando se hace referencia a los jóvenes resilientes, se refiere a que estos son
capaces de generar cambios y crear nuevas estructuras sociales, no se está pensando en términos
de logros económicos o de éxito social, lo que se encuentra es que este grupo de jóvenes tiene la
capacidad para innovar procesos sociales. Se reflexiona a su vez que es el nombre apropiado para
decir que tienen características propias que les permiten transformar las estructuras sociales.
El espacio social, la resiliencia y empoderamiento son conceptos claves que permiten hablar de
los contextos en los que se da la transmisión de la cultura y que no son procesos cerrados, están
llenos de posibilidad dentro de la transmisión cultural, también se heredan a las nuevas
generaciones para hacer modificaciones en la estructura. En algunos se materializa la capacidad
de cambio, pero no solo se refieren a personas, en general se puede hablar de una generación, de
un grupo, o, en su caso, de un individuo que integre una familia. En especial se quiere mostrar
las posibilidades que hay dentro de las estructuras y cuáles son las características que tienen esas
personas que deciden hacer un cambio estructural.
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